Viernes, 05 de Diciembre de 2025
Pulsa ENTER para buscar
INFONIF Club Empresas Podcast Rankings Eventos Revistas
Cuidar el seu futur

Escasez de temporeros y costes al alza, retos de bodegas y viticultores este año

Desde la Federación Española del Vino alertan de una cosecha corta, marcada por el cambio climático, la falta de temporeros y la complejidad legal de la Ley de la Cadena Alimentaria

Escasez de temporeros y costes al alza, retos de bodegas y viticultores este año
Publicado a 11/09/2025 16:03 | Actualizado a 12/09/2025 12:05

La vendimia 2025 llega con luces y sombras. Según José Luis Benítez, director de la Federación Española del Vino (FEV), la cosecha será de «buena calidad» aunque con una merma significativa en cantidad, especialmente en zonas como Rioja, Rueda, Castilla-La Mancha o Ribera del Guadiana. El cambio climático, la falta de mano de obra y la rigidez legal de la Ley de la Cadena Alimentaria figuran entre los principales retos a los que se enfrenta el sector.

De hecho, José Luis Benítez, define la cosecha de este año como de «buena calidad», aunque matiza que el mildiu ha afectado a algunas zonas concretas de España «contribuyendo a mermar la cantidad».

A pesar de todo, aclara Benítez,  «la cosecha en cuanto a calidad va a ser bastante buena. Es algo que viene motivado porque la cantidad va a ser más baja de la esperada en líneas generales  y en algunas zonas de manera muy notable», especifica.

Merma la cantidad pero no la calidad

El representante de FEV, adelanta que en La Rioja se habla de una cosecha en torno a los 200 millones de kilos, «cuando en un año normal supera los 400 millones».  La zona que cubre la DO de Rueda (Valladolid, Segovia y Ávila) «está teniendo problemas de cantidad». Otras zonas más pequeñas, como la Ribera del Guadiana, han sufrido una merma de su cosecha, también como consecuencia del mildiu; Cataluña ha recuperado algo de su producción, frente a años anteriores; y  Castilla La Mancha también verá mermada su producción porque se ha visto afectada por las olas de calor del pasado mes de julio.

Con lo cual, Benítez prevé que la producción sea similar a la del año pasado. «Es posible que lleguemos a los 37 millones de hectolitros. Sin embargo, todavía hay que esperar a ver cómo se desarrolla todo», vaticina.

Vendimia rápida

José Luis Benítez lo confirma: «la vendimia ha venido más rápida de lo que se esperaba, se ha adelantado». Precisamente, a principios de julio, se hablaba de retraso en la vendimia, en muchas zonas de España. Sin embargo, -aclara- «las circunstancias meteorológicas han producido el efecto contrario».

El director de la FEV pone como ejemplo La Rioja. «Del noroeste al sureste, hay 130 kilómetros aproximadamente. Se empieza a cosechar en Rioja Baja, y se va subiendo hacia la Rioja Alta. Este año se está juntando el tiempo de cosecha». Todas estas problemáticas confirman -recalca Benítez- que «somos un sector muy vulnerable al cambio climático».

Retos sin resolver

Tanto las bodegas como los viticultores se están enfrentando a un problema que José Luis Benítez define como «crónico» y que además «tiene muy, muy mala solución y pasa por encontrar mano de obra».  Advierte también que «no es un problema exclusivo de la viña, afecta a todo el campo español».

El segundo problema está relacionado con las circunstancias legales. En concreto con la Ley de la Cadena Alimentaria que entró en vigor 2013 y que sufrió una modificación en 2021.

La Ley obliga a pagar por encima del coste efectivo de producción, y es el viticultor, en este caso, el que tiene que saber cuál es su coste efectivo de producción y debe reflejarlo en el contrato. José Luis Benítez explica que «las bodegas pueden sufrir una penalización si finalmente se ha producido una merma de producción y sube el precio de la uva y esta opción no ha quedado reflejada en el contrato cuando su objetivo es pagar más al viticultor», señala.

Con lo que José Luis Benítez pide a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) cierta flexibilidad en la elaboración de los contratos.

La modificación de la Ley en 2021 hace hincapié en la necesidad de que el contrato recoja el coste efectivo de producción al que define como individual «ya que cada agricultor tiene el suyo», clarifica José Luis Benítez.

Por ello, se pone una cláusula en la cual el vendedor reconoce expresamente que se cubre el coste efectivo de producción para esos kilos estimados de esas parcelas concretas.

«Desde la FEV -recalca Benítez- ya advertimos en julio que era necesario contemplar en el contrato las posibles modificaciones de precio». «El bodeguero puede plantear en el contrato que si el rendimiento disminuye  y en vez de 10.000 kilos, baja a 5.000 se pueda subir el precio proporcionalmente para que cubra el costo efectivo de producción», informa.

El problema reside -remarca Benítez- en que «la ley no te permite modificar las condiciones del contrato a posteriori de la entrega de la uva, que es precisamente cuando el bodeguero la pesa en sus instalaciones y ya se sabe exactamente la cantidad».

Puede darse el caso que, finalmente, el precio que refleja el contrato no cubra el coste efectivo de producción y, aunque el bodeguero quiera pagar más por el precio de esa uva, no puede hacerlo porque la Administración no permite modificar el contrato a posteriori. «Hay que tener en cuenta, -advierte Benítez- que esto no es una ciencia exacta».

Precios y competitividad

La escasez de uva apunta a un encarecimiento de la materia prima. «Es la ley de la oferta y la demanda. No sé si será inmediato, pero es esperable que suban los precios de la uva y, en consecuencia, del vino», señala el director de la FEV. Una situación que podría afectar a la competitividad internacional del vino español. «Cuanto más te cuesta el producto, menos margen tienes. Y si subes precios, corres el riesgo de perder cuota en los mercados», advierte.

Producción más corta y denominaciones condicionadas

Benítez confirma que habrá menos vino este año: «Eso está claro, es proporcional. De cada 100 kilos de uva se obtienen unos 68-70 litros de vino». Respecto a la posibilidad de importar uva, recuerda que depende de la regulación de cada denominación: «En algunos vinos con indicación geográfica se permite hasta un 15% de uva de otras zonas, pero en las denominaciones de origen más estrictas no hay opción. Y si hablamos de vino sin indicación geográfica, sí puede importarse, incluso de fuera de España, aunque eso ya cambia la categoría del producto».

Un balance realista

Pese a la complejidad del panorama, el director de la FEV descarta dramatismos: «No es ninguna situación catastrófica. Es la normalidad del comercio de la uva, marcada por factores meteorológicos y de mercado. El problema es cuando regulaciones mal aplicadas generan conflictos que no benefician ni al viticultor ni a la bodega».

Firma
Fotografía de Gemma JimenoGemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
Artículos relacionados
Link Securities inversión Audasa
Últimas Noticias
finanedi
Artículos destacados
Link Securities inversión Audasa
Camara de Comercio de Castellon Energias renovables
112
Cuentas Anuales Infonif
El Debat
Alcati celebra tu evento
finanedi