Este mes hemos sumado un nuevo Unicornio español y no es que hablemos de mitología, hablamos de una empresa que es considerada start-up tecnológica y que alcanza una valoración superior a los 1.000 millones de dólares en los mercados de inversión, sin cotizar en bolsa.
Con esta nueva ronda de financiación de Factorial (empresa de software de gestión de RR.HH.), sumamos un unicornio más a España, donde históricamente nos movemos alrededor de la decena de este tipo de empresas.
Ha liderado la ronda de financiación el fondo europeo Atómico con la participación del fondo soberano de Singapur GIC. Entre el resto de los accionistas que tiene la compañía hay otros fondos como GIC, Tiger Global, CRV Creandum y K Fund.
Ante esta operación, me planteo tres reflexiones:
La primera de ellas es por qué no tenemos en España más empresas consideradas Unicornio, seguramente tenga que ver con el concepto de pensar en grande. El objetivo de cualquier emprendedor debe ir orientado a convertirse en Unicornio porque en este punto, una vez más, EE.UU. y China lideran este ranking. Hay que estar muy atento a las empresas que se han creado en estos países y cómo es el modelo de negocio que las ha llevado a convertirse en Unicornio. También es interesante conocer a los emprendedores españoles que han logrado este hito porque, seguramente, ha sido su trabajo incansable, creer en el proyecto y no rendirse nunca, lo que les ha posicionado en ese estatus.
El segundo de los aspectos que me llama la atención es que la mayoría de los Unicornios españoles tienen como inversores a fondos extranjeros. Por qué no tenemos mayor inversión española en este tipo de empresas que, en definitiva, generan empleo y riqueza. También aquí seguramente tengamos mucho que aprender de los países que nos llevan años de ventaja en moverse en este tipo de ecosistemas.
Y la última de las reflexiones es si una start-up que se convierte en Unicornio realmente vale más de 1.000 millones de euros. Si analizas las cuentas anuales de las empresas consideradas Unicornio hay tres datos a destacar que son comunes en un 90% de los casos: las ventas son crecientes, presentan pérdidas y su ratio Deuda/Ebitda es bajo. Esto significa que hacen frente a la deuda con lo que generan en un plazo de tiempo inferior a tres años en todas ellas. Quizás, alguno de estos indicadores explique también el posible apetito inversor español.
De modo que estos tres aspectos, probablemente, sean como aquello de «qué es antes, el huevo o la gallina», y expliquen el hecho de que «no me convierto en Unicornio porque no consigo rondas de financiación» o «no invierto en start-ups porque no creo que valgan lo que dicen».
Sea como fuere, lo cierto es que hay empresas consideradas como Unicornio que han sido exitosas y sería deseable poder dar más noticias sobre más Unicornios en España y de pura raza con apoyo de inversión nacional también.