El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que no da la temporada turística por perdida ya que, aunque es consciente de que «será difícil» por los estragos de la crisis sanitaria, la Comunitat Valenciana es un destino «seguro» que va «a competir». El jefe del Consell ha ofrecido una rueda de prensa en el aeropuerto de Alicante-Elche, el quinto de España con 15 millones de pasajeros en 2019, en su primera visita a la provincia alicantina desde que se decretara el estado de alarma a mediados de marzo por la crisis sanitaria de la covic-19 (coronavirus).
«Esta temporada no está perdida, será difícil pero vamos a competir porque tenemos una planta turística y hotelera extraordinaria», ha subrayado Puig, que ha confiado en que a partir del 1 de julio se pueda trabajar con los operadores internacionales para la llegada de visitantes a un territorio, el valenciano, que «garantiza la seguridad». «Aquí hay vacaciones seguras y dignas, las que merecen los ciudadanos», ha recalcado Puig, en el primer acto conjunto postcovid con la delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, en un acto junto a la directora del aeropuerto alicantino, Laura Navarro, y el presidente provincial de Cruz Roja, Francisco Galvañ, entre otros.
Preguntado por el programa piloto que adelantará al próximo lunes la llegada de 6.000 turistas alemanes a Illes Balears, ha dicho que la Generalitat también se lo plantea con otros países, aunque en la Comunitat el principal mercado es el británico y el principal objetivo es recuperar una cierta normalidad «lo antes posible». En todo caso, ha calificado de prioritario unos protocolos de movilidad de ámbito de la UE para asegurar unos traslados «seguros» lo antes posible y siempre, ha reiterado, que se cumplan las medidas sanitarias para ser «extraordinariamente prudentes».
Ha alabado el talante de «consenso» observado en la reunión del a pasada semana con las corporaciones locales y ha deseado que no surjan «interferencias políticas en este diálogo» para que la reconstrucción tras el coronavirus sea un éxito. Ha insistido en la postura de prudencia liderada por su Gobierno en el proceso de desescalada para «entrar en la mejor disposición en la fase 3» y ha apuntado que los datos sanitarios de los últimos días son «extraordinariamente positivos».
Pese a ello, ha apelado «a seguir muy prudentes porque el virus sigue estando ahí» y aún se desconocen «todas las derivadas de la enfermedad», y ha agregado que la Generalitat sigue preocupada por el proceso de recuperación de los afectados, aunque ya hay un 80 por ciento de curados. Ha citado en varias ocasiones los conceptos de «nueva normalidad» y «normalidad mejorada», y se ha felicitado de la cooperación entre las distintas administraciones, entre ellas la Cruz Roja que en el aeropuerto de Alicante-Elche colabora con Sanidad Exterior en el seguimiento durante 14 días de las personas que llegan a la Comunitat procedentes de terceros países.
Por su parte, la delegada del Gobierno, Gloria Calero, ha afirmado su deseo de que «empiece la nueva normalidad» y ha agradecido públicamente a Puig que impulse una desescalada «con prudencia» para afianzar a la Comunitat en «segura». La delegada ha proseguido que esta seguridad sanitaria resulta «importante para que la economía y el turismo empiecen a subir».
Puig planteará iniciar la movilidad «exterior» con Murcia y Baleares
Por otro lado, Puig ha señalado que planteará iniciar la movilidad exterior de la Comunitat Valenciana con la Región de Murcia y las Illes Balears y posteriormente con Castilla La Mancha y Aragón, aunque en una fecha aún por decidir y siempre que se esté en la fase 3 de desescalada. El jefe del Consell ha explicado que a partir del próximo lunes 15, si se confirma la entrada en la fase 3 de desescalada, en principio se prevé autorizar el tránsito entre las provincias valencianas (Alicante, Castellón y Valencia) en virtud a la autoridad delegada que asuma la Administración autonómica.
Y ha proseguido que será a partir de entonces, en una fecha por concretar y siempre primando el concepto de «prudencia», cuando se planteará «lo más rápido posible la apertura» de la movilidad de los ciudadanos y «de acuerdo con las comunidades autónomas fronterizas». «En principio, con Murcia y las Baleares» se pedirá el inicio de la movilidad, y a continuación con algunas otras provincias, de Castilla La Mancha y Aragón.
Puig ha comentado que la comarca más meridional de la Comunitat Valenciana, la Vega Baja alicantina, tiene históricamente una relación «estrecha» con Murcia y, por ello, el Consell que preside tendrá en cuenta «esta realidad».