«El proceso de reestructuración de Feria Valencia está en stand by», explica Natxo Costa, subsecretario de la Conselleria de Economía Sostenible. «Falta culminar el proceso de asunción de la deuda y en las próximas semanas tanto Hacienda como nosotros retomaremos esta cuestión». En diciembre del año pasado, la Conselleria de Hacienda alcanzó un principio de acuerdo con la aseguradora de la emisión de obligaciones simples por valor de 227,5 millones realizada por Feria Valencia para poder subrogarse esta deuda financiera.
El siguiente paso, y que también estaba sobre la mesa de negociación, sería la definición del modelo de negocio y de la estructura de Feria Valencia. «Un proceso -apunta Costa- que también está parado debido a la crisis del coronavirus ya que, dependiendo de cómo evolucione a medio y largo plazo el modelo ferial internacional, progresará el de Feria Valencia». Es decir, «nuestro modelo está condicionado por el modelo ferial internacional que pueda surgir después de la COVID-19. Hay que tener presente también que existe una crisis latente en algunos de los operadores privados que hipotéticamente podrían ser candidatos a estar interesados en participar en el modelo de gestión de la institución».
Igualmente, y ante la pregunta sobre ¿qué hubiese pasado si hace tres años hubiésemos privatizado Feria Valencia? A juicio de Natxo Costa, el modelo público de Feria ha funcionado más que nunca durante la pandemia, ya que la institución ha servido tanto para guardar las fallas como para convertirse en un almacén de material sanitario de manera gratuita y “ya veremos que hubiera pasado si la institución hubiera estado en manos de un operador privado. Podría ser que ahora tuviéramos encima de la mesa una factura. Pero no ha sido así, la institución ha estado a disposición de la sociedad y si hubieran hecho falta más metros, no hubiera habido ningún problema”.
De hecho, recalca Costa también que «desde el primer momento, tanto Feria Valencia con la Institución Ferial Alicantina (IFA) han estado a disposición de la Conselleria de Sanidad y siguen estándolo por si en cualquier momento hay que montar un hospital de manera rápida”.
Por otro lado, Natxo Costa tiene una serie de intuiciones sobre cómo podría evolucionar el modelo ferial. En su opinión, sobrevivirán dos tipos de certámenes: en primer lugar, «aquellos que sean muy referentes tanto en su sector como en su ámbito, como podrían ser ferias que están muy consolidadas en el ámbito nacional y europeo como puede ser Cevisama, Habitat o FIMI. Y, en segundo lugar, aquellas que estén muy vinculadas al territorio, en este caso también, Cevisama vuelve a ser paradigma». Todo ello, -señala- «estará condicionado también por el hecho de si podrá haber visitantes masivos a las ferias o nos vamos a centrar en eventos más pequeños».
Si la tónica es volver a eventos más pequeños, Costa incide en que Feria Valencia tiene el papel asegurado porque tiene un elemento a su favor y es su tamaño que permite que, en la misma superficie expositiva se reparta en espacios más grandes. «Es decir, obviando a Cevisama, que ocupa todo el recinto ferial, otras ferias se pueden hacer con los mismos estands pero ocupando más espacio y con pasillos más anchos».
El subsecretario de Economía Sostenible hace hincapié también en otra cuestión importante y es que habrá que ver hacia dónde evolucionan los grandes eventos de público -haciendo referencia a salones como el del Cómic, Manga o Videojuegos- modelos de negocio que podrían desaparecer o habría que replantear debido a la multitud de gente que mueven para convertirlas en certámenes más locales.