La flota del Parque Natural de la Albufera da el primer paso hacia la transición eléctrica

La flota del Parque Natural de la Albufera da el primer paso hacia la transición eléctrica

El fenómeno de la transición energética llega la Albufera de la mano de un estudio de la facultad de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Politécnica de València (UPV), a petición de la Comunidad de Pescadores de El Palmar, en un proyecto de viabilidad para sustituir los actuales motores diésel de las barcas por eléctricos.

Reducir el impacto medioambiental, principalmente la contaminación acústica, los vertidos de los actuales motores y la emisión de gases es el objetivo final que se persigue en este proyecto. El siguiente paso será diseñar e implementar una barca de paseo eléctrica piloto. Actualmente, los investigadores están a la espera de presentar una propuesta para las convocatorias de subvenciones del GALP (Grupo de Acción Local de Pesca).

Las conclusiones del estudio revelan los altos niveles de contaminación acústica que generan las embarcaciones. Durante el arranque, las barcas pueden llegar a valores de ruido de 92 decibelios dB(A),- un sonido más elevado que el de un camión de la basura-.

Estos niveles superan los límites de emisión del sector terciario de 65 dB(A) o residencial de 55 dB(A), que sería el nivel del ruido de una conversación normal entre dos personas y también los límites máximos recomendables para el parque natural, según explica el director del proyecto, Manuel Alcázar Ortega, profesor titular de la UPV y miembro del Instituto de Ingeniería Energética.


El precio del motor eléctrico podría oscilar entre los 4.000 y los 5000 euros


Para el estudio, se ha elaborado un mapa de calor, en el que se indican las zonas del lago más frecuentadas por las embarcaciones de la zona de El Palmar para detectar cuáles son las áreas más afectadas por el ruido. Por otro lado, también se han tenido en cuenta los otros posibles efectos contaminantes como los vertidos, fugas de hidrocarburos o gases de escape «que podrían verse drásticamente reducidos al evolucionar de una movilidad fósil a una eléctrica», aclara el coordinador del proyecto, David Ribó Pérez, doctorando del Instituto de Ingeniería Energética  y colaborador de la Cátedra Transición Energética Urbana de la UPV.

Estudio de las necesidades energéticas

Durante la investigación se tomaron datos en la Albufera de València de la actividad laboral y también, se llevaron a cabo varias mediciones de la velocidad a la que circulan las embarcaciones y el consumo de gasoil en cada viaje.

Foto: UPV

En el estudio de los impactos ambientales se han tenido en cuenta, sobre todo, los posibles efectos sobre la fauna| UPV

Ribó Pérez expone que «con los datos de la velocidad, y consultando datos del tiempo en el lago, como la velocidad del viento que se llega a alcanzar, y parámetros del agua, como la viscosidad, por ejemplo, se pudo calcular la potencia necesaria para mover la embarcación».

Además, conociendo el consumo de gasoil medio por viaje, y teniendo en cuenta los rendimientos de los componentes del sistema de propulsión, «se pudieron averiguar las necesidades energéticas y así pre-dimensionar la potencia de los motores y la capacidad de las baterías». «Se compararon los resultados obtenidos de estas mediante dos metodologías diferentes y se obtuvieron resultados parecidos y coherentes».

Prototipo y puntos de recarga

El resultado del estudio revela que las barcas necesitarían un motor de entre 5 y 10 kilovatios (Kw) de potencia para su normal funcionamiento. «El precio del motor eléctrico podría oscilar entre los 4.000 y los 5000 euros, suponiendo el coste de la batería más del 60% del total» aclara Ribó Pérez.

Otro punto importante en esta transformación de la flota de barcas del parque natural, en las que hay cerca de 1.000 registradas, es la forma en que se van a recarga de las baterías.

«La problemática se centra en la posibilidad de que las baterías sean extraíbles o en el caso de que no lo sean, se tendrían que instalar postes de recarga en el embarcadero municipal de la ‘Trilladora de Tocaio'», explica Alcázar y apunta que «la posibilidad de que sean extraíbles parece la mejor opción. El embarcadero municipal es abierto al público y los barqueros se quejan de actos vandálicos y hurtos». 

El proyecto ‘Planificación de la electrificación de la flota de barcas de la Albufera’ es el Trabajo de Fin de Grado (TFG) de Daniel Samuel Bejarano Cáceres. El alumno de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Politécnica de València (UPV) ha sido financiado por la Cátedra Transición Energética Urbana de la UPV.

Además, han colaborado José Caballer Torrent, presidente de la comunidad de Pescadores del Palmar y Grupo de Acción Local del Sector Pesquero La Safor y la técnico de la entidad Amparo Aleixandre Puchades.

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