Mireia Server, CEO de Rolser: «El liderazgo femenino es natural y lo valoramos»
Mireia Server está al frente de Rolser, una compañía con más de 50 años de trayectoria en la fabricación de carros de la compra, cuya facturación alcanzó los 23 millones de euros en 2024. Como CEO de la empresa, representa la tercera generación de una firma familiar que hoy tiene presencia en 60 países.
El matrimonio formado por Vicente Server Ferrer e Isabel Pérez Costa colocó en 1966 la primera piedra de lo que hoy conocemos como Rolser, una gran empresa líder en su sector y ampliamente reconocida por sus carritos de compra, que nos acompañan en el día a día al supermercado. La historia de éxito de esta compañía continúa hoy con Mireia y Vicent Server al frente, tercera generación de la familia, que sigue velando por «hacer las cosas bien y entregadas a tiempo», tal como decía su abuela Isabel Pérez.
Mireia Server, CEO de Rolser, conserva esas palabras grabadas en su memoria y asegura que los planes de futuro de la empresa «pasan por seguir apostando por la innovación y la expansión responsable». Está al mando de una compañía con presencia internacional, pero cuyos valores siguen siendo los que inspiran a muchas empresas familiares: «Combinar cabeza y corazón con sentido común».
Colaboración y dedicación, el alma de Rolser
– Rolser nació como una pequeña fábrica familiar en 1966. ¿Qué recuerdos personales guardas de los primeros años de la empresa?
Nací en 1978, por lo que no tengo recuerdos directos de los inicios de la empresa. Sí recuerdo con claridad las visitas que hacía a la fábrica después del colegio durante mi infancia. En esos momentos, se vivía en un ambiente muy familiar y cercano, una atmósfera de colaboración y dedicación que, me alegra decir, sigue siendo el alma de Rolser hoy en día. Ese espíritu de ilusión y trabajo conjunto es lo que ha marcado y continúa marcando nuestra identidad.

– Hoy lideras una compañía que fue fundada con el esfuerzo y la visión de tus abuelos. ¿Qué significa para ti estar al frente de ese legado familiar?
Asumir la dirección de Rolser, que actualmente lidero junto con Vicent Server, representa para mí una gran responsabilidad, pero también una enorme ilusión. Es un privilegio poder continuar un proyecto construido con tanto esfuerzo y pasión por mis abuelos, continuado por mi padre y mis tíos, y tener la oportunidad ahora de dar continuidad junto con el resto de la tercera generación.
Un espíritu familiar que trasciende generaciones
– ¿Cómo fue tu entrada en la empresa? ¿Cuáles dirías que han sido los mayores hitos al frente de tu dirección?
Desde el principio, mi incorporación a la empresa fue muy positiva; me sentí arropada tanto por mi familia, como por el equipo de trabajo, lo cual fue clave para poder contribuir desde el primer día. Uno de mis mayores logros ha sido la creación del departamento de exportación, que ha abierto nuevas oportunidades y mercados para la compañía.
– ¿Cómo crees que se ha mantenido vivo el espíritu original de Vicente Server e Isabel Pérez Costa en la identidad actual de Rolser?
Más que un espíritu individual, ha sido un espíritu familiar colectivo el que ha trascendido generaciones. Desde niños, pasando los veranos en la empresa, hasta las conversaciones familiares en comidas o viajes, la empresa siempre ha estado presente en nuestras vidas.
Este arraigo y pasión compartida han permitido que los valores fundacionales se mantengan vivos y se transmitan de forma natural a la siguiente generación.
La innovación, un proceso constante
– En 1972, Rolser revolucionó el mercado al transformar un sencillo capazo en un carro de compra. ¿Cómo ha evolucionado desde entonces esa cultura de innovación? ¿Cómo se consigue aunar la modernidad con un producto tan tradicional?
La innovación para nosotros es un proceso constante, no un destino. Nunca consideramos que un producto está terminado; siempre buscamos evolucionarlo conforme cambian las necesidades y hábitos de nuestros clientes y de la sociedad. La clave está en acompañar al consumidor en su día a día, adaptándonos para facilitarle la vida sin perder la esencia de calidad y funcionalidad que nos caracteriza. Así, un producto tradicional puede modernizarse respetando sus raíces, combinando diseño, tecnología y utilidad.
– Rolser cuenta hoy con presencia internacional en lugares como Miami o Vietnam. ¿Cómo ha sido el proceso de internacionalizar una marca tan vinculada a sus raíces locales?
La internacionalización ha surgido siempre de necesidades concretas y oportunidades que se han presentado. Por ejemplo, en Estados Unidos, al no encontrar distribuidores independientes que encajaran con nuestro perfil, decidimos convertirnos en nuestros propios distribuidores para mantener la calidad y la imagen de marca. En Vietnam, la expansión respondió a la búsqueda de competitividad en producción, permitiéndonos conservar la fábrica principal en nuestra tierra, La Marina Alta, con la que siempre hemos tenido un compromiso firme con nuestro territorio y su desarrollo económico.
