Cuatro años de Alcatí: la consolidación de un sueño empresarial en el corazón de la Albufera

En septiembre de 2021, cuando la pandemia aún dejaba una estela de incertidumbre en el aire, en Economía 3 decidimos apostar por un proyecto que combinara el alma de nuestro medio con la esencia del territorio: el Club Deportivo Empresarial Alcatí. Nacía entonces una iniciativa pionera, concebida no solo como espacio de networking, sino como una manera distinta de hacer empresa: desde el respeto al patrimonio, la gastronomía y la naturaleza; desde la cultura local hacia la conexión global.

Hoy, cuatro años después, ese sueño no solo se ha consolidado, sino que se ha convertido en un referente dentro del tejido empresarial valenciano, un lugar donde las relaciones profesionales florecen entre barcas de vela latina, vinos de proximidad, barracas centenarias y atardeceres sobre las aguas tranquilas de la Albufera.

Un proyecto con alma

El Club Alcatí nació con unos principios muy claros que siguen guiando cada una de sus acciones: la recuperación de la arquitectura tradicional valenciana, la promoción del deporte autóctono –con especial atención a la vela latina– y la difusión de la gastronomía local como parte indisociable de nuestro ecosistema.

Desde su primera edición de los Atardeceres del Alcatí en 2021, el Club ha crecido en todos los sentidos: en número de eventos, en asistentes, en empresas participantes y, sobre todo, en espacios. Lo que comenzó en El Tancat de l’Alcatí, ha sumado dos enclaves únicos: la Barraca de Fang i Pallús, una joya enclavada en uno de los puntos más extraordinarios para contemplar el atardecer; y la Barraca del Tío Aranda, la más antigua de El Palmar, cuya restauración ha sido uno de los hitos más emotivos del proyecto.

El poder de la conexión auténtica

En estos cuatro años, más de 1.000 empresas han pasado por los eventos del Club. Lo que ha unido a todos esos profesionales no ha sido solo el interés por ampliar sus redes de contacto, sino también el deseo de vivir una experiencia diferente, donde el entorno inspire, la conversación fluya con naturalidad y los vínculos se generen desde la autenticidad.

En la primera edición, en 2021, un selecto grupo de empresarios y directivos disfrutó de una velada mágica: paseo en barca al atardecer, música suave, paella cocinada con leña y el vino de Bodegas Vicente Gandía para brindar por un nuevo comienzo. Aquel día, el Club no solo arrancaba su andadura, también dejaba clara su propuesta de valor: mezclar tradición, empresa y sostenibilidad con sensibilidad y elegancia.

2022: El año de la consolidación

Ya en su segundo año, el Club Alcatí comenzó a consolidarse como uno de los puntos de encuentro más apreciados por el ecosistema económico valenciano. Empresas de sectores tan diversos como la tecnología, la moda, la ingeniería, la alimentación o el diseño acudieron a las convocatorias, impulsadas por la calidad de los encuentros y el prestigio del entorno.

Bodegas Vicente Gandía volvió a acompañar una jornada donde no faltaron las anécdotas empresariales, los paseos en barca y la cocina local, símbolos vivientes de la tradición gastronómica de la Albufera.

Firmas como Fartons Polo, ESAT, Grant Thornton, Weaddyou, Sisteplant, Mapfre, Cajamar o Andersen compartieron sus proyectos e ilusiones en un ambiente relajado y enriquecedor.

2023: Más espacios, más comunidad

En 2023, con la restauración de la Barraca del Tío Aranda, el Club dio un paso decisivo hacia su madurez. No se trataba solo de recuperar un edificio; era, más bien, un gesto simbólico: devolver a la comunidad un pedazo de su historia. Ese año, el evento volvió a reunir a más de medio centenar de empresarios y profesionales que valoran, más allá del networking, la calidad humana del entorno y de quienes lo hacen posible.

