Nora García Donet, presidenta de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval) reconoce que el 100% de las plantillas a tiempo completo no estarán operativas hasta después del verano. De todas formas, «esto es solo una previsión ya que en el verano tenemos una actividad más baja. Con lo cual, si eso es la ‘normalidad’ sin crisis sanitaria, teniendo en cuenta que este año va a ser todo ‘anormal’m los ERTE han sido una medida muy bienvenida porque nos va a aliviar. La mayoría no incorporaremos el 100% de las plantillas hasta septiembre u octubre y eso contando que vaya todo más o menos bien», matiza.
Sobre la posibilidad de que se produzcan cierres de empresas en el sector, «sí que prevemos que se puedan producir sobre todo entre aquellas que llevan abiertas menos tiempo y no tienen ningún colchón económico, ni una cartera de clientes recurrente o hacía pocos meses que habían empezado su actividad», especifica. En su opinión, «estos compañeros tienen complicado superar esta situación porque la mayoría no tienen respaldo económico. Los demás, de una manera u otra, podremos ir saliendo pero los que acaban de abrir, incluso aún accediendo a líneas ICO, también lo habrán tenido complicado porque no cuentan con un historial de cara al banco para poder hacer frente a la devolución de esos préstamos». De hecho, una encuesta que realizaron al comienzo de la crisis sanitaria reflejó que un 20% de las agencias de Asicval no resistía este envite.
La presidenta de Asicval confirma también que «ninguna agencia ha comenzado a trabajar al 100%». Aunque sí que han ido a las oficinas para ir preparándolo todo, a hacer una limpieza exhaustiva y preparar las medidas de seguridad. De todas formas, García Donet reconoce que esperarán hasta el 11 de mayo para ir incorporando los equipos y tampoco se producirá al 100%. «Es muy posible que se nos permita que los trabajadores abandonen los ERTE de una manera gradual porque, desde luego, no vamos a abrir la persiana y nos vamos a poner a vender. Vamos a tardar unos cuantos meses en recuperar el pulso que teníamos», reconoce.
«El problema reside en que no sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar cuando volvamos, nos sabemos cómo va a estar de dañado el país y tampoco sabemos lo que nos va a perjudicar»
Asicval que está integrada por 138 agencias, exceptuando tres o cuatro, «el resto hemos establecido ERTE para nuestras plantillas y reducciones de jornada para cuestiones administrativas para aliviar estas semanas que hemos estado sin actividad «. Concretamente, «aquellos tres o cuatro que no se han acogido son autónomos que han cesado su actividad o compañeros que no tienen empleados», explica.
Igualmente, la presidenta de Asicval considera complicado cuantificar cuánto han perdido en estas semanas sin actividad ya que «las operaciones que estaban para cerrar sí que se cuantifican y las que estaban reservadas las hemos pospuesto», aclara. En cuanto a lo que han perdido si hubieran estado prestando servicio con normalidad también es difícil de valorar porque «cuando levantas la persiana el día 1 de cada mes nunca sabes cuánto vas a facturar, aunque si recurrimos a los histórico estos reflejan que el segundo trimestre siempre es el mejor del año».
De todas Formas, para Nora García, «el problema reside en que no sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar cuando volvamos, nos sabemos cómo va a estar de dañado el país y tampoco sabemos lo que nos va a perjudicar», incide.
«Entendemos que al sector inmobiliario nos va a tocar de lleno porque aunque la vivienda es un bien de primera necesidad, comprarse una casa no es algo que todo el mundo puede. A lo mejor muchos optarán por el alquiler, con lo que es difícil cuantificar las cifras», añade.
En cuanto a las medidas adoptadas por el Gobierno para poner en marcha las agencias, la presidenta de Asicval las califica como «un despropósito porque lo que no se puede hacer es decir a los empresarios que pueden abrir el 4 de mayo y publicar el día antes las medidas exactas que se tienen que poner en marcha. Lo tenían que haber previsto con anterioridad y todos hemos actuado de oídas«. Nora García también ha reconocido que han tenido miedo a que «nos hicieran hacer una desembolso económico para implantar medidas de protección pero ha sido todo más sencillo», admite.
«Comprar una casa es un momento de ilusión y hacerlo en estas circunstancias era como perder un día bonito en la vida»
Por ello, la presidenta de Asicval declara también que le gustaría que se tomaran medidas «con un poco más de previsión teniendo en cuenta la situación en la que está el país y lo que cuesta aprovisionarse de los elementos de protección adecuados». Esta también ha sido una de las cuestiones que han influido para que «la mayoría hayan optado por no abrir esta semana aunque estamos preparando alguna cita previa y será ya la semana que viene cuando los equipos vayan incorporándose y, poco a poco, vayamos retomando la actividad».
