Tratando de navegar una coyuntura especialmente volátil, y aguantando la respiración ante lo que pueda suceder en Oriente Medio, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España (BE) perfilan un horizonte de crecimiento económico muy reducido, cercano a números prácticamente nulos. Los indicadores apuntan a una mayor debilidad de cara al tercer trimestre, que no permite «descargar un crecimiento negativo».
Así lo pronostica el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien ha abordado el medio plazo dentro de la charla «Perspectivas económicas para el área del euro y España 2023-2025». El acto ha formado parte de la programación de la Cátedra Germán Bernácer que promueven conjuntamente el Foro de Debate Económico Germán Bernácer y la Universidad de Alicante.
Para el gobernador, mantener «durante un largo tiempo» el alza de tipos actual -que se encuentran en el 4,5 % desde este septiembre-, «podría ser suficiente» para reducir al 2 % la inflación de la zona euro.
¿Recuperación para 2025?
Estos datos contrastan con los de la zona euro, pues en el primer trimestre el crecimiento de la zona euro fue de un 0,1 %, «casi nulo», y los indicadores para el tercer trimestre «muestran una debilidad económica que se habría intensificado» y «no se puede descartar que el crecimiento sea negativo», un hecho que cambiará de cara al primer semestre de 2024.
Pese a ello, asegura Hernández de Cos, la economía española ha resistido bien. En este sentido, ha asegurado que «la mayor resistencia de la actividad económica en España frente al conjunto del área del euro en 2023, se explica fundamentalmente por la distinta composición sectorial, con un mayor peso de los servicios, y una menor exposición a la economía china».
El economista confía en que de cara a 2024 se produzca «una cierta recuperación de la economía en la zona euro» que se traduzca un crecimiento del entorno del 1%, que continuaría en 2025 hasta situarse en el 1,5%.
«Es cierto que el escenario es de un aterrizaje suave, con una previsión de caída de la inflación hasta rondar el 2% en 2025. Sin embargo, estaríamos previendo a un estancamiento de la actividad económica en los próximos años. Un aumento de los salarios reales ayudaría a incentivar la demanda, siempre y cuando la economía mundial vea una recuperación, sobre todo en el sector exterior», ha asegurado.
Sin embargo, existen riesgos
El gobernador del Banco de España ha advertido de los «numerosos riesgos», que están sesgando a la baja las previsiones y, al respecto, ha comentado que lo ocurrido hace apenas una semana en Oriente Medio «es solo un ejemplo».
También existe el riesgo de la consolidación de un entorno de inflación persistente y elevada, motivados principalmente por la subida de los salarios y el gran aumento de los márgenes empresariales. Con respecto a esto último, Hernández de Cos afirma que esta gran subida de los márgenes «pueden utilizarse como un colchón en un contexto de mayor debilidad de demanda».
Y concluye: «esperamos en el medio plazo un escenario de recuperación gradual hasta hasta llegar a crecer al 1,8% y el 2% respectivamente. Un panorama que está por encima de la zona euro, pero que suponen reducciones significativas a las previsiones publicadas en julio».
El sector bancario, más robusto
Respecto al sector bancario, el gobernador del Banco de España ha detallado que las ratios de liquidez de las distintas entidades «se han mantenido muy por encima de los requerimientos obligatorios» y que se ha producido un «aumento paulatino de las condiciones financieras generales».
No obstante, ha aseverado que «persisten las buenas noticias» en la morosidad, que se había reducido hasta el 3,4 % en junio, y también en la rentabilidad y en la solvencia.
«El sector bancario ha mejorado su rentabilidad y su solvencia, ha mantenido la reducción de morosidad y, frente a crisis previas, el nivel de resiliencia ha sido claramente superior», ha celebrado Hernández de Cos, que ha comentado que esto se debe a la reforma regulatoria global implementada tras la crisis del 2008.
Por último, ha reivindicado la necesidad de un depósito de garantía europeo y no solo nacional, y ha insistido en que «el proceso de política monetaria siga profundizándose» a nivel comunitario, porque «ningún reto se puede afrontar solo de manera nacional», por lo que ha pedido el «reforzamiento de la política europea».
El Banco de España recomienda
Para el economista, el tono de la política fiscal española durante la última parte de 2023 debe regirse por la reducción el déficit público estructural, que además en el caso de la economía española es muy elevado. Ello supone una debilidad muy importante -asegura Hernández de Cos- que también tiene que ver con que ese proceso de ajuste fiscal debe ser gradual.
El reto es importante y deberá abarcar varios años, enmarcado en un cuadro macroeconómico prudente para varios años. Un programa de ajuste fiscal creíble y detallado será fundamental, que debe venir acompañado de reformas estructurales con especial incidencia a la elevada tasa de paro que mantenemos como a la baja productividad de la economía española.
«Revertir esto es absolutamente fundamental para revertir la disparidad con respecto al nivel de renta europeo. En momentos de tanta incertidumbre como los que vivimos, es muy importante que el proceso de unión política y monetaria acabe produciéndose. Ninguno de los retos que enfrentamos con carácter global se puede afrontar desde una perspectiva nacional, exigen más Europa. Para ello necesitamos completar la unión bancaria», ha concluido el gobernador.