Los dos factores que podrían enfriar la ‘fiebre’ por las Letras del Tesoro
Los martes tomaron protagonismo y los pequeños ahorradores en su mayoría asistían fieles a la cita en el número 48 de la calle Alcalá. Especialmente llamativas eran las largas colas que se formaban frente a la imponente sede del Banco de España. Todos con un único fin: hacer crecer sus ahorros sin asumir apenas riesgos. Los últimos meses han sido testigos del boom por las Letras del Tesoro, un tipo de inversión en renta fija a corto plazo emitida por el Estado.
¿Qué ocurrió a principios del año 2023 para que un producto prácticamente marginal adquiriera una relevancia tan alta? Destacan dos acontecimientos. El primero, la decisión en la política monetaria del BCE de subir los tipos de interés para tratar de frenar la inflación. El segundo, la escasa remuneración a los depósitos por parte de las entidades bancarias. Ambos factores ahora pueden dar un vuelco y enfriar la ‘fiebre’ por las Letras del Tesoro.
¿Vuelta a la baja rentabilidad?
La última subasta del Tesoro Público, celebrada hace apenas unos días, colocó 2.133 millones de euros en letras a tres y nueve meses. Aunque, eso sí y aquí viene lo interesante, a un interés menor al que venía ofreciendo la entidad los últimos meses. Una burbuja que parece empezar a desinflarse a tenor de los datos.
Las letras a tres meses han salido a un rendimiento del 2,860%, inferior al 3,215 % previo. Dicho de otra forma, su nivel más bajo desde marzo de 2023, momento en el que la fiebre empezó a subir. Mientras que las letras a nueve meses se han pagado a un interés del 3,027% -también menor que el 3,150% de agosto- y el más bajo desde abril del año pasado.
En concreto, en letras a nueve meses, el Tesoro ha adjudicado 1.440 millones de euros. Y en letras a tres meses, 693 millones. La demanda por parte de los inversores ha alcanzado los 4.886 millones de euros. De esta manera, la ratio de la subasta -diferencia entre lo solicitado y lo finalmente adjudicado- ha sido de 2,2 veces.
Como aproximación a la participación de los inversores minoristas, se utilizan las pujas no competitivas (no ponen un precio específico para la inversión, solo la cantidad que quieren), que en esta subasta alcanzaron los 398 millones. Una cantidad muy inferior a los 1.549 millones de euros que se registró en la puja de la semana anterior, de letras a seis y doce meses. Habrá que esperar a la próxima cita, la del 19 de septiembre, para ver cómo responden los inversores.
¿Por qué puede ser el fin de las Letras del Tesoro?
La última subasta de Letras del Tesoro se celebró dos días antes de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo. Ahora, con el dato en la mano, asistimos a la segunda bajada de tipos de interés en lo que va de año. El organismo presidido por Christine Lagarde ha recortado en 0,25 puntos la tasa de facilidad de depósito hasta el 3,5%.
Por su parte, al principio, las entidades bancarias tradicionales no aumentaron al mismo ritmo los intereses de sus depósitos. Esto provocó que estos productos perdieran atractivo frente a las Letras del Tesoro. No obstante, cada vez son más los bancos que ofrecen una seductora rentabilidad a sus clientes, principalmente a través de cuentas de ahorro remuneradas. Un producto que resulta, si no más sencillo, al menos más cómodo en su acceso, sin largas colas ni fechas a recordar en el calendario.
Todo ello sin olvidar que, en un contexto de incertidumbre económica como el actual, los inversores han priorizado la seguridad de sus inversiones. Y, las Letras del Tesoro -respaldadas por el Estado-, ofrecen una mayor garantía.
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