Laura López, el ‘horror vacui’ en la era de Instagram
Alrededor de una mesa se celebran logros, se toman decisiones transcendentales e, incluso, se cierran tratos empresariales. Y, por supuesto, también se come. Laura López lo sabe bien.
Aquella conocida expresión de que «comemos por los ojos» se hace realidad en las fotografías que la influencer publica en su cuenta de Instagram (@lauraponts). El color de estos bodegones vibra a través de las pantallas con sus verduras, frutas, flores y especias. Un horror vacui contemporáneo en la era de los likes y los follows. Precisamente por eso cuesta creer que todas las imágenes capturadas por López hayan salido de la cámara de su teléfono móvil, sin más filtro que la luz natural.
Pasión desde la cuna
La pasión por la gastronomía de esta instagramer, que ya cuenta con más de 350.000 seguidores, viene casi heredada. López se crió entre embutidos y platos cocinados en el negocio familiar: la Cansaladeria Vilalta, ubicada en la localidad leridana de Ponts, que también da nombre, en un claro homenaje a sus raíces, a su cuenta en esta red social. «Desde que nací siempre he estado rodeada de un montón de comida a mi alrededor. Me encantaba comer, pero además mi madre se ocupó de enseñarme a apreciar los productos de calidad y de darme a conocer los mejores restaurantes», relata.
Lo de las redes sociales vendría después. Antes, se formó en Hostelería y Restauración en la Escuela Hofmann de Barcelona.
De ser la única de su pandilla de amigos que todavía no se había dejado seducir por el mundo de las redes, pasó, «poco a poco», a despertar el interés de las marcas: «Me di cuenta de que podía definir esto como mi profesión cuando me empiezan a contactar las primeras marcas, empresas y cocineros pidiéndome presupuesto. También cuando dedicas más de ocho horas diarias a todo esto».
Pero, la fama no llegó de un día para otro. López estuvo «jugando y experimentando» con sus posts durante cuatro años. «Al principio, me gastaba un montón de dinero a cambio de nada. Tenía que comprar los alimentos, los fondos, los utensilios de cocina… Te empiezas a volver loca comprando de todo», explica.
La mejor instagramer española
Así hasta que en 2015 recibió el Premio a la Mejor Instagramer de España. Un hecho que le permitió «ganar más seguidores y que me abrió mucho las puertas a otras colaboraciones».
Laura López se define como estilista gastronómica. ¿Y en qué consiste esto? «Ser estilista no es solo montar una mesa o un bodegón bonitos. Todos comemos con los ojos. Un estilista también se tiene que ocupar de seleccionar un buen producto. Desde las flores que van a decorar la mesa hasta la receta final. Lo más importante es saber jugar muchísimo con los colores: montar escenas que estén llenas de alegría».
La media de tiempo que emplea para sus creaciones oscila entre la hora y media y las dos horas. Sin embargo, el proceso empieza mucho antes con la compra de los ingredientes: «Para crear un bodegón pierdo gran parte de la mañana porque me recorro toda la ciudad de Barcelona. Las flores las compro en un lugar, las verduras y las frutas en otro, el pescado más allá…».
Cambiar los fondos, cortar los vegetales, colocarlos armoniosamente y conjugar todos los colores es todo lo que ocurre a continuación.
Aunque estas recetas no lleguen al paladar de los seguidores de @lauraponts la calidad de los productos es un aspecto «muy relevante» para esta creadora de contenido. A este respecto, López narra la anécdota sobre cómo en una ocasión tenía que elaborar un bodegón con 15 tipos de quesos diferentes. «Fui a un supermercado económico y allí compré los 15 quesos. Aquel día me di cuenta de que la calidad se nota muchísimo a la hora de hacer la foto. Después de eso decidí no hacerlo nunca más. No se veían artesanos, ni que estuvieran hechos a mano; tenían otro color, todo se ve mucho más artificial», argumenta.
Lo mismo ocurre con los elementos decorativos: «Al principio, sí que ponía hierbas aromáticas, flores y plantas artificiales. Y mucha más gente de lo que te puedas imaginar lo notaba. Por eso, para mí es muy importante comprar siempre un buen producto. Aunque gastes más dinero creo que el público lo sabe apreciar».
Alimentos «fotogénicos»
En la era del foodporn –concepto surgido en las redes sociales que consiste en mostrar alimentos con un alto impacto visual– el aspecto físico de cualquier comida o producto se cuida al mínimo detalle. Cuando preguntamos a Laura López por el alimento más «fotogénico» que ha tenido la oportunidad de capturar lo tiene claro: «Con los frutos rojos y los aguacates siempre aciertas».
