El turismo británico hacia España sigue creciendo a buen ritmo, pese al brexit
El Banco de España ha publicado el informe trimestral sobre el comercio de bienes y servicios con el Reino Unido, coincidiendo con el primer aniversario del brexit. El informe describe los flujos de comercio de bienes y de las exportaciones de servicios turísticos que ha habido desde entonces, con el objetivo de discernir los posibles efectos del resultado de la consulta sobre esas variables.
El informe del Banco de España, más allá de la sorpresa inicial por el resultado, la mayor parte de los efectos se desvanecieron con rapidez, a excepción del «que resulta más relevante desde el punto de vista de los flujos de comercio exterior: una depreciación significativa de la libra (en torno al 10 % frente al dólar y al euro), que, con ciertas oscilaciones, se ha mantenido hasta la fecha», señala el BdE.
Un año después de la consulta, la economía británica ha aguantado mejor de lo esperado, debido a una política monetaria expansiva aplicada por el Banco de Inglaterra, de modo que el crecimiento del PIB en 2017 se situará en torno al 2%.
A más largo plazo, una reducción del grado de integración del Reino Unido dentro de los mercados europeos conduciría a una disminución de los flujos comerciales que afectará de forma distinta a cada país europeo en función de la composición de su comercio con el Reino Unido por tipo de bienes y del tratamiento concreto que cada uno de estos reciba en el futuro.
En este contexto, parece razonable pensar que los efectos del brexit sobre los flujos comerciales entre España y el Reino Unido en este período hayan venido determinados principalmente por la depreciación de la libra, dado que, como se ha indicado, por el momento la demanda nacional de la economía británica no se ha visto afectada significativamente.
Los efectos de la depreciación de la libra frente al euro sobre los precios de las exportaciones españolas en esta última moneda y sobre las cantidades exportadas no son obvios. Si el exportador español mantiene el precio en libras, protegerá su cuota de mercado, pero verá reducidos sus ingresos en euros; si, por el contrario, opta por mantener el precio en euros, el encarecimiento del producto exportado cuando el precio se mide en libras conducirá a una pérdida de cuota tanto mayor cuanto menor sea su poder de mercado.
Los datos de Aduanas permiten analizar la evolución temporal del valor de las exportaciones nominales de España al Reino Unido, pero no el desglose entre cantidades y precios. En el período previo al referéndum, las ventas de nuestro país al Reino Unido crecieron a tasas muy elevadas, por encima del 10%. A partir del referéndum, las ventas al Reino Unido han descendido en torno al 1%, mientras que al conjunto de la UE se incrementaron en un 8,8%.
Por lo que respecta a las importaciones españolas de bienes procedentes del Reino Unido, la depreciación cambiaria no debería afectar significativamente al flujo en términos nominales medido en euros. En la práctica, sin embargo, las importaciones procedentes del Reino Unido han tenido un comportamiento relativo menos favorable que las que tienen su origen en el conjunto de la UE, aunque hay que tener en cuenta el peso de las importaciones energéticas, la caída de la libra y del precio del crudo.
Finalmente, en el ámbito turístico, en 2016 entraron en España 17,8 millones de turistas procedentes del Reino Unido, un 12,5 % más que en el año anterior, consolidándose como nuestro primer mercado emisor de turistas, con una cuota del 23,6 % en las llegadas totales de turistas foráneos. Además aumentó el gasto total realizado por los turistas británicos hasta alcanzar los 16.000 millones de euros, casi un 21% del ingreso total, señala el informe del BdE.
En el primer cuatrimestre de 2017, la llegada de turistas británicas crece un 9,6% y el gasto casi un 14%, es decir, una evolución muy positiva.