Francisco Martínez Mojica, premio Fundación Lilly de Investigación Biomédica
La secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, entregó ayer en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los Premios Fundación Lilly de Investigación Biomédica 2017 a los profesores Francisco Martínez Mojica y Luis Paz-Ares, en las categorías de investigación Preclínica y Clínica, respectivamente. El profesor Francisco Martínez Mojica, profesor titular del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, ha sido premiado por su trabajo pionero sobre CRISPR, una tecnología que ha revolucionado la Biomedicina y las ciencias de la salud y que representa uno de los hallazgos clave de la investigación de nuestro siglo.
Martínez Mojica descubrió que las bacterias, al igual que el cuerpo humano, cuentan con un sistema de inmunidad adquirida frente a virus invasores. Partiendo de esta certeza se desarrolló la conocida tecnología Clustered Regulary Interspaced Short Palindromic Repeats (CRISPR), una especie de tijeras para la edición genética de organismos vivos, incluidas las células humanas, con múltiples aplicaciones en el campo de la salud, entre ellas, la eliminación de mutaciones causantes de determinadas enfermedades, como algunos tumores o el Alzheimer.
Uno de los descubrimientos más importantes del siglo
El hallazgo de un sistema de inmunidad adquirida en procariotas es uno de los mayores avances científicos de la historia reciente que ha tenido una notable repercusión científica, tecnológica y socioeconómica. Por ello, el profesor Martínez Mojica ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio Jaime I a la Investigación Básica.
Sus investigaciones han permitido el desarrollo de la tecnología CRISPR cuyas aplicaciones en el campo de la salud son infinitas, desde la modificación genética para la erradicación de enfermedades, hasta el desarrollo de antimicrobianos específicos contra patógenos.
En la actualidad, los trabajos del profesor Martínez Mojica se centran en dos líneas de investigación: descubrir cómo las bacterias son capaces de adquirir esa inmunidad adquirida frente a virus invasores y estudiar cómo emplear componentes de virus como alternativa a los antibióticos para matar bacterias.
Sin embargo, el empleo de virus para acabar con las bacterias plantea algunos problemas cuando éstas cuenta con un sistema CRISPR, es decir, pueden activar su sistema inmune y destruir el virus. Para hacer frente a este contratiempo, se han identificado una tipo de proteínas que crean virus con componentes capaces de bloquear el sistema de defensa CRISPR. “La alternativa que se plantea para que la bacteria no destruya el bacteriófago es aplicar estos virus junto con esas proteínas que destruyen el sistema de defensa CRISPR o utilizar el virus que ya porte esa información”, explica Mojica.
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