Es la octava sociedad de tasación de España, la primera en en el Arco Mediterráneo, en facturación -12,5 millones de euros- y por cuota de mercado. La reactivación del sector inmobiliario le ha dado un nuevo impulso a esta empresa ubicada en la localidad de San Juan de Alicante. Su presidente y fundador, José Vázquez es un ingeniero que ha apostado por la profesionalización de su equipo y la armonización de tecnología y personal. Convencido de que no hay síntomas de burbuja inmobiliaria, defiende la transparencia y la ética en un nuevo ciclo.
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– Euroval cumple 28 años y usted es uno de los fundadores. ¿A qué se dedicó al principio en su carrera profesional?
– Soy ingeniero técnico. Antes de venir a Alicante en 1972, estuve trabajando en el campo de la electrónica y automatismos con una beca en Brasil. Luego, ya aquí y hasta el 88, ejercí de director técnico en un grupo de transportes y servicios, lo que hoy es el grupo Vectalia. A finales de ese año dejé la empresa y aunque tenía posibilidades de trabajo fuera de Alicante, quería residir aquí, así que decidí montar una empresa en la provincia. La tasación era un sector incipiente y me gustó, por lo que empezamos en Alicante en 1990 como sociedad.
– ¿Qué hitos han marcado la historia de la empresa?
– Primero, la vocación de hacerla estatal. Pasamos de ser una tasadora provincial a nacional. Nos costó mucho, porque en aquellos tiempos tuvimos que abrir oficinas en toda España. Las comunicaciones informáticas no eran las actuales y tenías que tener presencia física y a la vez comercial. Además, en esa época, los órganos de decisión de los prescriptores, fundamentalmente entidades financieras, no estaban centralizados, eran totalmente locales o regionales.
Fue un proceso laborioso de ocho años (1990-98). La primera oficina externa la abrimos en el 92 en Murcia. Luego vinieron Valencia y Madrid. Después ya seguimos en toda España y creamos un sistema de socios franquiciados (13 o 14 propios) y el resto podríamos decir que fueron despachos técnicos con dedicación exclusiva. En aquel momento, era un esquema que nos permitió estar en toda España. Otro hito importante es cuando absorbimos en el año 99 una sociedad catalana con sede en Barcelona – IV Tasaciones, que nos permitió consolidarnos en Cataluña. Y por último, destacaría el salto cualitativo que dimos en el año 2000, donde nos diferenciamos tecnológicamente del resto del sector. Introdujimos un sistema experto de tasación pionero en España, donde aplicamos nuevos algoritmos, estadística y metodología de regresión lineal para la tasación.
– ¿Hasta entonces cómo se estaba haciendo?
– Era muy artesanal. El problema que teníamos es que un mismo inmueble era tasado de manera muy diferente, según quien fuese el tasador utilizando la misma metodología, nuestro nuevo sistema nos permitía que incorporando datos objetivos del objeto inmobiliario, llegáramos a un valor similar.
– Desde entonces, ¿qué aspectos han marcado el funcionamiento de Euroval?
-Nuestro punto álgido en la época del 2000 fue un poco antes de la crisis -2006- donde teníamos un nivel de facturación de más de 15 millones de euros. Cuando llegó la crisis, nos cogió con una estructura muy fuerte en toda España, con doce oficinas. Entonces tuvimos que reinventarnos.
Nuestro sistema consistió en centralizarnos. Ahora la “factoría” estaría en San Juan y esto posibilitó que como teníamos un buen soporte tecnológico, pudiéramos trabajar en toda España con una sola oficina, dejando Madrid como oficina representativa y comercial. Tuvimos que realizar ajustes de plantillas –teníamos más de 130 personas en nómina y llegamos a bajar hasta poco más de 30 en la época valle, año 2013–.
– ¿Ahora cómo está articulada la empresa?
– Sigue centralizada en San Juan. Desde aquí se controla toda la parte operativa y técnica de España y Portugal. Luego tenemos dos oficinas soporte- en Madrid y Barcelona- que colaboran tanto en el plano comercial como en la parte técnica, pero en aspectos muy específicos.
