Ingenieros geomáticos reivindican su papel ante la crisis climática
Redacción E3
La inédita situación vivida en España el pasado abril, con un apagón que dejó sin suministro eléctrico a unas 50 millones de personas en la península ibérica, ha marcado nuestra relación con el dinero. Algo tan habitual como pagar con tarjeta de crédito o con el móvil fue imposible el 28 de abril, poniendo de relieve la importancia que sigue teniendo dinero en efectivo.
Ahora, un estudio indica que un 35% de los ciudadanos afirma que, tras aquel apagón, guarda una mayor cantidad de dinero en efectivo en su domicilio, porcentaje que se aproxima al 50% entre las personas de 18 a 29 años.
GAD3 y la plataforma para la defensa del efectivo, Denaria, han presentado este lunes el ‘V Barómetro sobre la necesidad de permanencia del dinero en efectivo’, el primero realizado tras el apagón, cuya incidencia en terminales de pago y cajeros impidió realizar compras con tarjeta. El trabajo de campo se realizó el pasado mes de septiembre, con entrevistas a 1.200 personas.
El barómetro muestra que, después del apagón, el 47% de los jóvenes de entre 18 y 29 años guarda más dinero en efectivo en casa que antes, mientras que entre los adultos de 30 a 44 años el porcentaje es del 42%. En el caso de los mayores de 60, que ya solían disponer de más efectivo, solo el 26% ha aumentado la cantidad que conserva en su domicilio.
Además, un 15% de los encuestados considera que el dinero en efectivo es el recurso más importante ante una situación de crisis, situándose solo por detrás del agua y los alimentos básicos (60%) y por delante de la salud y los medicamentos (11%) o la energía y la iluminación (6%).
De acuerdo con el barómetro, el 74% de la población considera que el uso del efectivo sigue siendo importante en su vida cotidiana, el porcentaje más alto registrado hasta la fecha. Sin embargo, no es el medio de pago más frecuente: solo el 30% lo utiliza regularmente, mientras que la tarjeta sigue liderando con un 52%.
Entre quienes perciben ingresos inferiores a 1.200 euros al mes, el efectivo es aún más habitual, con un 52% que lo emplea frente al 32% que prefiere la tarjeta.
Aunque sigue siendo relevante, el uso del efectivo ha bajado ligeramente, pasando del 33% registrado en el barómetro anterior al 30%. La tarjeta también registra un descenso, del 57% al 52%, mientras que los pagos digitales continúan creciendo, representando ya el 11% frente al 7% anterior
El presidente de GAD3, Narciso Michavila, ha señalado que el dinero en efectivo no será reemplazado por la tarjeta, sino por los pagos digitales, lo que, según él, podría implicar un riesgo para la soberanía, ya que estas plataformas pertenecen a multinacionales fuera de Europa.
El estudio también revela que el efectivo sigue siendo percibido como el método más seguro: el 74% de los encuestados considera que protege mejor la privacidad, el 73% lo ve más seguro frente a fraudes o ciberataques y el 54% cree que ayuda a controlar el gasto.
Además, el 83% se muestra contrario a la desaparición del efectivo como forma de pago.
En relación con el euro digital, un 80% de los encuestados cree que aumentará el control del Gobierno sobre sus pagos.
El presidente de la plataforma Denaria, Javier Rupérez, ha subrayado la necesidad de elevar el límite actual para pagar en efectivo, que es de 1.000 euros, ya que lo considera insuficiente. En ese sentido, ha recordado que en la Unión Europea se permite efectuar pagos en efectivo de hasta 10.000 euros.
Rupérez también ha explicado que están trabajando para que el Congreso modifique la Ley de Vivienda, eliminando las restricciones que impiden pagar el alquiler en efectivo, las cuales considera ilegales.
Sobre el euro digital, ha manifestado que todavía no ve qué aportaría y que las incertidumbres que genera han retrasado su implementación hasta 2027.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.
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