Sábado, 27 de Abril de 2024
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Phelps: «La guerra comercial EEUU-China contraerá economía pero abrirá espacios»

Phelps: «La guerra comercial EEUU-China contraerá economía pero abrirá espacios»

La guerra comercial entre Estados Unidos y China tendrá un efecto de contracción en esas economías que arrastrará a la economía mundial, si bien puede tener consecuencias positivas para Europa en el sentido de poder cubrir los espacios comerciales que deje ese conflicto, según el Premio Nobel de Economía 2006 Edmund Phelps. Junto a Barry Barish y Michael Levitt, los integrantes del jurado de los Premios Rey Jaime I han analizado la actualidad y temáticas de actualidad en València.

En concreto, Phelps ha respondido al gran conflicto entre las dos potencias que es posible que algunos productores europeos puedan «rellenar» los espacios que deje esa guerra comercial entre las potencias mundiales y haya empresas que obtengan ganancias con sus productos. Pero para el economista, la mayor preocupación no es si se producirá un retroceso sino qué se va a hacer para salir del estancamiento en el que está sumido Occidente, que comenzó en los años setenta en Estados Unidos, después se trasladó a Francia y Alemania y finamente ha afectado también a Reino Unido.

Sobre la guerra tecnológica en cuanto al control de las redes 5G, Phelps ha señalado que la mayoría de los economistas en Estados Unidos quieren que desaparezca el monopolio que desempeñan las empresas radicadas en Silicon Valley para no estar controlado únicamente por cuatro o cinco empresas. «Necesitamos abrir la economía a nuevos líderes«, ha afirmado Phelps, ya que durante decenios ha habido un descenso «alarmante» de nuevos jugadores que no ha variado.

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Los Premios Nobel Barry Barish (Física 2017), Michael Levitt (Química 2013), y Edmund Phelps (Economía 2006), de izquierda a dcha. | Foto: Efe/M.Bruque

Ha insistido en que, pese a las «malas noticias» que hay en el ámbito del comercio por una política «descuidada» en Estados Unidos, hay que entender la importancia de que desaparezca ese monopolio como tal. Ha considerado que las empresas seguirán esforzándose para mejorar su productividad ante una actitud «agresiva» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia otros países, puesto que países de Occidente viven una época de prosperidad con bajas tasas de desempleo aunque con un crecimiento del PIB poco positivo, pero «no tan malo» como en momentos anteriores.

Impuesto a robots

Por otra parte, el premio Nobel de Economía ha propuesto aplicar un impuesto a los robots con el fin de ralentizar pero no detener la introducción de la inteligencia artificial en la economía. La inteligencia artificial es uno de los retos a los que se enfrenta la economía mundial, como también lo son la innovación y el crecimiento de los salarios, según recoge la agencia Efe. Para Phelps, va a ser necesario un impuesto «moderado» sobre los robots, del mismo modo que ya están establecidos impuestos como el de la renta o el de sociedades, para ralentizar la introducción de la inteligencia artificial.

La innovación es otro de los desafíos de la economía, que consiste en hacer las cosas de una manera mejor desde la identificación de oportunidades y desde el trabajo «cara a cara» con los problemas. El Nobel de Economía también se ha planteado la cuestión de los aumentos salariales en el 50 % de la producción, donde los trabajadores no ven incrementos de sus sueldos pese a que década tras década se están produciendo en el conjunto del empleo.

Según Phelps, la economía lleva enfrentándose a retos durante decenios ya que cuando se avanza al mismo tiempo se ve la oportunidad de «avanzar aun más«, pero ha asegurado que en la actualidad existen más desafíos que nunca.

Frenar el cambio climático

Los tres premios Nobel han apelado a reducir el CO2. Junto a Phelps, Barry Barish (Física 2017) y Michael Levitt (Química 2013) incidido en la necesidad de reducir la cantidad de CO2 que hay en la atmósfera para frenar el cambio climático.

Michael Levitt ha manifestado que si la población mundial se redujera en un 90 por ciento «muchos de esos problemas se resolverían enseguida. No creo que sea una buena solución, pero también la naturaleza tiende a resolver las cosas como tenga que hacerlo».  A su juicio, «el mundo no está acabado, aunque el futuro es incierto. Estoy convencido de que hay un calentamiento global y requiere de hacer algo ya«, ha agregado.

Barry Barish ha replicado que no se podía mostrar «tan optimista. Creo que debemos darnos cuenta de que técnica y científicamente el problema de reducir la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera es más fácil que eliminarlo. No sabemos como deshacernos de él». «Lo estamos emitiendo y no vamos a ser capaces de eliminarlo fácilmente», ha dicho Barish, quien ha añadido que para resolver el problema lo antes posible «debemos reducir de manera eficaz la cantidad de CO2 que lanzamos a la atmósfera y, por desgracia, eso está controlado por la economía y no por la voluntad de las personas».

A su juicio, la solución «presenta la dificultad de que hay que pagar un precio económico para reducir la cantidad de emisiones con energías alternativas». «Hay CO2 en la atmósfera y las tecnologías que conozco se están centrando en emitirlo y recolectarlo, pero una vez que está en la atmósfera no se si hay tecnología que realmente permita deshacernos de él. En el punto de generación sí, pero no una vez está en la atmósfera y esto es un experimento de una sola vez«. Para este Nobel, «los políticos y las administraciones no lo están haciendo, así que las personas jóvenes y mayores tienen que actuar. Hay una señal de aviso«.

Por su parte, Edmund Phelps ha manifestado que hay un «trabajo considerable» para eliminar el CO2 de la atmósfera porque «es esencial no solo dejar de emitir sino también eliminar una buena cantidad que ya se encuentra en la atmósfera». «Hay métodos económicamente viables e incluso rentables de eliminar el CO2 de la atmósfera, pero esto es un poco lento», ha dicho Phelps, quien ha agregado que el problemas es «deshacernos del CO2 que se ha emitido ya y seguir haciéndolo a medida que se siga emitiendo. Ya veremos cómo progresa eso».

Michael Levitt se ha preguntado cuál sería el punto de inflexión para el calentamiento global y ha indicado que «en algún momento vamos a tener que dejar de hacer las cosas como las hemos hecho siempre». «Con un incremento tan importante de la población en el mundo, tenemos un problema: si en los próximos 60 o 70 años hay un aumento de la población enorme y reducimos el CO2 hay un futuro para la humanidad, pero no sabemos cuantas muertes conllevará», ha sentenciado.

Barish ha considerado que no hay que «esperar a ningún punto de inflexión, hay que saber que nos encontramos ante un problema muy importante», y se ha referido a General Motors para afirmar que debería «hacer lo que pueda para el cambio a los vehículos eléctricos. Es un problemas económico y no técnico».

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