El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, tras concluir la reunión del Consell, presidió en el mismo salón del Ayuntamiento de Burriana, un encuentro con los alcaldes de la Plana Baixa, a la que también se sumó el presidente de la Diputación de Castelló, Josep Martí.

Los municipales le trasladaron su preocupación por la situación de los cítricos con la autorizaciones europeas que, entienden, perjudica a los productos de la Comunitat Valenciana al permitir que accedan al mercado regional los de otros países sin cumplir los todos los requisitos ni las inspecciones que si obligan a los de los países europeos.

 Puig ha señalado que la Comunitat Valenciana ha hecho una llamada a la Unión Europea y está reforzando el club de los cítricos para que pueda defender sus derechos en Mercosur. “No se puede obligar que la Comunitat Valenciana es tierra de cítricos” y por tanto, ha señalado, hay que hacer fuerza para que se reconozca como tal en la Unión Europea.

El presidente reconoció la necesidad de implicación desde las administraciones para asegurar el futuro del sector cítricola. Un futuro que pasa por una reestructuración y adaptación.

Asimismo, abordaron la problemática que genera la proliferación de mosquitos que afecta a las poblaciones costeras de la Plana Baixa, en plena temporada turística. Además, el presidente de la Generalitat reiteró su apoyo al sector ceerámico, cuyas empresas más representativas se ubican en este comarca castellonense.

Al encuentro asistieron los alcaldes de los municipios más importantes de la Plana Baixa, con el alcalde de Vila-real y la alcaldesa de la Vall d’Uixó, José Benlloch y Tania Baños, respectivamente, además de la alcaldesa anfitriona María José Safont o el alcalde de Nules, David García.