¿Qué le queremos dejar a las futuras generaciones?
– Introducir prácticas sostenibles en una industria tradicional no es tarea fácil. ¿Cuál ha sido el mayor reto en ese camino hacia la sostenibilidad?
Creer genuinamente en el impacto positivo de lo que hacemos ha sido el motor fundamental. Nuestra motivación nace de preguntarnos qué mundo queremos dejar a las futuras generaciones, a nuestros hijos. Hemos abordado la sostenibilidad desde la selección de materias primas, enfrentándonos al desafío de encontrar proveedores que ofrezcan calidad y precios competitivos para no trasladar costes extras al consumidor.
Además, hemos trabajado en la optimización de procesos productivos para minimizar residuos y mejorar la eficiencia. Es un camino continuo, que requiere compromiso y coherencia.
– ¿Qué balance hacéis del crecimiento de Rolser en 2024 y cuáles son vuestras previsiones para 2025? ¿Qué nuevos planes y desarrollos tenéis en mente para el futuro?
En Rolser no nos enfocamos en establecer objetivos de crecimiento cuantitativos a largo plazo; preferimos centrarnos en la calidad y el compromiso, siguiendo el lema de mi abuela: «Hacer las cosas bien y entregadas a tiempo». Cada año trabajamos en nuevos proyectos y rediseños para mantenernos innovadores y competitivos.
Nuestra receta es sencilla: combinar buen diseño, calidad y dedicación, lo que garantiza un resultado exitoso año tras año. Sacar novedades todos los años es un reto que tenemos. Al final si usas ingredientes buenos y de calidad, la receta de un plato no puede salir mal, pues esto es lo mismo. Los planes de futuro pasan por seguir apostando por la innovación y la expansión responsable.
La visión de futuro de Rolser
– Como representante de la tercera generación al frente de la empresa, ¿cuál es tu visión para el futuro de Rolser? ¿Cómo cuidáis y mantenéis el legado para las generaciones que vienen detrás?
Así como nosotros crecimos con la empresa integrada en nuestras vidas, fomentamos que las nuevas generaciones también la conozcan desde pequeños. Mis hijos, por ejemplo, me acompañan a menudo cuando no tienen colegio, para que respiren el ambiente y la cultura de la empresa. Esto aumenta la probabilidad de que, si algún día desean involucrarse, lo hagan con verdadera vocación.
Además, en Rolser aprendemos a separar tres roles fundamentales: trabajador, accionista y familia. Saber gestionar estas dimensiones con respeto y profesionalidad es clave para mantener la armonía y el legado.
– Desde tu experiencia, ¿cuáles consideras que son los valores esenciales para liderar una empresa familiar en el siglo XXI?
Creo que es fundamental combinar cabeza y corazón con sentido común. La gestión de una empresa familiar requiere un equilibrio entre la profesionalización y el respeto por las raíces y valores familiares. Nos motiva un tipo de cuenta de resultados más allá de lo puramente financiero; buscamos impacto social, calidad y compromiso con nuestro entorno.
Un ejemplo de liderazgo femenino
– El liderazgo femenino ha estado presente en Rolser desde sus inicios. ¿Qué papel ha jugado históricamente y cómo lo valoras hoy en día?
En Rolser nunca hemos tenido barreras por género; todos hemos contado con igualdad de oportunidades. Recuerdo cuando, siendo joven, acudía a actos empresariales donde solía ser la única mujer, lo cual era desafiante. Afortunadamente, la situación ha mejorado, aunque no al ritmo que quisiéramos. Valoro que en nuestra empresa el liderazgo femenino es natural y valorado, un reflejo de nuestra cultura de igualdad y respeto.
– ¿Te has encontrado con barreras por ser mujer en el mundo empresarial? ¿Cómo has enfrentado y superado esos retos?
Por suerte, no he enfrentado grandes barreras. En algunos países, ciertas diferencias culturales, como la imposibilidad de estrechar la mano, han representado desafíos, pero nunca han impedido el desarrollo de mi trabajo. Además, liderar un equipo de exportación compuesto completamente por mujeres es un motivo de orgullo. Con la experiencia y la edad, uno gana confianza y seguridad para afrontar cualquier situación con mayor empoderamiento.
– Formas parte de la Fundación Mujeres al Timón, impulsada desde Economía 3, que reconoce a mujeres líderes por su talento y trayectoria. ¿Qué representa para ti participar en esta iniciativa? ¿Qué crees que aporta la Fundación al talento actual y a las futuras generaciones de empresarias y directivas?
Participar en esta iniciativa supone un gran orgullo para mí porque visibiliza que cualquier mujer puede alcanzar sus metas y sueños sin importar género ni condiciones.
La Fundación es un espacio que promueve la igualdad real de oportunidades, despojándola de cualquier sesgo o politización. Las mujeres no buscamos competir contra los hombres, sino igualdad en derechos y posibilidades. Este movimiento es esencial para inspirar y fortalecer a las líderes de hoy y de mañana.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.






