La Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 ha arrancado este lunes en Río de Janeiro, Brasil. El foro, que reúne a las principales economías del mundo, se celebra hasta este martes y, en esta ocasión, gira en torno a tres puntos: la erradicación del hambre, la reforma de los organismos internacionales y la transición energética. Uno de los aspectos más polémicos en la agenda del foro es la propuesta de implementar un impuesto global a las grandes fortunas, una iniciativa del Gobierno de Brasil que divide opiniones entre los jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como anfitrión de la cumbre, ha dado la bienvenida este lunes a los líderes mundiales que asisten a la cita, entre ellos Joe Biden (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Claudia Sheinbaum (México), Javier Milei (Argentina), Narendra Modi (India), Emmanuel Macron (Francia) y Olaf Scholz (Alemania). Una vez más, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido no asistir al foro, delegando su representación en el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
La cumbre está marcada por la incertidumbre sobre la postura que adoptará Donald Trump cuando asuma la Presidencia de Estados Unidos en enero, así como por la participación de Javier Milei, conocido por su oposición a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
Lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre
Durante su discurso en la apertura este lunes, el presidente Lula da Silva ha agradecido a los líderes sus asistencia a la Cumbre del G20 y ha destacado la importancia de los temas que se discutirán durante la misma. El foro ha comenzado con el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que pretende aunar los esfuerzos mundiales para luchar contra el hambre, reducir las desigualdades y promover el desarrollo sostenible.
Durante el lanzamiento de la Alianza, Lula da Silva ha subrayado que el hambre y la pobreza no son resultado de la escasez o de fenómenos naturales, sino producto de decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad. «Corresponde a los participantes en esta mesa asumir la tarea ineludible de poner fin a este flagelo que avergüenza a la humanidad. Por eso, hemos fijado como objetivo central de la presidencia brasileña del G20 el lanzamiento de una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza», ha añadido.
De esta Alianza, llamada a relanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se ha desmarcado el Gobierno de Argentina.
El impuesto a los superricos
Uno de los temas centrales de debate en esta Cumbre del G20, y que genera divisiones, es la propuesta presentada por Brasil, en calidad de presidente temporal del grupo, de establecer un impuesto global mínimo del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios, con el objetivo de recaudar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares anuales.
La iniciativa fue elaborada con la colaboración del economista francés Gabriel Zucman, profesor de economía en la Escuela de Economía de París y la Universidad de California, y fue presentada el pasado mes de junio.
Sin embargo, el Gobierno de Brasil ya reconoció este domingo que algunos países del G20 han cuestionado algunos puntos previamente acordados a nivel ministerial, incluido el impuesto a los superricos. Cabe recordar que este asunto fue mencionado en la declaración final de la última reunión de ministros de Economía del G20, celebrada en julio en Río de Janeiro.
El documento de esa reunión, aunque no es vinculante, refleja el compromiso de continuar debatiendo la fiscalidad de las grandes fortunas. «Con pleno respeto a la soberanía fiscal, buscaremos cooperar para garantizar que las personas con un patrimonio neto ultra alto paguen impuestos de manera efectiva», asegura la declaración, en la que se destaca la importancia «de que todos los contribuyentes, incluidas las personas con un patrimonio neto ultra alto, contribuyan con su parte justa en impuestos».
Estados Unidos, en contra; España, a favor
La propuesta del presidente brasileño, Lula da Silva, se enfrenta la oposición de países como Estados Unidos, Alemania y Argentina. En contraste, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, apoyará las iniciativas de Lula, incluida la creación de un impuesto global a las grandes fortunas.
Casualmente este debate llega al G20 mientras el Gobierno intenta sacar adelante en España un paquete fiscal que no cuenta por ahora con el respaldo de sus socios y cuya votación en la comisión de Hacienda del Congreso.
Fuentes del Ejecutivo español han señalado a la Agencia EFE que la postura de países como Argentina, contrarios a este tipo de gravamen, tendrá un impacto significativo en el resultado final de la propuesta dentro del G20.