Crean un biomaterial reutilizable y sostenible a partir de huesos de aceituna
(Efe/ Rosabel Tavera). – Un arquitecto valenciano ha desarrollado junto a una diseñadora brasileña Reolivar, un material 100 % biodegradable, versátil, moldeable y reutilizable a partir de la molienda de huesos de aceituna y que quiere acabar con el plástico en un planteamiento de economía circular responsable y sostenible.
La idea surgió, según relata Joseán Vilar, en una playa virgen del norte de Brasil, donde Vilar y su familia vivieron tres años en un «paraíso tropical» con contacto directo con la naturaleza, nadando con tortugas y delfines y colaborando con los artesanos de la zona en sus creaciones con barro y fibras.
Allí, una mañana, tras una fuerte tormenta, el mar escupió a la playa una gran cantidad de plástico que les causó un gran «shock» e hizo que el problema global con el residuo de este material se les quedara «grabado».
Posteriormente se mudaron a Barcelona, donde actualmente tiene base su estudio Naifactory, proyecto que nació en 2008 y que ha dado frutos como la revista infantil de tendencias y diseño Naif Magazine, y donde se gestó la inspiración para innovar en el ámbito de la arquitectura efímera.
Ecologismo aplicado a la industria
Joseán Vilar afirma que la idea primigenia surgió de la inquietud constante de Silvana Catazine y de la voluntad de trabajar en la economía circular y dar paso a un «nuevo ecologismo más aplicado a la industria».
La diseñadora brasileña hizo un curso sobre biomateriales en Elisava (Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona) y durante una cena con amigos en un restaurante se quedó observando un plato con los huesos de las olivas que acababan de consumir y supo que ese era el material en el que debía ponerse a trabajar.
Ambos comenzaron las pruebas en su taller, y, tras mucha experimentación, fueron descubriendo que «tiene mucho sentido», pues el hueso de aceituna es un residuo que actualmente «se quema y poco más» pero vieron que podía tener otra vida; ahí se acabó de «coser la narrativa» que les dio el impulso para lanzarse a crear una línea para «alimentar» sus propios proyectos.
En Brasil, la pareja se dedicaba principalmente al diseño de expositores para grandes ferias y eventos y se dieron cuenta que al acabar, se generaba mucha basura: eso no fue sino otro de los alicientes para poder emplear los biomateriales en este campo.
Tras obtener el residuo procesado de hueso de una pequeña cooperativa de aceite de oliva, han dado con un material que «resuelve bastantes usos de los plásticos» y se puede mecanizar, cortar como si fuera madera, aplicar a moldes y «adaptar a todas las formas que quieras».
Además, es «reutilizable, biodegradable y compostable en condiciones naturales», sin aplicar ningún tratamiento adicional para ello porque «lo tiras y se deshace con el agua de lluvia y el tiempo».
El «empujón» al material y sus aplicaciones llegó tras su participación en un proyecto del Fab Lab Barcelona en Poble Nou, donde les asesoraron e hicieron prototipos de piezas tipo escultura como jarrones, cuencos o lámparas, así como otras cortadas con máquinas digitales -para crear objetos más industriales-.
Desde la creación de juguetes ecofriendly a la construcción de stands de feria, Reolivar ha logrado diseñar y fabricar piezas de muy diversa índole
«A la hora de elegir un camino que tuviera sentido para nosotros, vimos en la industria del juguete -que utiliza el plástico de manera masiva- una oportunidad para crear un material que puedes tirar a la basura y quedarte tranquilo», señala.
Crearon entonces un puzzle o juego de construcción con este material «ecofriendly» con el pretexto de «construir un nuevo mundo» que además puede después fundirse «simplemente con un cazo en tu casa» para crear otra cosa y darle nueva vida.
Llevaron el material también a su especialidad, los «stands» de feria, y surgió una solución para hacer separaciones, crear biombos muy ligeros y personalizables y que dan «mucho margen al sector de los eventos», que «ahora está tocado, pero volverá». Además, han ideado un sistema para la creación de piezas basado en la economía circular y sostenible: «Venimos del diseño, que es un puente entre el fabricante y el material», defiende Vilar.
Una vez superada la dificultad de producir, ofrecerían una solución global al cliente «ya que la producción se haría en colaboración con centros ocupacionales (con personas inmigrantes, en riesgo de exclusión o víctimas de violencia de género) ofreciendo una gran ventaja con el diferencial de un diseño de calidad, un material sostenible y una producción responsable».
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