El primer mes del año termina con el recrudecimiento del pulso que mantienen los agricultores y el Gobierno francés, que se intensifica tras una semana que cerró con fuertes protestas en Francia y las imágenes de camiones españoles parados y vaciados por piquetes violentos en el paso fronterizo a la altura de La Junquera por la AP7.

Los sindicatos agrarios galos, cuyas protestas se han ido extendiendo por todo el país desde que el 18 de enero comenzasen los bloqueos de carreteras y tractores, hicieron efectiva la tarde del lunes su amenaza de proceder a un «asedio» a París con bloqueos en algunos de los grandes ejes de acceso a la capital. Mientras tanto, la consigna del Gobierno es evitar la intervención policial para no subir la crispación, a la vez que el presidente, Emmanuel Macron, reunía un gabinete de crisis.

Los agricultores franceses se acercan a esta hora a París con el objetivo de dejar incomunicada la capital francesa y ya han bloqueado algunos de los principales accesos

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Pese a que la entidad y contundencia de las protestas en Francia han centrado el foco en el país vecino, las protestas de agricultores y ganaderos se multiplican a lo largo de toda la geografía europea. Desde Italia a Grecia y Rumanía, las reivindicaciones de los respectivos sectores mantienen un denominador común: la subida del precio del gasóleo y el impacto de los productos ucranianos en los productores europeos.

«Viernes negro» para los transportistas españoles

La deriva violenta -que amenaza a los transportistas de vino y de frutas o verduras- se produce en un momento fundamental de la campaña hortofrutícola, sobre todo del sureste español, porque es entre enero y marzo cuando puede vender a buen precio sus productos por cuestiones climáticas y porque no coincide con los calendarios de producción del norte.

Según ha explicado Andrés Góngora, representante sectorial de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), las consecuencias de estos incidentes dependen también del día de la semana, ya que el jueves es uno de los más importantes, mientras que el viernes es más tranquilo -en el sur de España cargan los camiones el fin de semana- y de nuevo el lunes se convierte en una de las jornadas clave para el tránsito de frutas y verduras.

Ante los ataques a los transportistas españoles, el sector agrario ha reclamado a las autoridades francesas y a la Comisión Europea (CE) que garanticen el libre tránsito en Francia. Sin embargo, el Gobierno galo -con su primer ministro, Gabriel Attal, al frente- parece haber comprado las tesis de los agricultores y ha anunciado «nuevas medidas» para contrarrestar lo que considera una «competencia desleal» por parte de los agricultores extranjeros que venden sus productos en Francia, entre ellos España e Italia.

España desmiente la competencia desleal

Durante una visita el pasado domingo a una explotación agrícola, Attal afirmó que «no es normal que haya países vecinos que usan ciertos productos fitosanitarios que vosotros no podéis usar y ellos sí». El primer ministro dijo que su Gobierno abordará ese asunto en el ámbito europeo y dio la razón a la queja de uno de los agricultores, quien aseguró ante las cámaras que «es muy hipócrita» importar verduras y frutas de países como España que «están fastidiando todo su ecosistema».

AVA-ASAJA replica a Francia que “todos los agricultores europeos tenemos las mismas obligaciones”.

“Los enemigos están en Bruselas y allí es donde deberían apuntar para acabar con su plan de sustituirnos por la competencia desleal de terceros países”

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— Associació Valenciana d’Agricultors (@ava_asaja) January 29, 2024

Desde Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) niegan en un comunicado estas afirmaciones. Su presidente, Cristóbal Aguado, recuerda que «todos los agricultores europeos, ya sean franceses, españoles o italianos, tenemos las mismas obligaciones a la hora de producir alimentos»; y asevera que «los enemigos de los agricultores europeos están en Bruselas y allí es donde deberían apuntar los franceses para acabar con su plan preconcebido de sustituirnos por las importaciones de países terceros que sí son competencia desleal».

Aguado argumenta que es «Bruselas quien está firmando sistemáticamente acuerdos comerciales con países terceros como Marruecos, Egipto y Sudáfrica, que les otorgan los mismos derechos que tiene cualquier Estado Miembro. Es decir, arancel cero para sus envíos, pero les eximen de las mismas trabas, limitaciones y prohibiciones que establece a los Estados Miembros».

Francia, puerto de entrada

Desde la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) han criticado el ataque de los agricultores franceses al producto español, mientras que subrayan que Francia se sitúa como el principal país de entrada de frutas y hortalizas marroquíes de la UE, con el 50 % del total importado.

Para Fepex es «inadmisible» que los agricultores franceses «continúen culpando» y «perjudicando» a las producciones españolas, «sometidas» a la misma normativa comunitaria, mientras que es Francia el mayor importador de frutas y hortalizas procedentes de Marruecos.

La organización aporta además datos: en 2022, la importación comunitaria de frutas y hortalizas marroquíes se situó en 1.540.851 toneladas, de las cuales 776.839 toneladas fueron importadas por Francia, que es el segundo Estado miembro de la UE que más importa de países extraeuropeos.

Protestas en toda Europa

El descontento entre agricultores y ganaderos no es un fenómeno exclusivo de Francia. A las movilizaciones de los agricultores franceses se suman la de los griegos, que se intensificaron durante la semana pasada y se expandieron a todo el país. En su caso, exigen al Gobierno heleno exenciones fiscales al combustible y ayudas por la pérdida de cosechas debido a las inundaciones. También en Rumanía el sector protesta desde hace dos semanas para pedir mejoras laborales y fiscales.

Son diversos los puntos en común que comparten estas reivindicaciones, principalmente la reducción de los costes de producción a través de exenciones fiscales para el combustible, así como medidas para contrarrestar los efectos de la entrada de grano ucraniano, que con sus precios bajos, afecta negativamente a los productores locales.

En nuestro país, el director de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, ha manifestado que agricultores españoles y franceses comparten el mismo problema. Además, el portavoz ha anunciado movilizaciones durante «los primeros días de las próximas semanas».