La Comunitat genera más residuos pero también recicla más que hace una década
En 2017 se generaron más de 2.370.000 toneladas de residuos domésticos y comerciales en la Comunitat Valenciana, un 10,5% más que en 2015. Además, los habitantes de la región generaron en promedio un 11,2% más de residuos que en 2015. Son algunos de los principales resultados del Informe del Estado del Medio Ambiente en la Comunitat Valenciana elaborado por la Generalitat, que asocia este aumento a la leve recuperación económica experimentada en ese periodo.
Según el documento, un 16,19% de los residuos generados se aportaron a través de los contenedores de recogida selectiva de la vía pública o a través de la red de ecoparques. Tanto en términos absolutos como relativos, se ha incrementado la aportación a través de estas vías. Por su parte, la aportación a través de contenedor gris (residuos mezclados) pasa de representar un 86,64% en 2015 a un 83,81% en 2017, aunque la cantidad total de residuos no separados aumenta un 7,5%, en consonancia con el aumento generalizado de los residuos.
Según los registros de las plantas de tratamiento de residuos de la Comunitat, se han recuperado 490.000 toneladas de residuos, lo que supone un 23,8% del total. De este porcentaje, la mayoría se corresponde con materiales bioestabilizados (aquellos que se someten a un proceso de compostaje para que puedan mejorar las propiedades físicas del suelo), que muestran un gran incremento, pasando de significar el 12,8% en 2015 al 17,8% en 2017. Además, 6.500 toneladas fueron valorizadas energéticamente en plantas industriales de la Comunitat Valenciana en 2017.
Por otro lado, un 56,7% de los residuos fueron destinados a vertederos, con 1.167.000 toneladas. La cifra de residuos enviados a vertedero acerca a la Comunitat Valenciana al objetivo de un máximo de un 50 % de materiales no reciclados “antes de 2020” que dicta la ley residuos y suelos contaminados.
De 2015 a 2017 se observa un ligero incremento de los residuos con destino a depósito de rechazos controlado, pero también un aumento de material recuperado (metal, vidrio, papel – cartón, plástico y compuestos), pasando de un 5,6% a un 6%, y un gran incremento de material bioestabilizado, pasando de un 12,8% a un 17,8%.
El informe revela que la implantación de la recogida selectiva iniciada en 2017 en varios municipios valencianos, que progresivamente se extenderá a más poblaciones, junto con la mejora de las instalaciones de valorización y eliminación de residuos y la construcción de nuevas plantas de triaje y compostaje como la de Guadassuar, permiten generar «un nuevo marco para la gestión de los residuos en la Comunitat».
La recogida selectiva de enases liegeros, la que más aumenta
Desde 2006, el incremento en términos absolutos de los residuos recogidos de forma separada es notorio en todos los tipos: envases ligeros, papel-cartón y vidrio. Según el informe, este crecimiento está asociado al aumento de la concienciación, pero también a la disponibilidad creciente de contenedores por persona, que en todos los casos está cerca de duplicarse.
La recogida fraccionada se intensifica sobre todo en los envases ligeros: en 2017 se recuperaron el doble de kilos que en 2006 y la aportación por persona también se duplicó, pasando de 4,75 kilogramos a 9,27. Esto ocurrió tanto en los parques de contenedores como en el caso de la recogida selectiva a través de los contenedores dispuestos en la vía pública.
Aunque el aumento ha sido sostenido en términos generales, se observa una disminución en los años de crisis que es especialmente significativa en el vidrio y el papel-cartón. En el caso de este último, aunque la tendencia se ha logrado revertir, los valores de recogida aún no han podido revalidar el pico alcanzado en 2008, cuando se restablecieron más de 90.000 kilos de desechos. De hecho, la cantidad aportada por persona en 2017 fue menor que la aportada en 2006: 11,55 kilos al año frente a 13,51, con el máximo situado en 2008, con 15,45.
En cuanto a la recuperación de vidrios, aunque también notaron el efecto de la crisis económica, la masa recogida en 2017 fue de 106.000 toneladas, 32.000 toneladas más que una década antes. La recopilación por persona rebasó los 16,6 kilos superando por más de cuatro kilos el promedio de 2006.
Más empleo verde
La evolución del empleo en el sector de la gestión ecológica de residuos, según los datos del Servei Valencià d’Ocupació i Formació (SERVEF) en los que se base el informe, muestra un incremento sostenido que llega al 13,2% en el periodo comprendido entre 2012 y 2017. La mayor tasa interanual de crecimiento se produce precisamente entre los años 2016 y 2017, en los que se registra un incremento del 6,63%.
El estudio realizado por técnicos de la Generalitat también recoge la evolución de la certificación EMAS, que es otorgada por la UE a aquellas organizaciones que han implantado un Sistema de Gestión Medioambiental y han adquirido un compromiso de mejora continua. La conclusión a la que se llega en el informe es que la cifra es escasa: en 2017, 49 empresas contaban con la certificación EMAS vigente. De esas 47, solo 9 mantienen esa certificación desde 2007. Es decir, pese al leve aumento, no todas las empresas renuevan sus certificaciones.
Por lo que respecta a la agricultura ecológica, el informe analiza varios indicadores, como la superficie dedicada a este tipo de explotaciones, que se triplicó entre 2007 y 2017, pasando de 32.070 hectáreas a 96.333.
Esta expansión ha supuesto que la agricultura ecológica vaya ganando peso poco a poco con respecto a la superficie agrícola total de la Comunitat Valenciana. Mientras que en 2007 la superficie en agricultura ecológica suponía solo un 1,6% de la superficie agrícola total de la región, en 2017 supuso un 4,8%. Además, el número de productores ecológicos se duplicó entre 2007 y 2017, pasando de 1.067 a 2.040.
A diferencia de lo observado en la agricultura ecológica, el informe revela que la ganadería ecológica no ha logrado despegar en la Comunitat Valenciana. En este sentido, el documento achaca a «la complejidad de la normativa, la falta de proyección en el sector y las dificultades para acceder a los mercados» el escaso desarrollo del sector e incluso el cierto retroceso experimentado.
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