La Guía Michelín concedió ayer la segunda estrella a Ricard Camarena, un reconocimiento largamente esperado. València, por fin, puede presumir de tener un restaurante con dos estrellas.
Ha sido una de las mayores alegrías en la ceremonia de entrega de galardones de la célebre guía. Una segunda estrella que se recibe un año después de que trasladara su restaurante al espacio cultural Bombas Gens.
Una estrella que, como declaró Ricard Camarena a Efe, «ha llegado cuando tenía que llegar, me siento muy seguro y será un buen dos estrellas».
Pero la consecución del segundo macaron no aplaca la ambición del chef, que está convencido de que en su nuevo establecimiento «caben tres estrellas», al tiempo que asegura que, junto a su equipo, luchará por obtenerla.
Camarena también cuenta con Canalla Bistró, Habitual y el bar del Mercado Central en València. Recientemente abrió otro establecimiento en el espacio Platea de Madrid.
«Es pronto para decirlo pero con el paso de los años, con trabajo y constancia, es un objetivo que podemos lograr», defiende el cocinero valenciano, que en declaraciones valora que el espaldarazo logrado este miércoles en Lisboa «se ha resistido pero llega en el momento justo» y «el más dulce» de su carrera.
Una segunda estrella que considera podrá defender con solvencia, gracias a contar con «con un equipo muy cohesionado, muy trabajado y muy preparado».
«Vamos a luchar por ella -la tercera estrella-. Somos ambiciosos en el planteamiento, lo fuimos en la inversión porque creíamos que es posible un sitio grandísimo en una ciudad como València; aquí cabe un tres estrellas», asegura Ricard Camarena.
«Creo que podemos recibir a la gente sin dormirnos, sin perder la noción de que el día a día es lo que marca la diferencia, pero creo que podemos responder a las expectativas», asegura el chef, que como cada día prepara el servicio para los comensales de este mediodía en su restaurante insignia, pues en la ciudad cuenta también con Habitual y Canalla Bistro, este último también en Madrid (Platea), además de la siempre abarrotada barra del Central Bar.
El nuevo establecimiento es también fuente de inspiración, un lugar que califica «de ensueño» y que le proporciona seguridad en el proceso creativo. «Te atreves un poco más porque juegas con otras bazas, tienes un entorno que te permite soñar un poco más y, al final, todo suma», valora sobre Bombas Gens.
Aunque se permite un periodo para disfrutar del premio a tanto esfuerzo, admite que tiene muchos proyectos en marcha que exigen su atención, siempre comprometido con la excelencia y que, con los años, ha ganado en reflexión.
Satisfecho por cómo ha tratado este año la Guía a la Comunitat Valenciana, echa en falta sin embargo algún reconocimiento más en la ciudad, «donde caben diez estrellas», lo que contribuiría en convertir València en un destino de turismo de calidad.
Para ello, reclama «un poquito más de inversión en la promoción y los valores» que representan profesionales como él: «Hay que captar un público más importante y de más calidad». EFE