La verdad, desde el 15 de marzo hasta hoy, han pasado muchas cosas, ninguna que tuviéramos prevista. Una alerta sanitaria que nos llevó a un inédito, para muchas generaciones, estado de alarma, la consiguiente paralización del país y de toda actividad no esencial y un confinamiento, que hasta el inicio de la desescalada y numerosas prórrogas, nos ha tenido recluidos en casa.

Desde luego, para el sector de la construcción ha sido como un regreso al reciente pasado, una recaída a aquel abismo por el que desde finales de 2007 nos veníamos cayendo. En aquella ocasión, una crisis de origen financiero nos hundió y criminalizó de manera injustificada. Una crisis de la que muy lentamente nos íbamos recuperando, hubo que esperar hasta los ejercicios 2017, 18 y 19 para ver una paulatina tendencia positiva.

Pero la alerta sanitaria y económica nos ha devuelto en estos últimos tres meses la sensación de tensión e incertidumbre para empresarios y empresas de nuestro sector que ya vivimos. Por eso, en Fevec decidimos, desde el primer momento, que todo nuestro sector merecía el respaldo que, como organización y pese a nuestras limitaciones, podíamos prestarles.

Han sido y están siendo meses, semanas y días duros, pero desde la federación organizamos una red de teletrabajo que ha permitido mantener informadas en todo momento a nuestras doce asociaciones y a las más de 200 empresas que representan.

A través del correo electrónico, principalmente, y de la función proactiva en nuestras redes sociales, Fevec ha remitido en estos tres meses más de 300 circulares informando de cada nueva medida que afectara al sector de la construcción: paralización, ertes, publicaciones del BOE y sus posteriores rectificaciones, que las ha habido, reinicio de actividad esencial, permiso para trabajo en reformas y rehabilitación, normas y protocolos de seguridad. Cualquier detalle de interés para el sector ha sido cubierto y notificado por nuestro equipo administrativo.

Desde la federación organizamos una red de teletrabajo que ha permitido mantener informadas en todo momento a nuestras doce asociaciones y a las más de 200 empresas que representan

Y así han pasado las semanas, incrementando nuestro posicionamiento en medios de comunicación, ejerciendo esa función de fuente autorizada del sector. Y multiplicando nuestra presencia virtual en foros, videoconferencias y webinars con la Confederación Nacional de la Construcción, Delegación del Gobierno, Cámara Valencia, la CEV o con la propia Generalitat Valenciana, a través de las consellerias del ramo vinculadas a nuestro sector, por poner algunos ejemplos.

Además de mantener reuniones virtuales, después, con los responsables de asociaciones presentes en la federación, para trasladarles todas aquellas cuestiones de interés para sus asociados y que pudieran afectar en el día a día de esta extraña situación.

Fevec está siendo hoy, más que nunca, el punto de encuentro y el nexo de unión para muchas empresas del sector que han encontrado un canal adecuado para sus quejas, reclamaciones, reivindicaciones y para mantenerse debidamente informados. En estos tiempos, la unión en un colectivo tan disperso como el de la construcción, en el que conviven tantos subsectores, se hace especialmente necesario.

Juntos podemos alzar la voz más fuerte, juntos podemos planificar y trasladar a las diferentes administraciones cuáles deben ser los programas urgentes para reflotar nuestra economía. Igual que juntos podemos tomar las medidas para que todas las empresas y trabajadores afronten el día a día con las garantías de seguridad exigidas.

Desde Fevec, por ejemplo, hemos sido capaces de dotar a las empresas asociadas de los equipos de protección individual repartiendo, en este tiempo, casi 10.000 mascarillas y cerca de 200 litros de hidrogel alcohólico. Pero sobre todo, la federación se ha convertido en catalizador y referente para reconstruir un sector vital para recomponer, ahora, nuestra economía.