Los colores también juegan un papel importante a la hora de acumular más likes. Señala que en sus bodegones suele predominar la gama de los verdes porque a la gente «les encantan». Además, durante la temporada de verano «gustan mucho los rojos y amarillos».
A pesar de que su cuenta de Instagram contiene más variedad de productos de la que podríamos encontrar en el mercado todavía hay una moda culinaria con la que López no se atreve. «De momento no me atrevo con los insectos», confiesa Laura López.
En su opinión, cualquier alimento es susceptible de poseer belleza, pero, en ocasiones, elementos como gusanos, grillos o casquería no cuentan aún con la popularidad del público. «Cuesta que los seguidores conecten con ese tipo de productos. Tienen en la cabeza la idea de que son poco comestibles y no les gustan», afirma.
Tendencias gastronómicas
¿Se mueven rápido las tendencias en el universo digital? Más que de tendencias, la leridana nos habla de modas. «En redes sociales cuando «toca» seguir un movimiento todo el mundo lo hace», reflexiona. Y agrega: «Ya hemos pasado por la moda de los bodegones, la de ir al restaurante a hacer la foto de un plato determinado y ahora estamos en la época de los vídeos».
Según afirma, las tendencias van cambiando y «tú tienes que lanzarte y ponerte a todo lo que va viniendo, pero sin perder tu esencia». La influencer explica que ella no ha parado de hacer bodegones y que incluso vende sus fotografías fuera de la red social. «A pesar de las modas continúo con el mismo éxito», dice orgullosa.
No todos los días tienes la misma inspiración, ni cada día encuentras los mejores productos para comprar
¿Y cómo se consigue mantener la creatividad? «Parece fácil, pero no lo es. Tener que estar cada día inspirada para hacer fotografías con marcas o para ti misma es algo que a mí personalmente me cuesta mucho. No todos los días tienes la misma inspiración, ni cada día encuentras los mejores productos para comprar».
La creatividad, una parte de su labor diaria en la que casi nadie repara cuando admira la explosión de color y geometría que dominan su feed. «Al principio esta cuestión era más costosa. Sobre todo cuando nadie te ha enseñado, la verdad es que cuesta mucho», apunta.
Y remata: «Creo que es un aspecto superimportante de mi trabajo, aunque mucha gente no se pare a pensar en esto. Además de hacer tu trabajo también tienes que tener en cuenta esto: no repetirte y que todas tus publicaciones sean diferentes entre sí».
Redes sociales y consumidores
La relación entre consumidor y producto es algo que, en palabras de Laura López, ha cambiado «totalmente» con la aparición de las redes sociales.
Si antes era el boca a boca uno de los principales recomendadores de bares y restaurantes, ahora lo son las stories, los posts y los reels. «Hasta hace no muchos años antes de ir a un restaurante buscaba opiniones y reseñas a través de una búsqueda en internet». Pero, eso se acabó: «Ahora siempre es a través de Instagram«.
Tal y como confirma la entrevistada, la mayoría de empresas del sector hotelero y de restauración están presentes en esta red social donde la imagen, ya sea en formato fotografía o vídeo, es la gran protagonista. «Sí que es cierto que yo no me fijo en las publicaciones que «cuelga» la cuenta oficial, sino en las fotos en las que la gente que acude a los locales les etiquetan», expresa. Esto le permite tener una visión más «objetiva y real» del lugar.
Además, destaca que, sin entrar en el terreno de la hostelería, por lo general «compramos mucho y muy variado por Instagram: ropa, maquillaje y mil cosas más. Estamos totalmente influenciados por lo que vemos».
Dónde come Laura López
Antes de despedir a esta fotógrafa, cocinera y estilista gastronómica le hacemos una última pregunta. Como no podía ser de otra manera @lauraponts nos descubre cuáles son los lugares imprescindibles para que nuestros lectores visiten con el paladar este verano.
«En Madrid no pueden dejar de ir a Charrúa, La Tasquita y Soy Kitchen. Mientras que si se pasan por Barcelona, Restaurante Gresca, Ultramarinos, Molino de Pez y Atrio son grandes opciones. Para los que prefieran sol y playa, en la Costa Brava, son muy recomendables Els Tinars y Echeverri«, nos revela esta especialista en conseguir que todo el mundo quiera comerse la fotografía que está viendo en la pantalla de su móvil.
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