La jornada estuvo marcada por las palabras de Elisa Valero, socia directora de Economía 3, quien recordó que el propósito del Club es «recuperar la arquitectura tradicional valenciana, promover el deporte de la vela latina, muy típico en L’Albufera, y divulgar la gastronomía local». Una declaración que no es solo un compromiso, sino una hoja de ruta que se cumple año tras año.

El evento contó con el respaldo de Interglobo, Formica, Link Securities y LabPyme, entre otros patrocinadores que repetían, que apostaron por un encuentro donde la calidad del entorno potencia el valor de las conexiones.

Empresas como Ferre Etiquetes, Ralcom Tiles, IMEXAGRO, Cavo Energías o Cuadrón Arquitectos compartieron su visión de futuro, sus retos internacionales y sus planes de expansión. Todo ello mientras la música del pianista Hugo Giardina envolvía la tarde con acordes de calma y belleza.

2024: Un club con mirada al futuro

Durante este año, cumplido su tercer aniversario, el Club reafirmó su vocación de ser mucho más que un espacio para encuentros empresariales. Ya se había convertido en un ecosistema de colaboración, donde se cultiva la confianza y se valora tanto el presente como la proyección a largo plazo.

El evento reunió a empresas como Veganic, AuraQuantic, Fundación Valgrai, y también la Fundación Casa Ronald McDonald, además de veteranos del Club como Mapfre y Awipik, y nuevos rostros que descubrieron por primera vez la magia del Alcatí. Como en ocasiones anteriores, el encuentro ofreció gastronomía local, vermuts de Benvolgut, vinos de Bodegas Vegamar y una puesta de sol que volvió a robar todos los aplausos.

Las palabras de nuestra socia directora marcaron de nuevo la dirección del proyecto: el futuro pasa por seguir creando espacios para generar sinergias, pero también por integrar tecnología que potencie las relaciones. Una de las novedades presentadas fue el desarrollo de una plataforma basada en inteligencia artificial para poner en contacto a empresas y facilitar el networking más allá de los encuentros presenciales.

Tradición, cultura y arquitectura al servicio del tejido empresarial

A lo largo de estos cuatro años, el Club Deportivo Empresarial Alcatí no solo fue un punto de encuentro para el networking, sino también una apuesta firme por la recuperación del patrimonio y la cultura tradicional valenciana. Así lo demostraron sus tres espacios singulares: el Motor del Tancat del Alcatí, la Barraca Fang i Pallús, y, desde 2024, la Barraca del Tío Aranda.

Esta última, situada en pleno centro de El Palmar, fue inaugurada tras un complejo proceso de restauración que permitió rescatar la que se considera la barraca más antigua de la Comunitat Valenciana. Un proyecto llevado a cabo con técnicas tradicionales y bajo la dirección de especialistas en arquitectura vernácula, que puso en valor no solo el edificio, sino también los oficios artesanales que lo hicieron posible.

Por su parte, la Barraca Fang i Pallús, incorporada al proyecto en 2022, se convirtió en escenario de encuentros empresariales que unieron tradición y empresa en un marco incomparable. Desde allí, se celebraron algunos de los eventos más recordados por los asistentes, demostrando que la cultura también puede ser un motor de conexión y desarrollo empresarial.

Un lugar para quedarse

Si algo han demostrado estos cuatro años es que el Club Deportivo Empresarial Alcatí ha sabido crear una comunidad fiel, diversa y comprometida. No se trata solo de hacer negocio, sino de hacerlo de otra manera: con respeto por la tierra, con atención al detalle, con una visión que une lo tradicional con lo contemporáneo.

En un mundo cada vez más digital, frío y acelerado, el Club Alcatí representa un respiro, una vuelta a lo esencial, una oportunidad para reconectar con el entorno, con otros empresarios y con uno mismo.

Y mientras La Albufera siga reflejando la luz dorada de los atardeceres sobre sus aguas, allí estará el Club, como un faro tranquilo donde los valores y las personas se encuentran para construir juntos un futuro mejor.