Jueves, 25 de Abril de 2024
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Inflación, deuda, déficit público… qué males aquejan a nuestra economía

Inflación, deuda, déficit público… qué males aquejan a nuestra economía

La inflación volvió a dispararse en febrero hasta máximos históricos y se situó en el 7,4% respecto al mismo mes del año anterior, 1,3 puntos por encima de la tasa registrada en enero (6,1 %) y un récord desde julio de 1989.

Son datos adelantados del índice de precios de consumo (IPC), que reflejan que se produjo un encarecimiento generalizado de la mayoría de productos, aunque fue especialmente pronunciado en la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas y en carburantes (entre ellos, la gasolina). También contribuyó el precio de la electricidad.

Esta cifra del 7,4% supone más del doble del promedio registrado a lo largo de 2021. El encarecimiento generalizado de los precios en el conjunto del 2021 fue del 3,1% (promedio de todos los meses). En el conjunto del año es el dato de inflación más alto desde 2011, cuando la progresión anual del IPC fue del 3,2 %.

Y es que la escalada desde hace justo un año, cuando la tasa se situó en el 0,0% febrero 2021, (0,5% en enero), ha sido imparable. El indicador ha ido subiendo: 1,3 % en marzo; 2,2 % en abril; 2,7 % en mayo y junio; 2,9 % en julio; 3,3 % en agosto; 4 % en septiembre; 5,4 % en octubre; 5,5 % en noviembre, y finalmente, 6,5 % en diciembre. De momento y en lo que llevamos de año, el conflicto de Rusia y Ucrania parece haber agravado la situación.

Revisemos otros indicadores:

¿Es España un país muy endeudado?

La deuda pública del Estado español alcanzó 1.412.963 millones de euros en 2021. Es decir, el endeudamiento soberano se sitúa cada vez más cerca de billón y medio de euros y casi representa el 120% del producto interior bruto que genera nuestra economía.

Pese a la contundencia de los indicadores, la deuda pública española se encuentra alineada con la de la mayoría de los países desarrollados. Dentro de las principales potencias económicas, tan solo Alemania (61,90 %) –y su característica tradición austera– logra que su deuda pública no represente, al menos, el 100 % de su PIB.
En situación opuesta, nipones e italianos presentan economías en las que la deuda pública supone ya el 235 % y 155,80 % respectivamente, de su PIB.

¿Cuál es el desequilibrio de nuestras administraciones públicas?

El déficit público de la economía española al cierre de 2021 fue de 90.225 millones de euros. Es decir, el desajuste entre los ingresos y los gastos de las arcas públicas supone el 7,5 % de nuestro Producto Interior Bruto.

Pese a la magnitud del indicador, la cifra mejora respecto a 2020. Entonces, el desequilibrio entre las entradas y salidas monetarias de las administraciones públicas fue del 10,95 %, respecto al PIB que se generó ese año.

El déficit público se produce cuando un Estado no es capaz de recaudar o generar suficientes ingresos como para afrontar la totalidad de sus gastos. Es por este déficit por el que los diferentes países incurren en lo que denominamos deuda pública. Si nos detenemos en la tabla anterior observamos que déficit y deuda pública, como no podría ser de otro modo, están estrechamente relacionados.

¿Cuánto nos cuesta financiar nuestra deuda?

Nos cuesta más que a países como Portugal (64 pb), Irlanda (49 pb), Francia (41 pb) y Holanda (13 pb) y menos que a Grecia (172 pb), Italia (139 pb) y Reino Unido (127 pb).

Hay que destacar que la prima de riesgo española se mantuvo baja y estable durante todo 2021. Así lo ratifican los apenas 72 puntos básicos con los que cerró el ejercicio.

Desde que en julio de 2012 –hace ya casi una década– Mario Dragui pronunciara aquella célebre frase “haré todo lo que sea necesario para evitar la ruptura del euro y créanme será suficiente” el Banco Central Europeo ha contenido las primas de riesgo.

¿Somos una economía exportadora o importadora?

Importadora, pero cada vez menos. Durante el año pasado, las empresas españolas exportaron por valor de 229.963 millones de euros. Por el contrario, la suma de las importaciones ascendió a 243.230 millones. Es decir, un déficit comercial de 13.267 millones.

No obstante, a pesar de ser un país con una balanza comercial desfavorable en el que las ventas al exterior son menores que las compras que adquirimos, la tendencia está cambiando progresivamente. De este modo, nuestra tasa de cobertura –porcentaje de las importaciones que cubren las exportaciones– es cada vez mayor. Así, este indicador ha pasado de ser del 88,76% en 2018 al 94,55% en 2021. Además, todas las estimaciones apuntan que este indicador seguirá creciendo en los próximos años. En definitiva, al boom de las exportaciones españolas le queda, todavía, un largo recorrido.

Si revisamos la balanza comercial de algunos de los principales motores de la economía mundial, en tan solo tres países el valor de las exportaciones superó al de las importaciones. De este modo las tasas de cobertura de Japón, Italia y Alemania fueron del 101,08 %, 116,95 % y 117,92 %, respectivamente.

Otro indicador positivo para España

España acumula nueve años consecutivos con superávit por cuenta corriente tras cerrar 2021 con un saldo positivo de 8.400 millones de euros, lo que supone no obstante una reducción del 9,7 % respecto al que presentaba el año anterior.

Son los datos avanzados de la balanza de pagos -que mide las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias del país con el exterior-. Muestran una mejora de los ingresos recibidos por turismo, aunque todavía muy lejos de los niveles prepandemia de 2019.

Por componentes, el superávit de «bienes y servicios» alcanzó los 17.100 millones de euros (un 3,6 % más que en 2020), y compensó el déficit de «rentas primaria y secundaria», que recoge las rentas del trabajo, de la inversión, impuestos, cotizaciones, prestaciones sociales y transferencias corrientes y que se situó en los 8.600 millones de euros (un 17,8 % más que el año anterior).

Por último, ¿cómo ha evolucionado el “precio” de nuestra moneda?

A lo largo del año 2021, el euro se depreció moderadamente respecto al dólar. Así, el tipo de cambio euro/dólar apenas disminuyó un 7,7 % en los últimos trece meses.

De este modo, la conversión euro/dólar pasó de 1,221 –en enero de 2021– a 1,127 –con fecha 1 de febrero de este año–. Una variación no muy significativa, teniendo en cuenta la enorme fluctuación que suele acompañar a las divisas.

De hecho, este lunes el euro ha caído tras la exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos internacional Swift y después de que EEUU prohibiera a los bancos estadounidenses operaciones con el Banco Central ruso. El euro se cambiaba hacia las 16.00 horas GMT a 1,1233 dólares.

Un euro menos fuerte supone que a los consumidores de fuera les va a costar menos consumir nuestros productos. Por tanto, nuestra balanza comercial disminuiría su déficit, favoreciendo a las empresas exportadoras. Por el contrario, la pérdida de valor respecto a la divisa norteamericana del euro perjudica a las empresas importadoras, y hoy por hoy todavía somos una economía importadora, fundamentalmente de materias primas.

En cuanto al crecimiento estimado del PIB, el Consejo General de Economistas ha revisado a la baja por el conflicto en Ucrania sus últimas previsiones sobre el crecimiento en 2022 -difundidas hace apenas veinte días- y proyecta ahora una subida del PIB de entre el 5,2 y el 5,4 %, cuatro décimas menos.

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