La importancia de la actividad minera en nuestras vidas es un hecho y sus cifras son un fiel reflejo.
El sector de las materias primas minerales (MPM) agrupa en España a 3.800 empresas; existen 4.700 explotaciones mineras y fábricas en nuestro territorio; pone en valor 220 millones de toneladas de MPM no energéticas al año; da empleo a 322.000 personas de forma directa e indirecta tanto extracción como en transformación; genera 27.500 M€ de volumen de negocio (el 15% se debe a la componente extractiva y el 85% a la industrial); y exporta por valor de 12.350 M€. Pero, ¿qué preocupa a la industria minera y qué le ha llevado a poner en marcha la Fundación Minería y Vida?
Hablamos con su secretario general, César Luaces para que arroje luz sobre esta cuestión.
– ¿Cuáles son los valores fundacionales de la Fundación y por qué habéis vinculado la minería a la vida?
La segunda actividad del hombre, cuando comenzó la vida en la tierra fue, por un lado, buscar su alimentación y por otro, encontrar elementos que le ayuden a vivir mejor.
Es decir, la minería se acabará el día que ya no quede ningún ser humano en la tierra, no antes.
Sin embargo, en la sociedad actual y cada vez de manera más creciente, existe un desacople entre de dónde vienen los elementos, las materias primas… y el entorno que tenemos en el día a día, teniendo en cuenta que la vida en las ciudades puede alejarte de la realidad de las cosas.
Sin la industria minera no habría nada
– ¿Qué le ha pasado a la industria minera para que se haya puesto en marcha esta fundación?
Sin industria minera no habría nada. Es decir, seguiríamos viviendo en cavernas o en chozas y no tendríamos nada. Un ejemplo claro, sin aire te mueres y sin minas no tienes nada.
Sin embargo, la minería que es una actividad histórica y que ha dado nombre a edades de la evolución humana como la Edad de Piedra o la del Bronce… ahora parece que hay que “exterminar”. Pero, por otro lado, todo lo que tenemos y todo lo que hay viene de la minería.
De hecho, y por darte un dato, el Consejo Económico y Social Europeo estima que el 70% de la industria europea depende directamente de las materias primas minerales. Por lo tanto, el nivel de vida de los ciudadanos depende de la disponibilidad de materias primas minerales. Sino fuera así, las casas, las calles, las carreteras, las oficinas, las fábricas… no existirían. Es decir, la mayoría de las actividades económicas tienen su origen en la minería.
Igualmente, durante 40 años, la política europea y española se han olvidado de la importancia de la minería. Y nos hemos encontrado, por un lado, un alejamiento político de la industria extractiva y, por otro, con una expansión muy rápida de la conciencia medioambiental de la sociedad.
Ante esta situación, la propia Comisión Europea, que acaba de aprobar un reglamento de materias primas críticas, o el propio Gobierno que ha aprobado una hoja de ruta en 2022 para la gestión sostenibles de materias primas, se han dado cuenta que sin materia primas no hay nada.
Minería y derechos fundamentales
Ningún ciudadano vincula la minería con sus derechos fundamentales como puede ser el acceso a la vivienda, la justicia, la educación, la sanidad….
– ¿Cuál es la situación actual?
La minería se ha convertido actualmente en una prioridad del primer nivel tanto para Europa como para España. Sin embargo, la sociedad considera que la minería es muy importante, pero que la traigan de otro lado.
– ¿Con qué dificultades os encontráis?
La dificultad que tenemos es que nos encantaría que las minas estuvieran donde no molesten a nadie. Pero las minas están donde se ubican los yacimientos y esto no lo decide el ser humano, sino la evolución geológica de la Tierra.
Con lo cual, tenemos el conflicto de que algunos ciudadanos no quieren minas pero que las necesitan para poder vivir y no lo saben. Y nosotros tenemos que desarrollar nuestra actividad de una manera razonable y sostenible para poder alimentar a toda la sociedad.
