Durante el trabajo de rehabilitación de Bombas Gens, han tenido lugar dos hallazgos de relevancia histórica que han sorprendido al equipo y han aumentado aún más el atractivo del espacio.
Una estancia subterránea que se creyó que era una carbonera, según se limpiaba se descubrió que era un refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Tenía su lógica, ya que durante la contienda el recinto fue incautado y transformado en una fábrica de armamento, lo que lo convirtió en objetivo militar.
Pero otra sorpresa aún mayor aguardaba a la Fundació: al excavar en el jardín trasero, justo donde se levantaba una alquería durante muchos años, se descubrió una bodega medieval, datada de finales del siglo XV como máximo, encapsulada e intacta. En este caso, nadie albergaba la menor sospecha de su existencia. Los trabajos en ella continúan y no se podrá visitar hasta otoño. Sí que se podrán ver, en cambio, suelos recuperados de los originales que había en la alquería medieval, como “alfombras” de mosaicos.