– La apertura de la oficina en Barcelona se produce en septiembre de 2017, en un momento convulso políticamente en Cataluña, ¿qué les decide y cómo está funcionando?
– Apostamos por Barcelona por la creciente demanda de encargos de varias entidades catalanas que, por su tipología, requería de supervisión y otras acciones presenciales.
– ¿A un año vista, entonces considera la decisión acertada?
– Acertada y conveniente para poder captar y realizar adecuadamente esa demanda de trabajo.
– En 2017, fueron la tasadora que más creció según la AEV. ¿De dónde ha venido el crecimiento?
– Ha venido de varios factores. En primer lugar, el más importante, es que el mercado ha cambiado y nuestros clientes han aumentado su nivel de facturación. Respecto al sector hemos crecido más porque hemos sido más eficientes en algunas cosas y nos ha permitido llegar a nuevos clientes.
– ¿Podría citar algún ejemplo?
– Todas las entidades han cambiado el sistema en los últimos años. Los encargos están centralizados y esto hace que haya un mayor control sobre los proveedores. Estos mecanismos se basan en tiempos de entrega, calidad de los informes y la opinión que dan de ti los prescriptores u oficinas. En todos estos factores, hemos sido muy bien puntuados, lo que nos ha permitido aumentar la cuota por entidad.
Cualquier informe aportado por una sociedad homologada, según la normativa del Banco de España vale; pero las entidades confían en empresas conocidas y tienen criterios propios y a partir de ahí homologan y van dando trabajo. Esto sí que se ha notado en los últimos tres años, donde el sector ha estado creciendo por debajo del 20 % y nosotros lo hemos hecho por encima del 40 %.
En el caso de los clientes nuevos, la situación es parecida en tanto que han valorado nuestro servicio, han confiado en nosotros y nos han ido dando más trabajo.
– ¿Qué perfil de clientes? ¿Y qué ha cambiado en este aspecto tras la crisis?
– Para nosotros, el 80 % de la facturación antes de la crisis procedía de entidades financieras y específicamente para activos a hipotecar. Ahora mismo, las entidades financieras representan el 60 % y el resto lo forman despachos profesionales, clientes privados, promotoras y servicers –tipo de cliente potente que son a quienes las entidades financieras han pasado esas grandes carteras inmobiliarias–.
Luego hemos ampliado el portfolio de nuestros servicios. Somos una sociedad que intentamos hacer valoración total, es decir, que valoramos desde cualquier inmueble o proyecto inmobiliario hasta todo tipo de activos, derechos y empresas. Por eso tenemos muchos tipos de clientes, aunque no sean tan grandes y recurrentes en sus encargos.
Hemos puesto en marcha, a través de Euroval.com, plataformas de comercio electrónico para realizar online valoraciones de muchos tipos de activos. Próximamente lanzaremos un nuevo aplicativo de valoración online de empresas, fundamentalmente para pymes. Tenemos montado desde el año 2006 la valoración online de viviendas.
– ¿Cuándo se han incorporado los nuevos servicios?
– Hemos apostado siempre por los sistemas de valoración online por eso los tenemos implantado desde 2006, se han ido enriqueciendo con la mejora de algoritmos, bases de datos y la práctica que hemos ido adquiriendo. Respecto al resto de servicios web, cada día intentamos hacerlos más intuitivos para que el cliente pueda solicitarlo desde un teléfono móvil o a través de la web.
– ¿Qué papel ha jugado la innovación y la apuesta tecnológica en la empresa?
– Siempre ha jugado un papel importante, el único problema es que tiene que ser percibida. La innovación nos ha permitido situarnos y afianzarnos, en un momento en que la calidad y la trazabilidad de nuestro trabajo es importante. De cara al futuro, partimos de una base más trabajada, más estudiada para ir a la innovación total que nos permitirá una mayor integración con nuestros clientes y prescriptores.