La representante de las agencias inmobiliarias de la Comunitat Valenciana cuantifica que «habrá alrededor de 500 personas afectadas por un ERTE». Teniendo en cuenta que Asicval agrupa a 138 agencias y el patrón laboral de una inmobiliaria, no solo en la Comunitat Valenciana sino en España en general, está formado por equipos de entre tres o cuatro personas y el gerente.
En cuanto a las medidas que tienen que implantar en sus locales son prácticamente las mismas que se han establecido en el pequeño comercio. En este sentido, aclara que se han «autoimpuesto un protocolo especial, porque el Gobierno no ha dicho nada, para las visitas a viviendas, que es lo que nos diferencia de un pequeño comercio», especifica.
De hecho, desde Asicval han establecido un protocolo para cumplir todas las medidas de seguridad entre las que se encuentran; la ventilación de las viviendas, que los propietarios no estén en la vivienda a ser posible, no concurrir en ascensores y escaleras, no acceder a zonas comunes de edificios, acudir a las visitas con todas las medidas de protección y pedir a los clientes o que las lleven ellos y en algunas agencias nos hemos abastecido de kits de protección debidamente precintados para entregar a los clientes… «También recomendamos al cliente que no vaya con menores a las visitas, asegurarnos de que en aquellas viviendas donde ha habido enfermos por coronavirus la vivienda debería está desinfectada y si tenemos dudas, la visita no se llevará a cabo».
¿Cuánto podría caer el precio de la vivienda?
Nora García considera imposible cuantificar cuánto podría caer el precio de la vivienda ya que «no sabemos cuál será la reacción del mercado y de la sociedad y no conocemos cómo es de grande la herida que tenemos». Por ello, continúa, «hasta que no retomemos el pulso y volvamos a la actividad no vamos a tener datos».
En este sentido, la presidenta de Asicval reconoce que el sector inmobiliario es muy sensible a los cambios económicos, políticos, etc., con lo que «si el país está mal, a nosotros nos va a afectar y ese hecho repercutirá en el precio de la vivienda, lo que no sabemos cuánto. Tampoco se puede generalizar porque la realidad de la Comunitat Valenciana no es la misma que la de otras comunidades autónomas. Dependerá de la localización y, dentro de la comunidad, no es lo mismo municipios que viven del turismo que en València capital, no es lo mismo un pueblo de 2.000 habitantes donde el precio de la vivienda le va a afectar poco o nada porque a lo mejor, a la gente de la ciudad le viene bien irse a vivir a un pueblo debido al auge que pueda tener el teletrabajo…».
«Todo es hablar por hablar porque exactamente no sabemos lo que se nos viene encima. Esta crisis no se puede comparar con la de 2008, son diferentes»
De todas formas, «todo es hablar por hablar porque exactamente no sabemos lo que se nos viene encima. Esta crisis no se puede comparar con la de 2008, son diferentes. Estamos hablando de una parálisis general del país durante un período de tiempo y ahora sí que hay financiación, los bancos sí que están dando créditos, con lo cual, todo aquel que quiera comprar una casa podrá hacerle frente, mientras que en 2008 era imposible, el que no tenía el dinero al contado no podía acceder a una vivienda«.
Por otra parte, durante este periodo los asociados de Asicval han cerrado muy pocas operaciones y «siempre y cuando el notario ha dado el visto bueno a esa operación porque concurrían circunstancias de urgencia. La mayoría hemos optado, por seguridad y sentido común y hablando con las partes, una ampliación de los plazos para que se hiciera de una manera normal, ya que comprar una casa es un momento de ilusión y hacerlo en estas circunstancias era como perder un día bonito en la vida. Iremos recuperándolas a partir de la semana que viene», destaca Nora García.
En cuanto a operaciones nuevas, la presidenta de Asicval explica que ha habido «nada o muy poco porque los compradores estaban a la salud. Estas semanas hemos estado en casa cuidando nuestros equipos para que no se desanimaran. Hemos aprovechado el tiempo para salir más reforzados y preparados y estar en contacto con nuestros clientes para transmitirles un mensaje de esperanza, de ánimo y de que saldremos adelante y que desde la asociación estamos preparados para realizar esta transición los más rápido posible».