CCPV-COAG, AVA-Asaja, La Unió y Cooperatives Agro-alimentàries han acordado, para el próximo 5 de septiembre junto a Extremadura y Cataluña, llevar a cabo una manifestación conjunta debido a los bajos precios de la uva para vino y cava. Una marcha que dará comienzo a las 11.00 h en el Monumento a la Vendimia de Requena.
En opinión de Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja, «la grave crisis de precios que afecta desde hace tiempo a la uva destinada a la elaboración de vino, este año podría extenderse a la uva para cava». De hecho, continúa, «la campaña pasada resultó desastrosa, con cotizaciones que, en muchos casos, no cubrieron los costes de producción. Según nuestra estimaciones, las pérdidas económicas que sufrieron los viticultores valencianos ascendieron a 20 millones de euros. Los primeros movimientos de la actual vendimia apuntan a que los precios en origen se mantendrán en niveles bajos o incluso disminuirán respecto a la temporada anterior (entre 18 y 30 céntimos por kilo, según variedades, zonas o si se acoge a denominaciones de origen)».
Además, -incide Aguado- «por primera vez, las grandes bodegas están llevando a cabo estrategias especulativas dirigidas a hundir en torno al 30% el precio de la uva para cava, con ofertas de unos 30 céntimos por kilo frente a los más de 40 del año pasado».
Por su parte, Luis Javier Navarro, de la Comisión Ejecutiva de La Unió explica también que «según los rumores que hay en Extremadura y Cataluña, el precio de la uva ha descendido alrededor de un 50% con respecto a la edición anterior. Además, si tenemos en cuenta que se trata de una cosecha inferior a la del año pasado, no existen excedentes de uva como para semejante bajada de precio».
Aguado argumenta también que «la práctica totalidad de los viticultores valencianos pueden verse afectados por estas prácticas comerciales abusivas que pretenden adquirir la uva a precios irrisorios, mientras que los consumidores seguirían pagando un precio similar en los supermercados». Una opinión que coincide con la del representante de La Unió que apunta también que «las grandes firmas que compran quieren obtener mayores beneficios a costa de que el agricultor gane menos. Mientras que en la cesta de la compra no se aprecia la bajada de precios que sufrimos los agricultores ya que cada vez todos los productos agrarios de primera necesidad son más caros en el supermercado y a los agricultores cada vez nos pagan menos por ellos».
A juicio del representante de La Unió, «en España no funciona la Ley de Cadena Alimentaria. De todas formas, si nos rigiéramos por la ley de la oferta y la demanda se deberían incrementar los precios con respecto al año pasado porque este año habrá menos cosecha. De hecho, estimamos que en el ámbito nacional, la cosecha para vino puede alcanzar los 40,5 millones de hectolitros y en la Comunitat Valenciana estaremos alrededor de tres millones de hectolitros».
Aguado coincide también con Navarro en que «no hay razones objetivas de mercado que expliquen esta tendencia porque la producción de uva prevista en la Comunitat Valenciana sufrirá un descenso del 10-20% respecto a la vendimia anterior y también se esperan mermas importantes en Castilla-La Mancha (principal zona productora española) y en otros países competidores como Francia e Italia debido a las altas temperaturas», matiza.
Igualmente, ambos representantes coinciden en señalar que los precios marcados por las grandes bodegas no cubren los costes de producción, en la mayoría de variedades. En concreto, matiza Aguado, «en la uva destinada a la elaboración de cava, con estas amenazas comerciales que no tienen precedentes, se ajustaría mucho el margen de rentabilidad».
En esta línea, la caída de precios más pronunciada en el precio de la uva destinada a elaborar cava se ha producido entre los productores extremeños que alcanza los 20 céntimos por kilo, le siguen los valencianos con alrededor de 30 céntimos y, por último los catalanes, donde las grandes bodegas les están ofreciendo el precio más alto, entre 35 y 38 céntimos por kilo. «Esta disparidad, -aclara Aguado- añade perplejidad porque todos los viticultores están integrados en la DO Cava y cumplen los mismos estándares de calidad».
Cristóbal Aguado: «las bodegas que intentan romper el mercado son los tres gigantes empresariales que acaparan el 80% de la producción nacional»
Para Navarro, las bodegas ofrecen estos precios porque consideran que hay excedentes. Y desde AVA-Asaja añaden también, que las bodegas argumentan, respecto al cava, que existe mucha más oferta que demanda, «cuando el cava español, -puntualiza Aguado- es un producto que crece en los mercados internacionales porque su relación calidad-precio es excelente. De hecho, el cava valenciano en particular está experimentando un crecimiento considerable, con un aumento de las ventas anuales superior al 10% y una producción que sobrepasa ya los nueve millones de botellas«.
En defensa de las bodegas responsables y en contra de los gigantes empresariales
De todas formas, el máximo representante de AVA-Asaja pone también sobre la mesa que «hay bodegas que están actuando de manera responsable y atendiendo a la verdadera situación del mercado, ofreciendo precios razonables a los productores. Dentro y fuera de la DO Cava hay un proyecto ambicioso por mejorar el prestigio y la calidad del producto, y esto se consigue pagando bien al productor para que cuide la uva en óptimas condiciones. Fundamentalmente las bodegas que intentan romper el mercado son los tres gigantes empresariales que acaparan el 80% de la producción nacional: Henkell-Freixenet, Carlye-Codorniu y García Carrión, propietario de la marca Jaume Serra».
De todas formas, «si con la manifestación prevista para el 5 de septiembre no existe ninguna repercusión, -aclara Navarro-, intentaremos mantener reuniones con la Administración, cada uno en su zona, para que funcione la Ley de la Cadena Alimentaria y si así seguimos si conseguir nada, pretendemos llegar hasta Madrid con nuestras movilizaciones ya que el agricultor no puede ser siempre el que pague el pato y los beneficios sean cada vez más suculentos para el comercio», concluye.
La superficie dedicada al cultivo de la vid en la Comunitat Valenciana se sitúa en torno a las 67.459 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura relativos a 2018. De ellas, se estima que unas 4.000 hectáreas están dedicadas al cava en Requena, el único término municipal de la Comunitat Valenciana donde existe el derecho legal a producir este espumoso amparado por la DO Cava.