La CNMC ha impuesto una sanción de 33,8 millones de euros a 34 editoriales de libros de texto y a la Asociación Nacional de Editoriales de Libros y material de Enseñanza, Anele. Competencia ha puesto fin al pacto de determinadas editoriales para fijar el precio y las condiciones comerciales del libro de texto digital alcanzado entre Anele y 10 editoriales y al mecanismo para coordinar políticas y condiciones comerciales en el sector de los libros de texto.

El expediente de la CNMC se inició tras una denuncia de la editorial Vicens Vives de dos faltas tipificadas como de muy graves. La primera de ellas consiste en una serie de acuerdos y prácticas concertadas vinculadas con el desarrollo y aplicación de un Código de Conducta para las empresas del sector editorial, que siguen desde abril de 2012 que restringe la competencia en la prescripción de libros de texto no universitarios por parte de los centros educativos.

Dicha estrategia ha supuesto homogeneizar las políticas y condiciones comerciales en el sector, como la entrega de materiales informáticos (pizarras digitales, cañones de proyección, ordenadores portátiles etc.), para reducir y eliminar aquellos elementos que introducían competencia en la prescripción de libros de texto. A pesar de que el Código de conducta se justificó por un sistema de supuestas “buenas prácticas”, se ha acreditado que las entidades que llevaron a cabo las conductas lo hacían con una finalidad económica y para restringir la competencia.

Las multas más elevadas se aplican a Santillana, Anaya y SM

En esta infracción se ha acreditado la implicación de un total de 33 empresas. Las sanciones más cuantiosas corresponden al grupo Santillana, 8,9 millones de euros; Anaya, 8 millones; SM, 5,4 millones, y Edelvives, 2,7 millones. También se castiga con multas millonarias a Oxford University Press, con 3,1 millones, y a McMilan con 1,4. Por su parte, Bromera tendrá que pagar 164.000 euros de multa por las infracciones de dos de sus sellos. El resto de editoriales pagaran cantidades que van desde los 130.000 al medio millón de multa y 180.000 euros a la asociación.

La CNMC ha comprobado, también, un descenso de la cantidad destinada por parte de las editoriales a la entrega de material de las TIC entre 2010 y el curso 2017/2018 a las aulas, sin que ello se haya traducido en bajadas de precios de los libros de texto.

También había pacto de condiciones comerciales en libros electrónicos

Además, Competencia considera acreditado que determinadas empresas han llegado a acuerdos para la fijación de precios con el libro de texto en formato digital entre 2014 y 2017. Las editoriales, mediante su participación en un comité técnico en el seno de Anele, llegaron a pactos para la homogeneización de condiciones de comercialización del libro digital. Así, se fijaron condiciones tales como el precio, la duración de las licencias, su no utilización por parte de repetidores y hermanos y el que no se permita descargar contenidos offline.

Han sido considerados responsables, además de la asociación, las comercializadoras de SM, Anaya y Santillana, junto a Edebé, MacMillan, Mc Graw Hill, Oxford University Press, Pearson Educación, la editorial Teide y Edición del Serbal.

En este caso, el total de multas asciende a 1.492.200 de euros, de los cuales 130.000 corresponden a la asociación y el resto se distribuyen entre las otras 10 empresas que formaron parte de los acuerdos.