Creo que esto hará que la figura del tasador cambie a un fedatario experto que supervisa todos los detalles, calidades y cualidades del objeto inmobiliario a tasar, introduce esos datos objetivos en el sistema y luego será el propio aplicativo el que dará forma al informe para que el tasador lo revise y confirme, antes de pasar a una supervisión final por un departamento especializado de Validación. Esto lo realizarán sistemas expertos integrando en el informe técnico la gestión, requerimientos y especificaciones que nos solicite el cliente.
– ¿Se refiere al proyecto RACE que acaban de presentar?
– Este proyecto es mucho más avanzado. Las siglas de RACE significan Renovación de Aplicaciones Corporativas de Euroval. Lo que tenemos ahora es un aplicativo experto de tasación que pusimos en marcha en el año 2000 al que hemos ido mejorando y adaptando a los nuevos soportes y especificaciones. La tecnología ha cambiado en estos 18 años y ahora trabajamos con datos en la nube, aplicamos nuevos sistemas de big data e inteligencia artificial para poder mejorar todo el proceso.
– ¿Cuáles son los objetivos marcados para 2018?
– En este ejercicio el objetivo más importante es consolidar el trabajo de estos tres últimos años, porque hemos crecido bastante. Hemos pasado de la treintena de personas en 2014 a más de 70 de personal fijo. Hemos más que duplicado este apartado y la red de tasadores ha aumentado alrededor de un 35 %. También hemos comenzado el servicio en Portugal con un convenio en exclusiva y damos servicio a todos nuestros clientes españoles en el país luso.
Otro de los objetivos, tras pasar por la etapa de análisis de RACE, es incluir a todo el personal en la gestión y características del nuevo aplicativo. Para nosotros, son fundamentales las cuestiones de calidad e integración, cada departamento tiene sus necesidades y es importante incorporarlos a todos. Iremos utilizando las nuevas versiones en varios hitos a través de nuestras aplicaciones actuales, estando previsto tener concluido el proyecto para mediados del 2020.
– Ha nombrado Portugal ¿Cuáles son los planes a nivel internacional?
-En este campo, lo que tenemos son colaboraciones con diversas sociedades de varios países como Portugal y Rumanía en Europa o Chile, Argentina y México en Latinoamérica.
– ¿Se plantean ampliar?
– Por ahora lo que hacemos es compartir experiencias, pero sobre todo, trabajamos con clientes de esos países. Dentro de Europa, España es uno de los países más avanzados, porque existen las sociedades de tasación desde el año 1981, con una serie de requerimientos normativos y barreras de entrada, para asegurar la calidad de sus trabajos. En la UE, nuestra competencia son personas físicas, profesionales independientes o pequeños despachos, por lo que no se puede comparar con la estructura operativa de una sociedad de tasación homologada.
– Respecto a la implantación en nacional, ¿qué zonas tienen más peso para Euroval?
– En este sentido, donde se mueve la economía, fundamentalmente la construcción y el crédito hipotecario. En nuestro país, en estos momentos son Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunitat Valenciana. Se nota desde mediados de 2014, el aumento progresivo de encargos, en Cataluña aún no hemos notado el procés.
Ahora los bancos están abriendo la financiación hipotecaria, aunque los criterios de control son altos y por lo tanto, el ritmo percibido es lento. Sin embargo, el alquiler sí se mueve.
– No es la primera vez, pero este año, ganaron el concurso público de peritaciones judiciales de la Generalitat en la Comunitat Valenciana este año. ¿Qué ha supuesto para ustedes y qué peso tienen las administraciones en su facturación?
– En nuestra cartera, las peritaciones judiciales suponen un peso en torno al 3 % que ahora aumentará con esta concesión hasta más de un 4 %. Estudiamos presentarnos al concurso por nuestra experiencia en otras comunidades, si cumples las especificaciones técnicas, el mayor peso de la adjudicación recae en el precio. Es un tema muy específico, que necesita de mucha experiencia y requiere aún de mucho trabajo artesanal. Se ha retrasado su puesta en marcha porque la administración tuvo que atender varios recursos. Esperamos empezar en breve.