¿Por qué la demanda de sal marina se ha llegado a triplicar con el coronavirus?
La asociación Salimar –Asociación Española de Productores de Sal Marina– ha confirmado a Economía 3 que la demanda de sal marina para el consumo doméstico se ha llegado a «más que triplicar» coincidiendo con la crisis provocada por la COVID-19.
Esta asociación que representa alrededor del 80% de la producción de sal marina en España, que alcanza algo más de un millón de toneladas, del total de 4-4,5 millones de tn de todo tipo de sal que se producen en España, explica a este medio algunas de las posibles causas, y explica los pormenores de un producto que cada vez está siendo más valorado en Europa.
Su presidente, Gonzalo Díaz, que es además CEO de Bras del Port (Alicante), la mayor productora de sal exclusivamente marina de la Comunitat, anima a la población a seguir los consejos de salud relacionados con el coronavirus que provengan solamente de fuentes oficiales como el Ministerio de Sanidad o la OMS.
«Esta recomendación se deriva de la información que ha circulado estos días declarando que el agua con sal o vinagre podía eliminar el coronavirus. Una información que ha sido rechazada por la comunidad médica al no haber evidencias suficientes para afirmarlo«, concreta.
– Pero lo que sí es cierto, es que al estar confinados en casa, cocinamos más, y este es un ingrediente básico de nuestra dieta…
– Sí, es cierto, aunque no debemos superar los 5 gramos por persona y día que recomienda la OMS en una dieta saludable y equilibrada. No obstante, vimos que en las dos semana previas a decretarse el Estado de alarma, la demanda de sal doméstica, la paquetizada, se llegó a doblar, registrando la misma semana del decreto y la semana pasada un récord, más que triplicando la demanda habitual. Esta semana se está normalizando la demanda paulatinamente.
– Y además, también hay que tener en cuenta la vertiente más lúdica de la sal para sobrellevar el confinamiento…
– Sí es un producto muy barato, que sirve para realizar manualidades como figuras con pasta de sal (sal marina fina, una parte de agua, dos partes de harina y colorante alimentario o témperas) y frascos rellenos de sal coloreada como decoración.
– En el caso concreto de su compañía, que viene a suponer un 20% de la producción de Salimar, ¿cómo están dando respuesta? ¿Cuánto tarda el proceso productivo?
– La producción de sal tarda un año, desde que entra una gota de agua por la bomba que está en el mar hasta que se forma un granito de sal, pasa un año. En ese tiempo, se va evaporando el agua y al cabo de un año se recoge y se deja en stock en esas grandes montañas de sal que vemos, por ejemplo, en Santa Pola. En nuestro caso, hablamos de unas 150.000 toneladas y sobre ellas servimos los diferentes tipos de sal que nos demandan, con un único tratamiento: el secado o la molienda, según los diferentes usos. La sal ya la tenemos hecha pero necesitamos mayor capacidad para envasar y paquetizar, por ello hemos estado trabajando los 7 días de la semana, las 24h. para garantizar el suministro.
– En cambio, otro tipo de demanda ha caído, como el consumo de la industria,…
– Sí, la sal es un producto muy polivalente, también se utiliza para el deshielo, tratamiento de aguas (descalcificadores, lavavajillas,…), electrólisis salina en piscinas, producción de cloro, y en otro tipo de industrias como la farmacéutica, las fábricas de pintura, vidrio, tejidos… En este sentido, es cierto que ha caído la demanda.
-Pero la mayoría de la sal que se produce en Europa no es marina…
– Correcto, la sal marina apenas representa el 5% de toda la sal que se produce en Europa, el resto de sales son: la sal de minas y la sal vacuum (cuya producción es más contaminante), mientras que la sal marina utiliza únicamente el sol y el viento como fuente de energía.
– España es uno de los mayores productores de sal marina de Europa…
– Sí, los países del sur somos los mayores productores en Europa; de una producción total en Europa que ronda los 2,5 millones de toneladas, España produce aproximadamente el 40%.
– Y en alimentación, Europa la valora cada vez más…
– La tendencia general del consumidor en alimentación es apostar por la sal marina. De hecho, la sal es un producto tan barato que generalmente era muy difícil exportarlo, se exportaban las sales de especialidades: las escamas de sal marina, la espuma de sal o la flor de sal, que como condimento aportan una textura distinta al plato; si bien, la sal de mesa era difícil.
No obstante, desde hace algo más de un lustro hay una tendencia mucho más ecológica en el consumo y se valoran aquellos productos que son mucho más respetuosos con la naturaleza.
– ¿Cuánto estáis exportando ya vosotros?
– Entre un 17-18% de la producción ya se destina a Europa.
– ¿A cuánto asciende la facturación de las empresas asociadas?
– La facturación de Marítima de Sales (Cádiz), Infosa (Tarragona), Salinas de Es Trenc (Mallorca), Salinera Española (Ibiza y Murcia) y Bras del Port (Alicante) ronda los 50 millones de euros al año. Con un total de 7.200 hectáreas y una capacidad productiva media de 720.000 toneladas anuales. Entre nuestros objetivos, además de promover un consumo responsable, queremos reivindicar la función medioambiental de una industria sin la cual no existirían ecosistemas de enorme riqueza, en los que viven y nidifican centenares de especies animales.
Artículos relacionados
À Punt emite este sábado el tercer capítulo de la serie ‘Som coop’
Castellón acoge el VI Foro de Inteligencia Competitiva para la Internacionalización