Director Regional Levante (C. Valenciana, Murcia y Albacete) Grupo Adecco

El paso del aula al mundo laboral es un momento vital que suele llegar acompañado de sensaciones como la incertidumbre y el desconocimiento. A los miedos habituales se añade en el contexto actual una tasa de desempleo juvenil por encima del 50 %, que hace que lograr un empleo se vea ahora como un reto inalcanzable. Entre los principales motivos destaca la distancia existente entre la formación, las expectativas de los jóvenes y las necesidades del mercado laboral.

Desde las organizaciones y, especialmente desde los departamentos de personas, no podemos quedarnos de brazos cruzados, sería un duro ejercicio de irresponsabilidad.

La situación es extrema y de emergencia, lo que requiere que las organizaciones nos pongamos manos a la obra con carácter inmediato. Por ello, desde el Grupo Adecco y en colaboración con más de 25 empresas, impulsamos el Observatorio de Innovación en el Empleo (OIE).

El OIE es una iniciativa del sector privado español nacida con la única intención de mejorar la situación actual del mercado laboral, no solo siendo un foro de debate, sino un foro de acción, que pretende ser un motor del cambio.

Los resultados del Informe OIE sobre jóvenes y mercado laboral, tema en el que el Observatorio se ha centrado desde su nacimiento en el año 2014, señala que el 80 % de los jóvenes universitarios y estudiantes de FP no tiene grandes expectativas de ejercer en España la profesión para la que se están preparando; no hay grandes diferencias entre universitarios y estudiantes de FP: si bien 6 de cada 10 universitarios creen que el salto hacia el mundo laboral es demasiado grande, por el 40 % de los estudiantes de FP.

Pero seamos honestos, ¿cómo van a encontrar nuestros jóvenes un empleo si no les hemos enseñado a hacerlo? El 69 % de los universitarios considera que no ha recibido la información suficiente sobre cómo elaborar su currículo, frente al 42 % de los estudiantes de FP. Además, el 83 % de los universitarios y el 61 % de los estudiantes de FP no saben cómo redactar una carta de presentación. Por supuesto que tampoco han aprendido los conocimientos necesarios para afrontar una entrevista de trabajo, cómo afrontar una dinámica de grupo o la realización de algún test psicotécnico.

Para nuestros universitarios, la búsqueda de empleo supone una especie de ritual de iniciación hacia la vida adulta y, la gran mayoría, no lo contempla hasta los últimos años de carrera; así, solo el 36 % de ellos han enviado su currículo a alguna empresa o ha hecho una entrevista de trabajo.

Y ante esta compleja realidad, ¿qué hacemos desde las organizaciones?

Pues para ellos, se lo ponemos más difícil todavía, pues seis de cada siete universitarios sienten que los perfiles que buscamos las compañías en los recién titulados son demasiado exigentes.

Pero lo curioso es que cuando nosotros hacemos el mismo análisis en nuestras organizaciones, casi la mitad (49 %) reconocemos que somos demasiado exigentes con los perfiles que seleccionamos.

Además, los universitarios sobrevaloran los idiomas y la iniciativa, pero restan importancia a aspectos clave como la motivación, la disposición para realizar una tarea o la capacidad de trabajar en equipo y la resolución de conflictos. En resumen, desde el punto de vista empresarial, hay un déficit en la formación de los titulados en aspectos clave, pero también en habilidades que, a medio plazo van a definir el éxito profesional de un recién titulado.

Tras analizar los resultados del Informe OIE sobre jóvenes y mercado laboral, es el momento de poner en marcha varias iniciativas para revertir la situación: promover encuentros universidad–empresa para asesorar a los más jóvenes sobre cuál es el perfil que más buscan las empresas y qué competencias son requeridas; talleres de orientación laboral, repartidos por todo el territorio nacional, con la intención de que aprendan a confeccionar un currículo y afrontar una entrevista de trabajo; realización de jornadas de puertas abiertas en las empresas, para que los jóvenes puedan venir a conocernos y sepan cómo funcionan los departamentos y cómo se organizan; procesos de Shadowing, que consisten en promover que un joven estudiante pase el día completo con un directivo de alguna área de la empresa, y que después realice un informe sobre lo visto durante el día y los aprendizajes obtenidos, así como las competencias que cree que son necesarias; y, la participación en Ferias de Empleo OIE para promover la imagen de empleadores y dar a conocer las organizaciones a los jóvenes.

El mercado laboral evoluciona a un ritmo muy diferente al que lo hace el marco educativo, es necesario que encontremos el encaje entre oferta y demanda, hemos de convertirnos las empresas juntas en el motor del cambio y aportar nuestro grano de arena a mejorar la situación y la calidad del empleo de nuestra región y de nuestro país. Seamos juntos el motor del cambio, marquemos la diferencia y emprendamos las acciones necesarias y démosle continuidad, será sin duda positivo para los jóvenes, para las empresas y para la sociedad.

En conclusión, contamos con los jóvenes mejor formados, pero no siempre en las competencias que las empresas buscamos y que no saben qué esperamos las organizaciones de ellos. Nadie tenemos dudas de que debemos ser el verdadero motor del cambio… Ahora llega el momento de plantearse: ¿Qué puedo hacer yo desde mi área de responsabilidad para conseguirlo?