Sábado, 27 de Abril de 2024
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Efectos del “procés”

Contador Bibliotecario.  Comisión de Economistas Asesores Financieros Colegio de Economistas de Alicante

VillalobosEl proceso independentista promovido en Cataluña y que vivió su último capítulo el pasado 1-O con el frustrado intento de celebración de un referéndum, declarado en su día ilegal por el Tribunal Constitucional, está pasando ya factura a la economía catalana ante la posibilidad, en el momento de redactar estas líneas, de que el “Govern”, en un nuevo acto de irresponsabilidad política, se decante por una declaración unilateral de independencia.

Banco de Sabadell, tras reunir con carácter extraordinario a su Consejo de Administración el pasado 5 de octubre, con un único punto en el orden del día, tomó la decisión de trasladar su domicilio social a la ciudad de Alicante, lo que devuelve a nuestra provincia al primer plano del panorama financiero nacional, tras la compra y posterior integración de Banco CAM por esta misma entidad.

La defensa de los intereses de clientes y accionistas y las incertidumbres que una declaración unilateral de independencia provocaría, alejando a Cataluña de Europa y en particular a los bancos de la supervisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), del Banco Central Europeo y de sus líneas de liquidez y facilidades crediticias, así como del amparo del Fondo de Garantía de Depósitos, son los argumentos esgrimidos por la entidad para justificar la toma de una decisión que, si bien a efectos operativos no parece tan trascendente, si lo es a efectos mediáticos y reputacionales. Y a estas razones de manual debería añadirse una cuestión no menos importante, como es la alarmante fuga de depósitos que se viene produciendo, no ya tras el 1-O, sino desde fechas muy anteriores.

Hablan los mercados
La entidad, fundada en 1881 por un grupo de comerciantes de Sabadell, recibió un duro castigo de los mercados tras el 1-0, llegando a perder en bolsa, en tan solo dos días, más de un 10 % de su valor. El simple anuncio de la convocatoria extraordinaria de su Consejo con el cambio de domicilio social como único punto del orden del día, permitió a la entidad recuperar, en un solo día, un 6,16 %.

La elección de Alicante como nuevo domicilio social no ha sido casual, pues la provincia representa el segundo mercado en importancia para la entidad, cuenta con varias sedes operativas heredadas de la antigua Caja del Mediterráneo -entre las que destacan las instalaciones donde se realiza el proceso diario de backup-, y constituye así mismo la sede de su negocio inmobiliario, que canaliza a través de Solvia. Los efectos finales sobre la economía alicantina de esta decisión adoptada por Banco Sabadell están por venir pues, en principio, no supone traslado de plantilla, al mantenerse todas las sedes operativas de la entidad en sus emplazamientos actuales.

El cambio de su domicilio fiscal tampoco comportaría inicialmente grandes ventajas para la ciudad, pues el principal tributo que soporta la entidad, el Impuesto de Sociedades, tiene naturaleza estatal. El incremento de la recaudación vendría dado por impuestos de naturaleza menor, como lo son el Impuesto de Actividades Económicas y el de Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales.

Recuperar protagonismo financiero
En cualquier caso, la decisión de Banco Sabadell de trasladar su domicilio social a la ciudad de Alicante es una noticia de extraordinaria relevancia, no solo para la ciudad, sino para toda la provincia. La realización periódica de sus consejos de administración y la celebración de las juntas generales de accionistas de la que es la cuarta entidad financiera del país, pone de nuevo a la provincia de Alicante en la vanguardia de los mercados financieros y será, sin duda, un importante polo de atracción, que repercutirá de manera favorable en la actividad económica de la región.

Tras la decisión de Banco Sabadell otras entidades financieras de origen catalán y con domicilio social en dicha comunidad han optado por el mismo camino, entre ellas Caixabank, que finalmente se ha decantado por la ciudad de València como nuevo emplazamiento para su domicilio social. De esta forma, la Comunidad Valenciana sigue ganando peso en el panorama financiero nacional, tras la desaparición de sus dos máximos referentes, Bancaja y CAM, a consecuencia de la crisis financiera y los errores de gestión.

Tres de las cinco entidades financieras más grandes del país, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia, con un volumen de activos gestionados superior a los 700 millones de euros, han fijado su sede aquí.

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