Viernes, 26 de Abril de 2024
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Jornada Industria 4.0 (I): Para BBVA, el futuro de la empresa pasa la internacionalización, ganar en tamaño e implantar la digitalización

Con un tejido industrial formado básicamente por pequeñas y medianas empresas, la digitalización se convierte en un desafío. Por un lado, es imprescindible para mantener la competitividad. Por otro, exige inversión y formación de la organización. ¿Está preparada la industria valenciana para afrontar esta transformación? La jornada sobre Industria 4.0 que ayer organizó Economía3 con la colaboración de BBVA y Nunsys, enfocó el tema desde una perspectiva práctica en la que no faltaron la experiencia de pymes que han implantado recientemente sistemas 4.0.

Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, durante su intervención en la jornada

Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, durante su intervención en la jornada

Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, inició la jornada exponiendo la situación actual de la industria española y valenciana tras años de crisis. Una industria con unas perspectivas de crecimiento modestas en el futuro, por lo que se hace imprescindible la adopción de nuevas tecnologías que suponen «retos y oportunidades para la industria, las empresas y la sociedad españolas».

Cardoso auguró que la demanda interna en los próximos años se estancará, por lo que ganar cuota de mercado deberá producirse mediante la internacionalización. Y para competir en los mercados exteriores hay que producir más barato o bien ofreciendo «nuevos bienes que por su calidad generen su propia demanda». Para ambos casos, señaló el representante de BBVA, la digitalización será un paso imprescindible. 

vista salon jornadaEsta transformación es necesaria para el crecimiento de las empresas, un crecimiento distinto al que se ha experimentado en el pasado. En los últimos 30 años, el crecimiento estuvo impulsado por el aumento de la demanda interna. Tras la crisis, estamos en tasas de crecimiento más reducidas que las del periodo previo a la crisis y, además, con una contracción de la demanda interna. Por un lado, explicó Cardoso, hay una «demanda embalsada», demanda perteneciente a personas que conservaron su puesto de trabajo, pero que por prudencia renunciaron al gasto. Una vez que la situación económica empieza a normalizarse, se permiten, por ejemplo, adquirir un nuevo coche o cambiar de vivienda, dinamizando la demanda, pero se trata «de un crecimiento temporal que no se va a mantener en el tiempo».

Así que el crecimiento viene de la mano de aumentar la demanda externa, y para eso «va a ser necesario el aumento de la productividad». Como uno de los factores decisivos para poder acometer proyectos de internacionalización supondrá ganar en productividad y ganar en tamaño, porque con tamaño «se tiene capacidad de absorber costes fijos, se gana productividad; las empresas grandes atraen mejor capital humano … mientras mayor es la empresa, más productiva es«.

Es necesario, entonces, reducir los obstáculos a las empresas para ganar tamaño. En este sentido, Cardoso se mostró absolutamente contrario a toda la normativa proteccionista hacia las pymes. «Lo que hay que hacer -aseguró- es ayudarlas a ganar tamaño, no protegerlas para que permanezcan igual, sin evolucionar». Añadió que hay regulaciones favorables a las pymes para que permanezcan en tamaños relativamente pequeños . La financiación también ha sido un impedimento a la ganancia de tamaño de las empresas, «ya que durante el periodo previo a la crisis, dependían demasiado del sector bancario. Cuando se produjo la crisis que afectó a las cajas, se quedaron sin financiación; cuando fueron a solicitar créditos a las entidades supervivientes, éstas carecían de su historial crediticio. Hay evidencias de que las empresas que más destruyeron empleo fueron aquellas que estaban más relacionadas con entidades financieras que más acusaron la crisis».

Otro de los aspectos clave es la calidad del capital humano, «tanto de los empleados como de los empresarios», precisó Cardoso.

La inversión en I+D también define la productividad de la empresa. Cardoso aportó datos que demuestran que a mayor inversión en I+D dentro de una comunidad autónoma, crece el porcentaje de empresas medianas. Al igual, aquellas sociedades más digitalizadas -ciudadanos, empresas, administración pública- presenta una mayor prevalencia de empresas medianas y grandes.

¿Cómo ayuda la digitalización a mejorar la productividad? Según el economista jefe de BBVA Research, mejora el acceso a nuevos mercados; facilita el acceso a la información y reduce la distancia entre empresas y clientes o proveedores. «Las TIC facilitan ese proceso de poner en contacto demanda y oferta. Ahora se tiene acceso a proveedores que están en todo el mundo e incluso a su reputación. Ahora es más fácil acceder a nuevos mercados y nuevos bienes y servicios como Airbnb o Uber, que han cambiado completamente la forma en la que funciona el sector».

También cambian los factores productivos y un factor productivo que adquiere una enorme importancia son los datos. Por primera vez somos capaces de conocer a nuestro cliente, que le interesa, qué opina del producto … todo ello permitirá tomar decisiones basadas en la información que acumulan esos datos. «Ahora sabemos cómo se realizan las búsquedas y cuál es su origen». Cardoso puso como ejemplo el sector turistico, donde dos meses antes del viaje, el viajero ya ha realizado búsquedas sobre hoteles, restaurantes o museos. «Esto -señaló- nos ayuda a predecir, por ejemplo, cómo va a ser la temporada turística y a coste muy bajo». Otro ejemplo que puso fue el de cómo la incertidumbre política del último año ha influído en la no creación de 300.oooo puestos de trabajo.

¿En qué situación se encuentra la Comunidad Valenciana? En la actualidad ocupa un lugar medio en adopción de nuevas tecnologías, es decir, existe un elevado margen de mejora. Cardoso insistió en que todos los sectores, incluso aquellos que pudieran parecer protegidos ante la competencia de operadores externos, están en riesgo. Y en concreto mencionó a la banca como uno de esos sectores en los que se va a pasar de un entorno estable y regulado a otro más agresivo, con un capital humano más preparado, «que se preocupan no sólo por el producto, sino porque el cliente tenga el mejor servicio». 

En resumen, concluyó Cardoso, para mantenerse en el futuro va a ser necesaria la internacionalización, ganar tamaño e implantar la digitalización.

 

 

 

 

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