Los jurados de los Premios Jaime I han alertado de la «seria amenaza» que para los océanos supone la polución marina procedente de los grandes vertidos de las ciudades y las industrias, e instan a todos los agentes públicos y privados a adoptar «medidas eficaces» para contrarrestarlo.

Así se ha destacado en la declaración sobre la «Preocupante salud de los océanos», que ha sido leída por el presidente ejecutivo de los Premios Rey Jaime I, Javier Quesada, y apoyada por unanimidad por los 88 jurados, entre ellos 19 premios Nobel, que esta tarde darán a conocer a los galardonados en su trigésimo primera edición.

El documento destaca que desde el comienzo de la revolución industrial se observa una creciente presión medioambiental sobre los océanos.

«La polución marina procedente de los grandes vertidos de las ciudades y de las industrias, los pesticidas, la sobrepesca, el riesgo del transporte marino, el uso creciente de plásticos, la presencia de (nano) residuos peligrosos, se han convertido en amenazas inmediatas para la salud de los océanos, pasando además estos contaminantes a la cadena trófica de la alimentación humana», señala.

Añade que a todo ello «se une el impacto del calentamiento global, la elevación de la temperatura media de las aguas, la polución del aire, la intensidad del impacto de los fenómenos meteorológicos sobre las costas, entre otros, que constituyen unan serie amenaza para la fauna y flora de los océanos».

Los jurados llaman la atención sobre este problema que, afirman, «incumbe a todos los países» y enmarcan su preocupación en la declaración por las Naciones Unidas del decenio 2021-2030 como la Década de la Ciencia Oceánica para el desarrollo Sostenible, y en el próximo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre el Océano y la Criosfera.

Además, urgen a todos los agentes públicos y privados a adoptar de forma inmediata medidas eficaces para contrarrestar el deterioro de la salud de los océanos y preservar el patrimonio natural heredado para el disfrute de las generaciones venideras. EFE