Los países mueven ficha ante el auge de los coches eléctricos chinos. El pasado 14 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció nuevos aranceles sobre las importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares, siendo los vehículos eléctricos el sector más castigado.
Los gravámenes a los coches chinos pasan del 25% al 100%, en respuesta al incremento de exportaciones de vehículos eléctricos, que creció un 70% entre 2022 y 2023. Washington ve una amenaza el desarrollo de este sector por parte de Pekín y quiere incentivar la producción del coche eléctrico en Estados Unidos.
Cabe señalar que los aranceles anunciados por Biden entrarán en vigor entre 2025 y 2026, por lo que su implementación depende de quien gane las elecciones presidenciales de 2024.
Investigación de la UE sobre los coches chinos
Ante este anuncio de EE.UU, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, rechazó este pasado martes que la Unión Europea vaya a imponer «aranceles generalizados» a productos de China, como los aprobados por Washington. Sin embargo, Bruselas sí impondrá aranceles, en caso de que la investigación europea sobre los coches eléctricos chinos concluya que estos reciben subsidios públicos que perjudican a las firmas europeas.
En este sentido, cabe recordar que, hace ocho meses, la Comisión Europea inició una investigación para averiguar si la industria de vehículos eléctricos de China se beneficia de subsidios estatales excesivos que le otorgan una ventaja sobre sus competidores europeos.
Aunque Von der Leyen afirmó compartir «las preocupaciones» de EE.UU., la Unión Europea pretende adoptar un enfoque más individualizado, centrándose en los coches chinos, a diferencia de Washington, que opta por imponer aranceles a distintos productos. «Si se confirma, como espero, que estos subsidios existen, entonces puedo garantizar que el nivel de aranceles que impondremos será correspondiente al nivel de daño. Mucho más específico, mucho más individualizado, este es nuestro enfoque», recalcó.
Alemania descarta el «proteccionismo» de EE.UU
Por su parte, tras el anuncio de Biden, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, advirtió de los riesgos del «proteccionismo» y recordó que, ante la situación de la economía alemana, deben “cuidar que los mercados abiertos no se vayan a pique». «El proteccionismo hace que, al final, todo sea más caro. Lo que necesitamos es un comercio mundial justo y libre», destacó.
En la misma línea se expresó el Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, conocido como el grupo de los «cinco sabios», que consideraron que la UE no debería seguir el mismo camino que EE.UU. «Está claro que EEUU tiene, por razones políticas, la intención de proteger a su población y a su industria. Es comprensible, pero la pregunta es si algo similar sería adecuado para nosotros, tal vez eso no sería lo más inteligente», señaló la presidenta del grupo, Monika Schnitzer.
Producción de coches chinos en México
Más allá de los aranceles anunciados, EE.UU. no descarta penalidades adicionales en caso de que China comience a producir vehículos eléctricos en México. La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, advirtió, la semana pasada, sobre los planes de fabricantes chinos de establecer plantas automotrices en el país vecino.
En este sentido, la marca china de vehículos eléctricos BYD ya ha anunciado la próxima construcción de una nueva planta en el centro de México, el primer mercado de la empresa fuera de Asia.
Una vez más, la decisión del gigante asiático de establecerse en México preocupa al gobierno estadounidense y a la industria local, ya que temen que esto aumente la competencia y afecte negativamente a la economía y al sector automotriz de Estados Unidos.
Japón y los países del sudeste asiático se unen
Estados Unidos y la Unión Europea no son los únicos que han comenzado a responder al crecimiento de los automóviles chinos. Japón y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) están desarrollando una estrategia conjunta para la manufactura y venta de vehículos, con el objetivo de fortalecer su colaboración.
Según el diario japonés Nikkei, esta estrategia, que involucra a Japón y a los 10 países miembros de Asean, estaría planificada hasta 2035 y podría anunciarse en septiembre. El avance de los fabricantes chinos presenta un desafío para sus competidores japoneses, como Toyota y Honda, que tienen plantas en varios países del sudeste asiático.
China y Rusia, en alianza
Frente a los aranceles de Estados Unidos, Rusia refuerza su colaboración en el sector del automóvil. La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que seguiría colaborando con China en el desarrollo de sus industrias automotrices. “Saludamos la cooperación con los amigos chinos en el campo de la producción de automóviles, donde las compañías chinas están logrando un éxito claro y muy obvio», destacó tras reunirse en Pekín con el presidente de China, Xi Jinping.
El mandatario ruso garantizó que la cooperación entre ambos países se mantendrá en el futuro y criticó “el impacto negativo de varias sanciones y restricciones ilegales” al sector.
Por otro lado, como reacción a las medidas adoptadas por la UE y EE.UU., China está considerando aumentar los aranceles temporales aplicados a los vehículos importados con motores de gran cilindrada.
En un comunicado publicado este miércoles, la Cámara de Comercio de China en la UE afirma «haber sido informada por personas conocedoras del sector» sobre este posible incremento de aranceles y señala las «implicaciones» que esto podría tener para los fabricantes de automóviles europeos y estadounidenses.