Cellofix, anteriormente conocida como Orebla, nace en un antiguo molino en Vallés (Valencia) en los años 70, de la mano de Salvador Albero Egea, que la puso en marcha con tan solo seis trabajadores y tres máquinas que fabricaban papel engomado.
En 1993, la empresa se traslada a la localidad de Manuel (Valencia) y con Manrique y Juan Carlos Albero a la cabeza, inician su etapa de crecimiento y consolidación como una de las empresas líderes de su sector en el ámbito nacional.
Actualmente, cuenta con 140 trabajadores, más de 40 máquinas de producción, dos centros productivos y dos almacenes en Manuel. Además de otra sede ubicada en Santa Cruz de Tenerife (Cellofix Canarias).
La compañía es la principal productora en el ámbito nacional tanto de rollos de aluminio como de film para contacto con alimentos, suministrando a cadenas de alimentación, tanto españolas como internacionales. De hecho, exporta a países de Europa, África, América central y Sudamérica.
Apuesta por la sostenibilidad
Igualmente, está ampliando su capacidad de producción. Tanto en envases de aluminio como transformados de papel y cartón, apostando por la sostenibilidad y por
productos reciclables. Cellofix tiene previsto incorporar una línea de producción automática para el área de industria. Este proyecto, que se inició hace más de un año y que finalizará este mes de junio, incrementará la producción un 25 % y mejorará el servicio que ofrecen a sus clientes.
En el área de alimentación, la compañía tiene previsto fabricar nuevos envases de aluminio totalmente reciclables. De esta manera, ampliará la oferta y su capacidad productiva para mejorar el suministro y la oferta a sus clientes.
Cellofix se ha situado históricamente como un proveedor de gran volumen. De hecho, es líder del mercado en aluminio, film alimentario y todo tipo de productos destinados al sector industrial y la ferretería.
Reestructuración del equipo humano
En esta línea, y con el fin de generar un horizonte de sostenibilidad y crecimiento para la compañía, Cellofix ha reestructurado su equipo humano en diferentes áreas
de gestión –Dirección, Operaciones, Comercial, Recursos Humanos, etc.–.
Esta transformación conlleva necesariamente un salto cultural para que tenga el éxito deseado, ya que afecta a todos los trabajadores de la compañía. Además, Cellofix ha realizado un gran esfuerzo económico invirtiendo en una planta productiva de más de 3.000 m2. yen medios tecnológicos como la implantación de un sistema automatizado de gestión de almacenes y un ERP de gestión interna.
Este proyecto implicará una mejora en la optimización y gestión de los recursos disponibles implantando metodologías Lean, entre otras.
En definitiva, esta iniciativa innovadora por parte los hermanos Albero sigue la estela de Salvador Albero, empresario incansable y con una excepcional capacidad de sacrificio. Cualidades que comparten sus hijos y que están presentes en el ADN de Cellofix.