Viernes, 26 de Abril de 2024
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Así invierte China en la Unión Europea

Así invierte China en la Unión Europea

La pandemia de la covid-19 ha generado una intensa caída de la actividad económica en todo el mundo, de la que China no ha sido una excepción. Pese a ello, el país donde comenzó el virus que ha puesto en estado de shock al planeta ha mantenido una tasa de crecimiento positiva en 2020 y se espera que este año comience un nuevo ciclo de fuerte desarrollo. La primera economía de Asia y del mundo emergente continuará siendo el epicentro de la economía mundial y continuará con el proceso de transformación de su modelo económico.

Así lo expone el informe ‘Relaciones económicas entre Europa, China y ASEAN’ elaborado por ESADE y encargado por HSBC. Apunta el estudio que el crecimiento del gigante asiático se sustentará en el consumo privado, el sector servicios y la tecnología. Este cambio afectaría, a su vez, a las relaciones del país asiático con el mundo que están siendo más abiertas y colaborativas.

En esta línea, en los últimos años China se ha convertido en el segundo mayor inversor en el mundo y sus empresas se internacionalizan con el objetivo de llegar a nuevos mercados y acceder a activos de distinta naturaleza. Europa está una buena posición para atraer el capital chino y presenta una alta complementariedad con las necesidades de las firmas y los fondos del país asiático, indican en el informe.

Aunque las relaciones entre la Unión Europea y el gigante asiático han estado tradicionalmente dominadas por los intercambios comerciales, la inversión entre ambas zonas ha registrado un fuerte crecimiento en la última década. La irrupción de China como gran inversor mundial es un fenómeno reciente que da comienzo a partir de los años 2000, y cuyo factor impulsor es el fomento y apoyo a la expansión empresarial internacional por parte del Gobierno.

¿Se enfría la inversión de China en Europa?

La inversión china en el exterior ha ido cambiando en función del desarrollo y las necesidades del sector empresarial del país asiático. En los últimos cuatro años, apunta el informe de ESADE, China ha moderado sus operaciones en Europa. Pese a ello, indica el estudio que esta última se ha convertido en el principal destino de las inversiones del país de extremo oriente y que es esperable que este impasse cambie en los próximos años.

En la actualidad, la inversión de China en el exterior ha entrado en una fase de enfriamiento con un descenso de las operaciones entre 2017 y 2019. Como explica el informe, este punto de inflexión se debe a un incremento en los controles gubernamentales a la inversión en sectores no estratégicos, como los relacionados con la industria del entretenimiento o inmobiliaria, que ganaron mucho peso en los últimos años. Por otro lado, también se debe al incremento de las restricciones sobre la financiación empresarial y acceso a capital para procesos expansivos.

Para la UE, la inversión china fue modesta hasta la entrada en la presente década. Se estima que en el periodo 2010-2018 ha superado los 160.000 millones de euros. La evolución ha sido gradual, incrementándose por encima de los 10.000 millones en 2012, superando los 20.000 millones en 2015 y alcanzando un récord de 37.200 millones en 2016. En los últimos años, en línea con la menor inversión del país asiático en el mundo, se ha producido una desaceleración en las operaciones en Europa hasta los 11.700 millones computados en 2019.

En todo caso, señala el informe que la inversión china en la UE mostró una mayor resistencia que en otras regiones, especialmente Estados Unidos, donde la caída fue superior. La inversión ha estado altamente concentrada en las principales economías europeas. Desde el año 2000, 50.300 millones han ido a parar al Reino Unido, 22.700 millones a Alemania, 14.400 millones a Francia y 15.900 millones a Italia. Por su parte, España se situaría como el séptimo país que más atrae las inversiones chinas, un total de 4.600 millones.

Inversiones de China en la UE

Datos de Rhodium Group. Fuente: Informe ‘Relaciones económicas entre Europa, China y ASEAN’.

Cambios en la inversión China

Prosigue el informe de ESADE indicando que la inversión del país asiático en el mundo “se ha hecho particularmente evidente en la matriz inversora de la UE durante los últimos años”. En concreto, señala tres cambios fundamentales en la forma de invertir de China. En primer lugar, el avance de la inversión privada frente a las empresas de naturaleza pública. Entre 2010 y 2012, entre un 80% y un 90% eran SOEs (empresas estatales de China), mientras que desde entonces el ratio ha caído hasta un 50-60%.

En segundo lugar, las operaciones de adquisición empresarial, con un creciente grado de complejidad, son cada vez más habituales – superando las 40 operaciones anuales en el periodo 2014-2018 – frente a operaciones greenfield o de inversión nueva o contratos de suministro.

Por último, ha habido una clara progresión sectorial que responde a las necesidades de las empresas chinas, que han incrementado sus inversiones en el sector servicios y en manufacturas con elevada incorporación tecnológica y de conocimiento, así como adquisición de marcas altamente posicionadas.

Señala el estudio que dos ejemplos de ello son la adquisición de la finlandesa especializada en producción de videojuegos, Supercell, por parte de un grupo inversor liderado por Tencent (propietaria de WeChat), operación estimada en 7.770 millones de euros en 2016; y un segundo ejemplo sería de una de las joyas de la ingeniería alemana, la empresa de robótica Kuka, por parte del conglomerado industrial chino Midea por 4.500 millones de euros ese mismo año, dando acceso a tecnología puntera a una firma china en un contexto de desarrollo de capacidades para la trasformación de la industria china.

Futuro de la inversión del gigante asiático

Destaca el estudio que en los próximos años es esperable un aumento de las inversiones chinas en la UE. La cuota de IED (inversión extranjera directa) del gigante asiático (6,2%) en el mundo debería converger hacia su peso en la economía mundial (15%) en la medida que el país continúa su proceso de apertura, explican los autores del informe.

Añaden que China continúa necesitando del exterior para dar salida a las reservas generadas por sus superávits, para tener acceso a capacidades tecnológicas, a nuevos mercados o recursos naturales y, también, por su necesidad de diversificar la cartera de inversión. En esta línea, indica el estudio que la UE aparece como un “socio idóneo” y un destino complementario con las necesidades de inversión chinas.

En esta línea, indica el informe que es relevante la existencia de una vía de colaboración en la participación de inversores de ambos países en las grandes iniciativas que están promoviendo ambas economías. Por lo que se refiere al Plan de Inversiones para Europa (conocido como “Plan Juncker”), en 2016 China anunció una participación en dicho plan de entre 5.000 y 10.000 millones de euros.

Asimismo, las empresas de la UE podrían participar en proyectos de infraestructuras en el marco del Belt Road Initiative (BRI). Por último, resulta de interés la puesta en marcha de fondos coinvertidos por la UE y China comenzó en 2018, y cuenta con un gran margen de recorrido, concluye el informe de ESADE.


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