La piricularia y la caída del precio hunden el arroz y amenazan la Albufera
La enfermedad arrasa las variedades tradicionales y los precios se desploman un 15%, poniendo en riesgo la continuidad del cultivo en el parque natural
La campaña del arroz en la provincia de Valencia ha terminado con un mal sabor de boca. La enfermedad de la piricularia ha causado estragos en las variedades tradicionales, especialmente en el Bomba y el Albufera, y ha reducido las cosechas entre un 15% y un 20%. Según explica José Pascual Fortea, responsable de la sectorial del arroz de AVA-Asaja, «en Valencia la situación ha sido un desastre debido a la enfermedad de la piricularia que está destrozando las variedades tradicionales de arroz como el Bomba y el Albufera».
Mientras tanto, Andalucía, Extremadura y el Delta del Ebro presentan cosechas «buenas», aunque el contraste con la Comunitat Valenciana es notable. «En Valencia la producción, que se centra en La Albufera y en el marjal Pego-Oliva, ha registrado entre un 15 y un 20% de reducción de cosecha. Pero si lo analizamos por variedades, Bomba y Albufera registran disminuciones que pueden ir del 50% al 80%», añade Fortea.
Una merma que, advierte, podría tener consecuencias directas en la industria alimentaria, que «no tendrá bastante producto para poder abastecer a todos los supermercados de estas dos variedades». Ambas, recuerda, «son las más emblemáticas para la gastronomía de la Comunidad Valenciana».
El arroz extranjero hunde los precios
A las dificultades sanitarias del cultivo se suma un contexto de caída generalizada de precios por la entrada de arroz importado, entre otros problemas. «La llegada del arroz procedente de otros países está provocando que el precio caiga, una situación que afecta a todas las comunidades por igual. Incluso en el ámbito europeo se está dando esta situación en países como Italia o Portugal, donde el precio puede oscilar unos céntimos arriba o abajo», explica Fortea.
El descenso del precio ronda el 15% respecto a la campaña anterior. «El año pasado estábamos hablando de 550 euros por tonelada de redondo en cáscara y este año hemos alcanzado los 450 euros», señala. En el caso del arroz largo, los precios han pasado de 400 euros la tonelada en 2024 a unos 310 euros en la presente campaña.
El responsable de AVA-Asaja recalca que el precio actual «no cubre los costes de producción». «El precio óptimo mínimo para que se cubran los gastos y haya un margen de beneficio es, como mínimo, el del año pasado, 550 euros por tonelada. Cuando nos vamos a 450 euros, los insumos suben —herbicidas, abonos, gasoil, salarios— y el arroz baja», lamenta.
Esa ecuación está llevando a muchos agricultores a plantearse el abandono de los cultivos. «Habrá muchas zonas que se plantearán si van a seguir cultivando», advierte. Una posibilidad que tendría graves consecuencias medioambientales ya que «si en una zona tan emblemática como el Parque Natural de La Albufera dejamos de cultivar parcelas, será un desastre porque se trata de un hábitat que mantenemos los agricultores y se va a perder todo el paisaje, la flora y la fauna».
Aun así, Pascual Fortea confía en que «eso no llegue a ocurrir».
Piricularia: una enfermedad sin control
El tesorero de AVA-ASAJA y presidente del grupo de trabajo del arroz en el COPA-Cogeca, Miguel Minguet, asegura que «nadie recuerda un ataque de piricularia tan devastador en el último siglo». Y apunta directamente a las políticas europeas como responsables indirectas. En su opinión, «lo triste es que esto no es una casualidad, sino el fruto de las políticas que estamos siguiendo. Hace unos años teníamos un abanico de materias para tratar el hongo y esas soluciones poco a poco han ido cayendo en la Unión Europea, mientras que en otros países como Japón, Estados Unidos o Australia continúan permitidos».
Según Minguet, «al final solo nos queda una familia de productos que ya no es efectiva porque ha generado resistencias. Primero vamos a perder las variedades tradicionales amparadas por la DO Arroz de Valencia y después perderemos a la mayoría de los arroceros. Ya prácticamente no queda Bomba ni Albufera, este año también ha comenzado a afectar al J. Sendra. ¿Vamos a renunciar a las variedades ligadas a nuestro territorio y nuestra gastronomía?», se pregunta.
El peligro de las importaciones y el acuerdo Mercosur
Los datos confirman la presión exterior. Hasta agosto de 2025, las importaciones de arroz han alcanzado 1.586.000 toneladas, casi 70.000 más que la campaña anterior. De ellas, 522.000 proceden de Camboya y Myanmar, según cifras del sector. Este volumen récord ha provocado una caída superior al 15% en los precios percibidos por los arroceros españoles en los últimos meses.
«Estamos preocupados por la entrada de arroz de otros países sin pagar aranceles, una cuestión que nos perjudica mucho. No solo a nosotros sino también a otros países como Italia y Portugal», insiste Pascual Fortea.
Además, menciona el problema del etiquetado engañoso. Según manifiesta, Pascual Fortea, «el arroz llega descascarillado y solo hay que envasarlo. En muchos casos figura como envasado en España, pero el arroz no se ha cultivado aquí ni en otro país de la Unión Europea. Demandamos un buen etiquetado para saber la procedencia, qué es lo que consumimos y lo que estamos comprando».
La situación podría empeorar con el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, a falta de ser ratificado por los parlamentos de los países miembros de ambos bloques y que contempla la entrada sin aranceles de 60.000 toneladas de arroz de países como Uruguay y Argentina. «Este acuerdo va a suponer la entrada de arroz de Uruguay, Argentina… donde se cultivan grandes extensiones y nos va a perjudicar igual que el que llega de Myanmar», advierte Pascual Fortea.
Desde AVA-ASAJA, reclaman que la UE perfeccione la cláusula de salvaguardia para proteger a un sector estratégico. «La Unión Europea no puede permitir que las necesidades políticas de cerrar un acuerdo rápido se impongan a la protección del cultivo del arroz», concluyen.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
Tierra Bobal acerca su esencia al público en un encuentro en el Mercado del Grao
Redacción E3









