Juan Energy, la comercializadora solidaria que ayuda a iluminar sonrisas

“Nos caracterizamos por ser solidarios, sostenibles y competitivos”. Así es como Ricardo Ruiz, CEO de Juan Energy, define a la comercializadora nacida de la mano de la fundación Juan XXIII. Estos son los tres pilares sobre los que se sustenta la compañía que surgió hace un año. La Fundación Juan XXIII, dedicada a mejorar la vida de las personas con discapacidad intelectual, decidió promover este proyecto con el objetivo de conseguir fondos para obras sociales, a la vez que se fomentaba el empleo entre las personas con distintas capacidades. Es la única comercializadora en nuestro país que destina todos sus beneficios a obras sociales.

Su principal objetivo es la inserción laboral de personas con discapacidad. Por eso, el 80% de su plantilla lo son. Prevé cerrar el año con un volumen de negocio de 6 millones de euros, lo que les ha permitido ayudar a más de 600 personas en situación de vulnerabilidad. “Esto es una muestra de que la gente con capacidades diferentes puede perfectamente hacer cualquier tarea. De hecho, en Juan Energy, los trabajadores están haciendo tareas totalmente normales”, explica Ruiz.

Una de las características que les define es la solidaridad y, además, han querido destacar siempre la transparencia. Ruiz nos explica que “uno de los fundamentos es que queremos ser una comercializadora solidaria y transparente. Por eso en todo momento los clientes pueden llamarnos para entender su factura y saber lo que pagan”.

¿A quién va dirigida Juan Energy?

“Contratar la luz con nosotros, al contrario de lo que podríamos pensar, no implica que la luz nos vaya a salir más cara. La idea es pensar que ser solidarios con la luz no nos cueste más”, explica Ruiz.

Por eso, el cliente que contrata la energía con la comercializadora Juan Energy es tanto particular como empresa y, tanto para uno como para el otro, tiene beneficios. Para los particulares, es una forma de ayudar sin que les cueste más. Incluso les puede costar menos ya que, en palabras de Ruiz, “para nosotros es sencillo poner tarifas más económicas ya que no buscamos obtener tanto beneficio como las grandes comercializadoras”.

Por otro lado, para las empresas, es algo beneficioso por varios motivos. Por una parte, encaja muy bien con las políticas de responsabilidad social corporativa encaminadas a cumplir los famosos ODS que cada una se proponga. Y, además, permite cumplir la Ley General de Discapacidad, con lo cual es doble ganancia. “Nosotros llevamos ya tiempo notando que cada vez más las empresas están continuamente buscando cómo alinear su política con los objetivos de su RSC. Por eso, contratando la luz con nosotros lo tienen muy fácil ya que es algo que consumen sí o sí y que se usa en el día a día”, explica Ruiz.

Inestabilidad en el precio de la luz

Como todos sabemos, la inestabilidad en el precio de la luz, está a la orden del día y parece que continuará un tiempo más. Este ruido que hay en el mercado ha hecho que la gente esté más preocupada por los precios, más que por buscar una alternativa solidaria. Por lo tanto este valor añadido pierde fuerza cuando el precio pasa a ser tan importante.

Hasta ahora asumíamos el precio de la luz como el que era y, en la mayoría de ocasiones, no nos preocupábamos por él. Sin embargo, ahora sí que nos fijamos e intentamos buscar alternativas con las que pagar menos. “Lo malo es que ahora el principal motivo del cambio es el precio, entonces pasamos a ser una comercializadora más, lo que no nos ha ayudado en este primer año”, explica Ruiz. A pesar de ello, están contentos por el camino que está tomando la incipiente compañía y aseguran que tienen muy buenos pronósticos para el año que viene. Quieren alcanzar ya en el primer trimestre de 2022 «los más de 1.500 usuarios» y seguir creciendo.