Un informe de BBVA recoge que, según cálculos del FMI, cerca del 40% de la población mundial, alrededor de 2.000 millones de personas, no tiene acceso a cuentas bancarias. El porcentaje de desbancarización aumenta hasta el 47% si consideramos únicamente los países del tercer mundo o en vías de desarrollo. El móvil está empezando a paliar ese problema, y blockchain puede ser otro gran impulso.
Las personas desbancarizadas están forzadas a tener una economía doméstica e informal, sin acceso al crédito y la seguridad que proporciona el sistema financiero, ni a la posibilidad de utilizar instrumentos de ahorro. La banca móvil se ha convertido una alternativa cada vez más utilizada para estas personas, pero ‘blockchain’ puede suponer un cambio aún mayor.
El papel de la tecnología móvil para impulsar la inclusión financiera
Los ‘desbancarizados’ viven en zonas rurales, donde la red bancaria no llega. Y además, tienen un serio problema como hipotéticos clientes de un banco: su identidad en ocasiones no está claramente registrada, y las entidades han de seguir unas estrictas políticas de identificación del titular para evitar lavado de dinero y otros delitos financieros, lo que convierte el proceso de identificación del cliente en un trámite engorroso, lento y que obliga a multitud de trámites que en multitud de ocasiones resultan disuasorios.
En definitiva, la actual estructura del sistema bancario, fuertemente regulado, no encaja con el tejido socioeconómico de muchas economías del mundo. ¿Sería diferente con una adopción generalizada de ‘blockchain’?
A priori, la tecnología de la cadena de bloques puede aportar mucho a la inclusión financiera: es sencilla, reduce costes y evita fraudes. Con un registro compartido asentado en ‘blockchain’, una persona puede certificar de una vez su identidad, sus posesiones y su historial de crédito, de forma transparente y para todos los participantes de la red. En países como España, Alemania y Reino Unido, que superan el 97% de población bancarizada, estas ventajas llaman poco la atención, pero en otros lugares pueden ser todo un mundo.
Ya hay varias ‘fintech’ que se han lanzado al negocio de la inclusión financiera a través de ‘blockchain’ —como WeTrust y Humaniq—pero aún quedan escollos por solucionar. Y en un coloquio de la conferencia internacional Money 2020, Kosta Peric, responsable de los programas de inclusión financiera de la Fundación Bill y Melinda Gates, planteó algunas dudas interesantes.
Cuatro formas de mejorar el mundo gracias a ‘blockchain’
En su opinión, las ‘blockchain’ públicas no sirven para las transacciones financieras domésticas, porque no pueden gestionar tanto volumen de transacciones, que cifró en más de 1.000 por segundo. Sí que “puede tener todo el sentido”, dijo, el uso de blockchain para el envío de remesas internacionales.
Algo más optimista se mostró en el mismo coloquio Arjuna Costa, socio de Omidyat Network, un vehículo de inversión del creador de eBay, Pierre Omidyar, especializado en proyectos con impacto social. Costa señaló que ‘blockchain’ puede ser un gran vehículo para la inclusión financiera por su capacidad de mejorar la gestión de los pequeños negocios (más transparencia y mejor registro de pagos y facturas) y de certificar las propiedades inmobiliarias y, en consecuencia, permitir que se pueden alquilar o utilizar como aval en préstamos financieros.
Con sus pros y contras, ‘blockchain’ registra, certifica y da transparencia, tres acciones básicas para un sistema financiero sano. Combinado con el teléfono móvil, la oportunidad para la bancarización de 2.000 millones de personas es inmejorable.