Qué ver en Praga, consejos de viaje y cómo aprovechar tu visita al máximo
Descubre lo imprescindible de Praga, la mejor época para viajar, cuánto cuesta y consejos clave para disfrutar del verano en la capital checa
Praga es una ciudad que parece sacada de un cuento. Pasear por sus calles es como caminar por la historia de Europa, entre torres medievales, plazas adoquinadas y palacios centenarios. Uno de los primeros lugares que no puedes perderte es el Castillo de Praga, el complejo más grande del mundo. Desde sus murallas, las vistas del río Moldava son espectaculares, y en su interior se encuentra la majestuosa Catedral de San Vito. Para ahorrar tiempo y evitar colas, es recomendable comprar las entradas con antelación desde la web oficial del castillo.
Al bajar hacia el centro, te encontrarás con el Puente de Carlos, un icono de la ciudad. Este puente del siglo XIV está adornado con estatuas barrocas y suele estar animado por músicos y artistas callejeros. Muy cerca, en la Plaza de la Ciudad Vieja, destaca el Reloj Astronómico, que cada hora ofrece un curioso espectáculo mecánico que atrae a cientos de visitantes. Si te animas a subir a la torre del antiguo ayuntamiento, tendrás una panorámica impresionante del casco antiguo.
Rincones mágicos entre historia y belleza
Otro barrio que merece una visita pausada es Malá Strana, una zona bohemia repleta de encanto, jardines y pequeñas iglesias. Desde allí, puedes subir a la colina Petřín, ya sea andando o en funicular, y contemplar la ciudad desde lo alto. En la cima también encontrarás una pequeña torre de observación que recuerda a la Torre Eiffel y ofrece una vista panorámica única.

Para quienes buscan tranquilidad y espacios verdes, el parque Letná es perfecto. Desde su mirador se puede observar todo el perfil urbano de Praga, especialmente bello al atardecer. Y si te interesa la historia judía, el barrio de Josefov es una visita obligatoria. Allí podrás recorrer las sinagogas y el antiguo cementerio judío con una entrada combinada disponible desde la web.
Cuándo viajar a Praga: el encanto de cada estación
La capital checa puede visitarse todo el año, pero sin duda hay momentos más recomendables que otros. La primavera y el otoño son ideales por su clima templado, sus precios más asequibles y una menor aglomeración turística. En cambio, el verano —de junio a agosto— es la época más animada y colorida, aunque también la más concurrida. Las temperaturas suelen ser agradables, rondando los 25 grados, aunque en julio y agosto pueden superar los 30, sobre todo durante las olas de calor. A cambio, disfrutarás de festivales, terrazas llenas de vida y un ambiente vibrante en cada rincón.
Durante el invierno, Praga se transforma con un aire nostálgico y acogedor. Las luces navideñas y los mercadillos de diciembre la convierten en un destino muy atractivo, aunque el frío es intenso y los días bastante cortos.
Cuánto cuesta viajar a Praga en verano
Si estás pensando en viajar en los meses de verano, conviene saber que los precios tienden a subir por la alta demanda. El alojamiento en hoteles de gama media puede costar entre 120 y 180 euros por noche en zonas céntricas. Comer en restaurantes turísticos ronda los 20 euros por persona, aunque en barrios menos céntricos como Vinohrady o Žižkov puedes encontrar menús más económicos por unos 10 o 12 euros. El transporte público es eficiente y muy barato, con abonos diarios por unos 5 euros, que incluyen tranvías, autobuses y metro.

Las entradas a monumentos como el Castillo de Praga o el Barrio Judío cuestan entre 10 y 20 euros, dependiendo del tipo de visita. Si quieres hacer un tour guiado o una excursión a los alrededores, el precio medio es de unos 25 o 30 euros. Una cerveza local en una terraza del casco antiguo puede costar entre 3 y 6 euros, un pequeño lujo muy recomendable para disfrutar del ambiente.
Consejos útiles para visitar Praga en verano
Si decides viajar en verano, es importante que reserves tu alojamiento y tus entradas con bastante antelación, especialmente si planeas visitar los principales atractivos turísticos. Lleva ropa ligera, pero también algo de abrigo para las noches, que pueden refrescar. No olvides protegerte del sol y mantenerte bien hidratado, sobre todo si vas a caminar mucho.
Para evitar aglomeraciones, lo mejor es madrugar. Muchos monumentos abren a partir de las 9 de la mañana, y las primeras horas suelen ser las más tranquilas. Aunque el centro histórico es muy turístico, te animo a explorar otras zonas menos conocidas donde también se respira el auténtico espíritu praguense. Y si viajas con un presupuesto ajustado, aprovecha los parques, los miradores y los conciertos gratuitos al aire libre, muy comunes en los meses de verano.
Un destino inolvidable para cualquier estación
Viajar a Praga es siempre una experiencia mágica, pero si eliges el verano, prepárate para encontrar la ciudad en plena efervescencia. Con sus monumentos, su historia, su cerveza y sus vistas, esta ciudad enamora al primer vistazo. Tanto si vas por primera vez como si repites, hay siempre algo nuevo por descubrir. Ahora que sabes qué ver en Praga, cuándo viajar y cuánto cuesta, solo te queda hacer las maletas y lanzarte a la aventura.
Borja RamírezGraduado en Periodismo por la Universidad de Valencia, está especializado en actualidad internacional y análisis geopolítico por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera profesional en las ediciones web de cabeceras como Eldiario.es o El País. Desde junio de 2022 es redactor en la edición digital de Economía 3, donde compagina el análisis económico e internacional.





