Femeval llama a la calma ante la crisis del Mar Rojo: «no hay carencias»
El Comité Ejecutivo de Femeval, en un análisis del impacto de la crisis del Mar Rojo, el mayor problema geopolítico que se cierne ahora sobre la economía mundial y sobre los mercados, concluye que, dentro de la preocupación que genera, no hay afectación de momento en la actividad ni en la carencia de piezas o materiales de las empresas del sector metal que continúan con su funcionamiento con normalidad.
Lo que sí está provocando es un encarecimiento de los portes y fletes, que está desembocando en subidas del precio final del producto, situación que podría renovar la presión alcista sobre los precios. Al respecto, se solicita prudencia para no generar alarmismo que desestabilice aún más la economía, aunque si bien se debe estar expectante ante la evolución futura.
Femeval considera que esta situación evidencia que las lecciones se olvidan rápido, porque la Unión Europea se comprometió tras la pandemia del COVID a promover la fabricación en Europa para evitar la alta dependencia de proveedores externos. Pero, a fecha de hoy, el problema persiste.
En 2020, Femeval ya diseñó un «Plan de Reactivación del Sector Metalmecánico. Medidas para el día después» para afrontar la crisis económica sin precedentes derivada de la crisis sanitaria, donde se priorizaban siete medidas. Entre ellas, apostar por cadenas de suministro de proximidad porque la Covid-19 puso en evidencia el peligro que supone la dependencia de terceros.
Por ello, el Comité Ejecutivo insiste en la necesidad de un posicionamiento conjunto de todos los sectores afectados a través de sus organizaciones representativas para que las Administraciones favorezcan la implantación de una estrategia de relocalización de las fuentes de suministros. Es decir, una red de proveedores locales que satisfaga las necesidades sectoriales de productos y servicios, evitando de esta manera depender de cadenas de suministros externas o en el peor de los casos, llegar a deslocalizar la producción.
Una actuación en la que el metal, por su transversalidad, puede jugar un papel fundamental para actuar como tractor e impulsor del desarrollo de las empresas de su área de influencia.