Pamesa Grupo Empresarial detendrá la producción sus plantas de cogeneración ante una situación que consideran «insostenible». La cerámica es una de las industrias gasintensivas que ha visto más afectadas su producción debido a las consecuencias de la guerra de Ucrania. Al gran aumento de precios del gas provocado por el conflicto, hay que añadir la falta de materias primas que experimenta el sector.
Desde Pamesa, la mayor productora de cerámica de europa, achacan esta situación a la incertidumbre regulatoria y a la coyuntura geopolítica que experimenta el mercado energético.
Desde la aprobación el pasado 14 de junio del mecanismo de compensación del mercado eléctrico, el llamado «topado de gas»; la electricidad producida mediante cogeneración ha caído en picado. Por el contrario, la producción de los ciclos combinados se ha visto incrementada para compensar el déficit generado por la parada de la cogeneración.
Recurrir a los ciclos combinados
Según explican desde la cerámica, la cogeneración asociada a la industria cerámica es el sistema más eficiente de generación combinada de energía eléctrica y térmica; con porcentajes de eficiencia superiores al 80%, al contrario de los ciclos combinados que consiguen una eficiencia máxima del 55%.
El efecto de la actual situación se evidencia en una mayor entrada en funcionamiento de los ciclos combinados en detrimento de las plantas de cogeneración, provocando el encarecimiento del precio de mercado de la energía a todos los consumidores.
La situación se ha visto agravada debido al flujo exportador hacia los países vecinos que están exentos de soportar el precio del ajuste y que en estos días se sitúa en torno a los 80€/MWh.
Una situación insostenible para Pamesa
Desde Pamesa acusan «retrasos injustificados» en la publicación de las retribuciones a la cogeneración. La última en publicarse, afirman, corresponde al primer semestre de 2020.
«Esto es, estamos 2 años produciendo sin la correspondiente aprobación del régimen retributivo, cuando dicha retribución debía de actualizarse cada 6 meses y publicarse con anterioridad al semestre de aplicación», explican.
De igual forma, el mayor uso de los ciclos combinados se traduce en un aumento en las emisiones a la atmósfera de CO2 del 25%.
La situación ha obligado a poner en funcionamiento antiguas plantas de carbón que dejaron de operar por su ineficiencia energética y sobre todo altísimas emisiones de CO2.