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Las ayudas, horizontales o sectoriales, que otorgan distintos organismos de las administraciones públicas son unos valiosos mecanismos para las empresas, ya que pueden impulsarlas en las diversas áreas en las que desarrolla su actividad.

Dichas ayudas cobran aún mayor importancia en la situación económica actual, donde la economía en general no termina de salir del estancamiento económico en el que se ha visto sumergida durante los últimos años; además, la financiación que otorgan actualmente las entidades de crédito resulta en ocasiones excesivamente cara para las empresas.

Existen distintos instrumentos en los que se materializan estas ayudas:
1. Subvenciones o donaciones. Va directamente al beneficiario como una donación pura o mediante otro tipo de instrumento como la bonificación de intereses.
2. Exenciones y diferimientos fiscales. Con ello se consiguen reducciones en las bases imponibles, deducciones en las cuotas, rebajas en las cotizaciones, retrasos en el pago…
3. Participación en el capital de las empresas, por supuesto en condiciones que no se darían en el mercado.
4. Préstamos bonificados. Con un interés inferior al de mercado que incluso puede ser cero.
5. Garantías. Avales prestados por el sector público.

En múltiples ocasiones se combinan algunos instrumentos, así es muy común la unión de subvención y préstamo con un tipo de interés bonificado en una misma convocatoria.

¿Quién concede las ayudas?
La concesión de estas ayudas se lleva a cabo a través de distintos organismos públicos tanto locales, como autonómicos, nacionales y europeos.

Las ayudas locales se llevan a cabo a través de los distintos ayuntamientos municipales y están más orientadas a potenciar:
– El emprendimiento, subvencionando las iniciativas empresariales producidas en la localidad correspondiente, fomentando así la creación de actividad empresarial independiente.
– Fomentar la contratación y la estabilidad en el empleo, potenciando la inserción del colectivo de personas desempleadas residentes en el municipio correspondiente.

Las ayudas autonómicas las conceden las distintas autonomías a través de sus instituciones. En la Comunidad Valenciana, la Generalitat actúa desde diversos organismos, como por ejemplo el Ivace, incentivando la actividad empresarial en distintas áreas como:
– El área energética, potenciando las inversiones de las empresas destinadas al ahorro y la eficiencia energética, así como las energías renovables y los biocarburantes; el área de innovación e I+D, concediendo ayudas a aquellas empresas que realizan inversiones en I+D, así como en la modernización de su maquinaria industrial; el área internacional, donde se subvenciona la exportación y la promoción internacional de las empresas; y el área de financiación empresarial, donde se conceden ayudas a la inversión y a la actividad ordinaria de las empresas, como por ejemplo las necesidades de circulante.

Las ayudas nacionales las concede el Gobierno de España a través de sus distintos ministerios, aunque el peso de las ayudas sectoriales, aquellas que favorecen una rama concreta de actividad, es muy elevado en nuestro país. Por el contrario, las recomendaciones europeas intentan dar mayor relevancia a las ayudas horizontales, que benefician a todos los sectores sin discriminación. En este sentido, tenemos las actuaciones de diversos organismos y convocatorias entre los que podemos destacar Enisa, Cdti, Aeesd o el propio Mineco, cuya labor es la de apoyar e incentivar la consecución de algunos objetivos y actividades como pueden ser la creación de empleo, el emprendimiento, la formación, la competitividad empresarial, el I+D+i, etc.

La cuantía máxima destinada a la financiación de estos proyectos suele ser mayor que las concedidas por las entidades autonómicas y locales, siendo la modalidad principal de ayuda la del préstamo que, en ocasiones, puede ser participativo, a un tipo de interés bonificado acompañado de subvenciones a fondo perdido.

No habría que olvidar, dentro de las ayudas nacionales, las “clásicas” bonificaciones a las actividades de I+D+i. No hay que olvidar la reciente creación de los Sello Pyme Innovadora y Sello Joven Empresa Innovadora que tratan de ahondar en esta vía.

Por último, las ayudas europeas son las que concede la Unión Europea mediante los programas europeos de ayudas e incentivos. Estas pretenden fomentar un gran número de iniciativas empresariales a nivel europeo en diversos sectores, desde el sector agrario o pesquero al de las tecnologías de la innovación, pero también de forma transversal incentivando el I+D+i, el crecimiento y la expansión internacional de las empresas.

El objetivo subyacente es el de aumentar la competitividad europea y, para ello, se han elaborado diversos programas cuyo referente es el Programa Horizonte 2020 que se viene ejecutando desde 2014 y que perdurará hasta 2020 con revisiones bienales. Este programa está claramente vinculado a la financiación de las actividades de investigación e innovación y cuyo plan de trabajo establece diversos instrumentos para su consecución, como el Instrumento Pyme H2020 o el Premio Horizon.

Sin embargo, pese a que las ayudas y subvenciones pueden ser un instrumento de financiación muy importante para las empresas dentro de la situación económica actual, tal y como hemos comentado, la consecución de las mismas dependerá en gran parte de dos aspectos a tener en cuenta: Por un lado el que la empresa cumpla todos y cada uno de los requisitos que se establecen en las bases de las convocatorias de las ayudas, así como que su proyecto se adapte perfectamente al objeto de la ayuda. Y por otro lado, de la gestión que se lleve a cabo en la solicitud de subvención.

En este punto es importante aclarar que el trámite de solicitud de las ayudas suele ser normalmente demasiado farragoso y burocrático. Si la empresa no cuenta con el personal adecuado para la realización de estos trámites, se pueden cometer errores que pueden hacer que finalmente la ayuda sea denegada.

Por ello, resulta muy interesante recurrir en estos casos, a empresas especializadas que cuenten con la suficiente experiencia y personal cualificado en estos temas y que pueden ser de gran utilidad y ayuda a la empresa solicitante, aconsejándola y ayudándola en todos los trámites relativos al proceso de solicitud de la ayuda.