Nuevo paradigma de las ayudas I+D+i
Consultora de Desarrollo de Negocio Grupo Ifedes
En este primer trimestre de 2016 hemos conocido el Índice de Innovación por países publicado por Bloomberg, en el que se analiza la intensidad en innovación por país, siendo los mejor situados en este ranking Corea del Sur, Alemania, Suecia, Japón y Suiza. Los indicadores utilizados analizan gasto I+D por país, valor añadido en productos, concentración de empresas de alta tecnología, entre otros. Según el estudio, solo hay un país de la UE entre los cinco primeros, España queda relegada al puesto 27 de la tabla sobre 50 países estudiados. Sin duda, el gran lastre para España es la disminución progresiva que ha habido del gasto I+D, actualmente en niveles de 2007.
En este contexto, las nuevas políticas europeas sitúan la innovación como elemento clave para mantener una estrategia de crecimiento a medio-largo plazo. En cuestión de apoyos a las empresas se priman los proyectos con un desarrollo tecnológico avanzado y que pueda estar en el mercado en menos de dos años.
Y como debe ser, las políticas regionales siguen las grandes directrices europeas y abren un nuevo paradigma de apoyo a las empresas, en nuestro caso con la estrategia RIS3 Especialización Inteligente en Investigación e Innovación Comunidad Valenciana, en el que se encuadra el Plan I+D+i y se dispone de una batería de nuevos Programas de Apoyo a la I+D+i con nuevas condiciones y una dotación presupuestaria de 10,6 M€ para el ejercicio 2016.
Las bases del nuevo Plan I+D+i motivan el fomento de actividades de investigación, desarrollo experimental e innovación tecnológica para proyectos individuales y en cooperación, con un presupuesto máximo financiable de 175.000 € y 500.000 €, respectivamente. Las principales novedades que encontramos en estas nuevas convocatorias son:
1. Cambio en la modalidad a fondo perdido y abandono de los instrumentos financieros, minorando el esfuerzo inversor de las empresas en la obligación de constituir garantías por periodos superiores de cinco años para recibir un anticipo reembolsable a “Tipo 0”.
2. Carácter plurianual de los proyectos, es decir, se autoriza que el gasto sea imputable a ejercicios posteriores a aquel en que recaiga resolución de concesión. En este caso, se amplía a 18 meses el periodo de ejecución y generación de resultados de los mismos.
3. Mayor intensidad de apoyo en proyectos I+D en función del tamaño y características de la empresa, hasta un 45 % de un proyecto individual y 55 % para un proyecto en colaboración.
4. Ofertas alternativas, se primarán los proyectos que presenten diferentes ofertas de distintos proveedores (sin vinculación entre ellos) por un servicio subvencionable superior a 17.999 € en el momento de la solicitud.
5. Nuevas actuaciones subvencionables: proyectos a partir de 15.000 € de innovación de producto (desarrollo y fabricación de nuevos productos o mejorados significativamente), innovación de proceso (Lean Manufacturing), adaptación industria 4.0, es decir, introducción de tecnologías para la digitalización en tiempo real de medios productivos, cadenas de suministro y canales de distribución. Proyectos a partir de 15.000 €.
Los principales objetivos que se persiguen con estos programas son estimular el gasto I+D en las empresas y la creación de empleo de calidad y bienestar en la Comunidad Valenciana mediante la cofinanciación de Fondos Feder. En el anterior periodo presupuestario 2007-2013, el Programa Operativo de este fondo estructural tenía la finalidad de paliar las desigualdades interterritoriales del espacio europeo, siendo los condicionantes mejor valorados en la evaluación de proyectos I+D la demostración del efecto incentivador, la calidad, excelencia técnica y la capacidad de crecimiento empresarial. No obstante, a pesar del control de estos condicionantes, los resultados esperados por la Comisión Europea no fueron los esperados.
A tal respecto, en el actual periodo 2014-2020, nos encontramos en un nuevo paradigma en el que entre los nuevos criterios de valoración, priman el aumento de la velocidad de cambio y el impacto positivo en términos sociales, económicos, medioambientales y de empleo.
En este sentido, en términos tecnológicos, la velocidad de cambio se mide por el posicionamiento o madurez del nivel tecnológico en escala TRL (Technology Readiness Level), según el cual el estado de Desarrollo Experimental/Demostración del producto permite tangibilizar resultados medibles en pruebas de concepto y entornos simulados, demostraciones en ambiente real y pruebas piloto que aseguren la calidad y funcionalidad de un nuevo desarrollo.
Por otro lado, el impacto socioeconómico, con un peso de baremación igual de importante que la propia calidad del proyecto, es un criterio a analizar con detenimiento, ya que obliga a la empresa a tener una repercusión no solo a nivel económico, sino comprometida con la sociedad. Este viene referido al diseño de medidores de impacto de capacidad de innovación, el uso de nuevos conocimientos,viabilidad comercial y probabilidad de éxito internacional, además de las contribuciones al impacto sobre el bienestar de la población mediante crecimiento de empleo y aumento del bienestar social.
En definitiva, sin desmerecer los parámetros de calidad de un proyecto y su excelencia científica, las exigencias de los evaluadores aumentan y nos encontramos en un nuevo escenario con una tendencia al alza de Gasto I+D, en el cual los proyectos mejor valorados serán aquellos que dispongan de una tecnología evolucionada y estén más cerca de materializar un producto-servicio en el mercado, con una demanda existente y un impacto socioeconómico positivo para la sociedad.