720 t de minerales a lo largo de la vida
Quería destacar también que cada ciudadano consume entre 8.000 y 12.000 kg de materias primas al año. Según nuestros cálculos, cualquier persona consume a lo largo de su vida 720 t de minerales y no lo sabe.
– ¿Una vez recopilada esta información con que problemas os habéis encontrado?
Nos hemos encontrado con tres problemas que pretendemos resolver desde la Fundación.
Uno de ellos es el educativo. En los colegios se enseña que la minería es contaminante. Esta situación ha conllevado que no quieran minas y además, que no quieran incorporarse a esta industria. Por lo tanto, nos está generando en todo el mundo una falta de profesionales formados y cualificados que se incorporen al sector.
Por lo tanto, sino tenemos trabajadores, extraer los minerales será más caro y subirá el precio de la vivienda, las carreteras o los móviles… Ante esta situación, contamos con una componente educativa en la Fundación y por otro, de mejora del sector ya que las exigencias o las demandas de la sociedad en su conjunto requieren que nuestra industria sea cada vez mejor y más sostenible.
Solo un 10% de mujeres
Desde la Fundación desarrollamos un gran número de iniciativas vinculadas la economía circular, la Responsabilidad Social Empresarial, la igualdad en el trabajo, ya que ahora mismo tenemos un 10% de mujeres en la industria, un porcentaje que ha crecido en ocho puntos en veinte años.
Mejora de la industria sería la segunda pata. No podemos mejorar su imagen si no tenemos una dinámica de mejora continua. Es decir, si pretendiéramos mejorar la imagen sin hacer nada por mejorar nosotros mismos, estaríamos hablando de greenwashing. Mientras que nuestro enfoque pasa por defender valores como la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente, la lucha contra el cambio climático…
El tercer eje sería la comunicación hacia la sociedad.
En esta línea y que cuenta con multitud de vertientes, nos dirigimos a los alumnos de los colegios con libros de texto mejorados y contenidos correctos y equilibrados. En definitiva, queremos dotar al sistema educativo de conocimientos y de medios para que los profesores den a conocer nuestra actividad a los alumnos a través de recursos didácticos y otro tipo de materiales relacionados con la minería.
También queremos llevar nuestro mensaje a los ciudadanos que no conozcan nuestra labor.
– ¿Quién integra la Fundación?
La Fundación la integra un patronato donde originariamente el núcleo más importante venía de la propia industria minera. Pero estamos creciendo transversalmente. Es decir, también están presentes los dos sindicatos principales y vamos incorporando organizaciones ambientales porque lo que queremos es que la Fundación sea la plataforma, no solo de la industria, sino de la interacción de esta con su entorno.
– ¿Cómo se financia la Fundación?
La Fundación se financia, por un lado, con las aportaciones anuales de los patronos y, por otro, con donaciones privadas. Comenzamos nuestra actividad en 2022 y fue en esta fecha cuando comenzamos a realizar actividades. Las aportaciones económicas de donantes han ido creciendo gracias a nuestra actividad.
Los donantes pueden ser empresas, administraciones, personas individuales, etc. Gracias a todo ello, contamos con un plan de trabajo que contempla 34 acciones con los tres ejes que hemos comentado anteriormente como son la educación, mejora de la dinámica sectorial de la sostenibilidad y la comunicación.
Contamos con una web donde incluimos nuestras acciones de comunicación, realizamos píldoras de video donde personas que trabajan en el sector explican la labor que realizan. También se tratan temas como la mujer en la minería o la minería y la biodiversidad…
También realizamos guías con temas diversos como relaciones con el entorno social. Estamos a punto de terminar una guía sobre la mujer en la minería y estamos trabajando también en otra sobre aplicación de los criterios RSC a la industria. Además, llevamos a cabo otras acciones para apoyarnos en el entorno social directo de las explotaciones. Hay unas 2.600 explotaciones mineras, ya no hay minería del carbón y metálica existen muy poquitas.
La sociedad cree que hay poca minería en España. La más cuestionada o problemática, como la del carbón, se ha acabado y la metálica hay poca, pero pero es imprescindible.