El director técnico del Marq, Manuel Olcina, ha explicado que la muestra es un «recorrido apasionante desde las primeras aldeas a los primeros imperios» del antiguo Irán, y ha subrayado que la altísima calidad de las piezas reflejan más que nunca que «no hay mejor cura ante los prejuicios colectivos que la cultura».

La exposición, en la que ha colaborado la Universidad de Alicante y el Museo Drents Museum de Assen, hace un repaso desde el Paleolítico con objetos de más de 200.000 años de antigüedad pasando por el Irán de la dinastía Safávida del siglo XVII, o por la ancestral Persépolis. «En Occidente, parece que no existe un conocimiento de la realidad de la cultura de Irán y que ésta se acorta solo al periodo de Aquemérides», ha apuntado el director general del Museo Nacional de Irán, Jebrael Nokandeh durante la presentación.

Ritón de oro en la exposición de Irán en el Marq. | Foto: AJ

Los elementos que se están en el museo alicantino cubren gran variedad de elementos y materiales y proceden de 60 puntos arqueológicos. Entre las piezas que llaman la atención está el «riton de oro«, un gran vaso ceremonial de oro de unos tres kilogramos de forma cónica y con la cara de un león. Su belleza sirve para dar cierre a una de las salas y está acompañado por una veintena de joyas de oro, especialmente collares y pulseras, muchas del periodo de Ciro y, sobre todo, de Darío I el Grande (510 antes de Cristo).

Disfrute de sentidos y culturas

De las tres estancias que ocupa la exposición sobre Irán, la primera se dirige al Paleolítico y la Edad del Bronce, y el visitante disfrutará de una antiquísima flauta en hueso del 6.200 a.C., de los primeros testimonios de la escritura cuneiuniforme, así como «soberbias» cerámicas del Neolítico, pintadas y con decoración. Una de las novedades, la puede percibir el visitante en esta sala; pues incorpora un material natural en las paredes a base de flores (rosas y margaritas) y hojas prensadas que desprenden un olor sutil y evocador para evocar en el visitante el paisaje de la antigua Persia, bajo la silueta de los ancestrales montes Zagros.

La tercera y última de las salas se centra en el final del imperio Persa tras la ocupación de Alejandro Magno, así como en los posteriores Partos y la dinastía Sasánida, en la alta Edad Media (siglo VI d.C), además de la posterior etapa islámica. Correspondiente a este momento se ha colocado bajo una gran bóveda dorada un valioso ejemplar de Corán del siglo XVI, junto a platos bajorrelieve de plata y esculturas de la época. Además, hay dos réplicas de dos metros de alto de las estatuas de Darío I el Grande (sin cabeza) y de un príncipe Parto, seguramente de Shami.

Un gran mural muestra la cronología de la exposición de Irán. | Foto:AJ

Durante la presentación de la exposición que cuenta con el patrocinio de la Fundación Cajamurcia y Asisa, el diputado de Cultura César A. Asencio y el embajador de la República Islámica de Irán en España, Hassan Ghashghavi,trasladaron el buen ambiente y la mutua colaboración que ha existido entre ambos países y entre los equipos técnicos.

En este sentido, el embajador ha destacado la relación centenaria que impera entre ambos países que se muestra con la carta de credenciales de la embajada iraní de hace 400 años. Una muestra tan significativa también tendrá su reflejo en las actividades que le acompañarán como un concierto el próximo 27 de marzo en el que actuará un grupo tradicional de Irán. Por su parte, el Marq ha organizado charlas y diversas actividades.

Los representantes de Irán ha coincidido en señalar la muestra como un puente cultural y una oportunidad para dar a conocer la vasta historia del país. Además el reciente nombrado embajador aprovechó para hablar de las bondades del país e invitó a conocerlo.