El emblema de Superette fue una ardilla que tiraba del carro de la compra. El animalito, simpático y ágil, parece transmitir inteligencia y sagacidad. En un gesto de modernidad, los diseñadores habían ideado que la cola de la ardilla formara la S de la marca.
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Los trazos que recuadraban la marca daban, sobre todo, idea de rapidez y eficacia, los conceptos del nuevo modelo comercial. La publicidad de la inauguración la llevó a cabo la agencia valenciana Sucro.