Más de 400 profesionales entre arquitectos, urbanistas, sociólogos y otras profesiones vinculadas al desarrollo de la ciudad, procedentes de 50 países debaten en La Marina de València soluciones creativas para las urbes del futuro en Placemaking Week Europe 2019, el mayor festival europeo de innovación urbana.

Además de las conferencias, Placemaking Week Europe busca la participación a través de los talleres. En La Base y en el Tinglado 2 se están desarrollando más de 30 iniciativas entre ellas, la burocracia creativa o la semana laboral de cuatro días.

Precisamente de la burocracia creativa habló en la jornada inaugural el urbanista Charles Landry, quien expuso la necesidad de planificar con imaginación y buscar soluciones a los retos del siglo XXI desde la participación.

“La administración -afirmó Landry- ha de ser facilitadora y crear conexiones entre el sector público, el privado y la propia administración.» Aboga por hacer visible lo invisible: el talento, la imaginación, al tiempo que hace cómplices a los medios de comunicación para que saquen «las cosas buenas».

¿Quien mejor que los vecinos para conocer las necesidades de la ciudad y proponer soluciones creativas?

Entre las conclusiones de los debates se repite el impacto que tienen en el desarrollo de la ciudad pequeñas intervenciones, así como la importancia de involucrar a los residentes, que son los que mejor conocen la ciudad, y a los niños, que son los más sinceros.

Otro de los temas abordados ha sido el futuro del trabajo. Will Stronge, miembro del thinktank Autonomy Institute, explicó la propuesta de su equipo de aplicar la semana laboral de cuatro días. Una solución que calificó de valiente para disminuir el desempleo y la precariedad laboral, establecer un nuevo modelo de distribución de la riqueza, ganar tiempo para la familia, el ocio y el relax y promover relaciones igualitarias entre hombres y mujeres. “Menos trabajo y mejor trabajo; la semana laboral de 4 días es una propuesta para afrontar la crisis de nuestro modelo económico», apuntó Stronge.

En otras actividades se desarrolló el eje central del festival, el placemaking, el diseño colectivo del espacio público poniendo el centro en el usuario. Los participantes compartieron experiencias prácticas de distintos lugares del mundo y hablaron del placemaking como “una herramienta para reunir personas y reinventar su papel” y como “un enfoque innovador para abordar las políticas de austeridad urbana y sus consecuencias”.

Un espacio público tiene éxito cuando está lleno de gente

«La mejor manera de hacer un cambio en el espacio público es experimentando, monitoreando el cambio y asegurándose de que la siguiente fase esté lista cuando la ciudad esté contenta con el cambio«, concluyó Emiel Arends de Rotterdam.

Los especialistas hablaron también de mejorar la comodidad, accesibilidad y belleza del espacio público, de “sentirse en la calle como en casa” y de darle vida con actividades: “el éxito es cuando ves un lugar con gente”.

Mañana por la tarde se clausurará el encuentro con la proyección de la película de Agnés Varda y el artista urbano JR «Visages Villages».