El Banco de España calcula que entre un 15 % y un 19 % de las empresas no podrá devolver su deuda con los resultados esperados de su negocio, lo que supone un repunte de entre 4 y 8 puntos porcentuales con respecto a antes de la crisis. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha señalado este viernes durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos con motivo de la tramitación del proyecto presupuestario de 2021 que la pandemia ya ha producido efectos «persistentes».

Entre ellos, ha citado la disminución del número de empresas en 95.0000 entre febrero y finales de noviembre o que el 40 % de las empresas no generará este año recursos suficientes para pagar los intereses de su deuda.

La crisis también ha generado cambios «sobre los procesos productivos y los patrones de consumo» relacionados con la digitalización y el teletrabajo.

Otros efectos persistentes son el aumento del déficit y la deuda públicos o las consecuencias sobre jóvenes y empleados de rentas bajas, que son los más vulnerables.

Hernández de Cos ha señalado que la política económica se enfrenta en los próximos meses al reto de responder a estos «daños estructurales» y permitir la adaptación del tejido productivo.

Restricciones marcadas por la vacuna

Por otra parte, el Gobiernador ha señalado que la distribución de las vacunas en los próximos meses permitirá levantar de forma gradual las medidas de restricción que lastran la economía pero avisa de que no será de forma «abrupta«.

Hernández de Cos, que clausura este viernes las comparecencias sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2021 en la Comisión parlamentaria del Senado, ha insistido en que los efectos de las vacunas tardarán en llegar. Ha reiterado que en un escenario central de aumento del PIB del 6,8 % para 2021 pesan determinadas incertidumbres como puede ser la evolución de la vacuna y ha advertido de que «la severidad de las medidas de contención se mantendrán en el primer trimestre».

«La distribución de vacunas permitirán quitar medidas de contención pero no de forma abrupta«, ha incidido tras reiterar que los efectos de la pandemia serán «relativamente persistentes» y no habrá recuperación hasta 2023.

Además de añadir que el déficit seguirá elevado en 2021 y se situará en el 7,7 % del PIB ha indicado que la recuperación de la inflación también será lenta el próximo año, con tasas cercanas al 0,6 %.

Antes todo ello ha incidido en que la «prioridad es mantener las ayudas a los hogares y a las empresas mientras no tenga lugar una recuperación sólida de la actividad». En todo caso, ha puntualizado, el impacto de la segunda ola de la pandemia está siendo inferior al observado en la primera.

Por otra parte, ha valorado la decisión de BCE de aumentar en 500.000 millones de euros el volumen máximo de compras netas y extenderlo hasta marzo de 2022 ya que ha argumentado que este programa es «crucial para mantener unas condiciones financieras favorables» y sobre todo para dar margen fiscal a países como España, con una elevada deuda y alto déficit.

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