«La colaboración público-privada no es una descapitalización del sistema público, sino un refuerzo”, afirmó Alberto de Rosa, consejero delegado de Ribera Salud, en un almuerzo organizado por la Asociación Española de Directivos (AED) en el Hotel Westin de Valencia, donde pronunció la conferencia «Luces y sombras en la colaboración público/privada”, ante medio centenar de directivos de diferentes compañías presentes en la Comunidad Valenciana. La gran asignatura pendiente del modelo representado por Ribera Salud, y por tanto su principal objetivo estratégico en estos momentos, es contribuir a «legitimar socialmente el modelo de colaboración público-privada”.
El grupo Ribera Salud, cuya propiedad se reparte al 50% en estos momentos entre Banc Sabadell y la multinacional norteamericana Centene, gestiona en la Comunidad Valenciana tres hospitales de titularidad pública -Alzira, Torrevieja y Elche-, es titular del 35% del hospital de Denia, y del 40% del principal laboratorio de análisis clínicos de Madrid, entre otras actividades.
Para Alberto de Rosa, la colaboración público-privada es un modelo que crea valor público y permite dar un mejor servicio al ciudadano. En el caso concreto de la Sanidad, De Rosa afirmó que cualquier solución de medio y largo plazo debe contemplar tres aspectos. En primer lugar, dar una asistencia de calidad a todos los ciudadanos; en segundo lugar, prever servicios de salud sostenibles; y, en tercer lugar, dar respuestas rápidas a nuevos problemas que aparecen, problemas como el envejecimiento de la población.
Modelo de gestión
«No se puede gestionar igual que hace 50 años”, afirmó Alberto de Rosa, «y ahí es donde entramos nosotros”; donde en su opinión aporta valor diferencial la colaboración público-privada en la gestión de los servicios. «En Ribera Salud, nuestro modelo de gestión se basa en factores tales como tener sistemas de información para medir lo que se hace, cómo se hace, y cuánto cuesta cada una de las actividades; o en la incentivación de los recursos humanos”. A lo largo de su intervención, el consejero delegado de Ribera Salud señaló que existen varios modelos de colaboración público-privada en el ámbito sanitario, como los conciertos con entidades, el que representa la aseguradora Muface para los funcionarios, y las concesiones, donde se enmarca el caso de Ribera Salud.
Con respecto al caso de Muface, De Rosa señaló como hecho significativo su aceptación por parte de todos los partidos políticos, a pesar de que se basa en sustituir el sistema público por el que ofrece una aseguradora. “Es interesante que los ciudadanos conozcan y reflexionen sobre el hecho de que el 85% de los más de dos millones de funcionarios disfrutan de este modelo”. A partir de esta realidad, Alberto De Rosa reflexionaba: “algo debemos haber hecho mal, cuando nuestros gobernantes están preocupados ante la existencia del modelo concesional en el mundo sanitario, a pesar de que es mucho más público que los conciertos o Muface”.
Luces y sombras
Entre las luces o logros conseguidos por Ribera Salud desde que en 1999 empezó a gestionar el hospital de Alzira, que fue el primer centro hospitalario de titularidad pública en España gestionado por una empresa privada mediante concesión administrativa, Alberto de Rosa destacó “los 600 millones de euros invertidos, los 6.200 empleos creados (un 85% de los mismos fijos), los 625 proyectos de investigación desarrollados o en ejecución, haber logrado índices de satisfacción de los pacientes del 91%, cuando el 94% de los mismos desconocen que han sido atendidos en un centro hospitalario de gestión privada, y haber logrado ahorros de un 25% en gastos de funcionamiento”. “Nuestra experiencia nos dice”, afirmó Alberto de Rosa, “que al ciudadano no le preocupa quién gestiona, sino cómo gestiona”.
El consejero delegado de Ribera Salud recordó que el Hospital de Alzira fue el primer hospital de titularidad pública informatizado o con habitaciones individuales que hubo en España. “Creo que ayudamos a que el sistema público sea equitativo y los que atacan nuestro modelo, parece que quieren que haya una sanidad para quien se lo pueda pagar y otra para los que no”.
Al abordar la parte de las sombras en el debate en torno a los modelos de colaboración público-privada en la Sanidad, afirmó que “hay muchas. Ha habido una banalización en debates, que no nos han hecho sentir cómodos. Y banalizar los debates públicos con algo tan serio como la sanidad, no es correcto”. Por este motivo, el consejero delegado de Ribera Salud afirmó que se debería hacer más pedagogía desde el sector privado. “No hemos sabido contar bien las cosas, como que hay un tope de beneficios en esta actividad”.