Sábado, 27 de Abril de 2024
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TIC, formación y éxito profesional

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Profesor. Universidad Europea de Valencia

Las competencias tecnológicas han dejado de ser un recurso que aporta un valor diferencial a los profesionales para convertirse en un requisito indispensable a la hora de desarrollar con éxito su actividad laboral.

Independientemente del sector o del puesto que ocupemos en nuestra compañía el profesional actual necesita poseer unas competencias tecnológicas básicas en cuanto a manejo de software informático (por ejemplo Office), aplicaciones de internet (por ejemplo Skype) o el uso de entornos virtuales de trabajo como los campus virtuales en las universidades o las redes de microbloging tipo Jammer.

Ya sea para gestionar nuestra información y recursos, para preparar presentaciones de proyectos o informes o para tener sesiones de trabajo colaborativo online, un fluido manejo de las TIC no solo permite optimizar el tiempo que dedicamos a nuestras tareas, mejorando así nuestro rendimiento, sino que en ocasiones es requisito imprescindible para llevar a cabo con éxito un proyecto.

En este sentido, la universidad viene realizando un esfuerzo importante no ya por llevar las TIC a las aulas sino por formar a los estudiantes universitarios en competencias tecnológicas que los preparen mejor para el mercado laboral. Buena prueba de ello es la proliferación de los campus virtuales en los que los alumnos no sólo encuentran recursos como apuntes online o actividades de autoevaluación sino en los que son animados a participar en foros online o a desarrollar trabajos colaborativos como preparación al entorno de trabajo ubicuo y digital que les demandará el mercado laboral al incorporarse a sus futuros puestos de trabajo.

Mediante la utilización de aplicaciones de servicios de vídeo y voz online que utilizan protocolos de internet como Skype, los estudiantes son ahora capaces de trabajar en proyectos internacionales junto a estudiantes de universidades extranjeras superando así limitaciones temporales y espaciales impensables hace apenas solo unos años. El uso de las TIC les abre un nuevo mundo de posibilidades a la hora de entrar en contacto con personas de otros países y abrirles a nuevos fenómenos culturales diferentes a los de su realidad local, incentivando así su curiosidad y expandiendo su bagaje cultural.

Este hecho tiene suma importancia ya que nos ofrece una visión de las TIC inevitablemente vinculada al proceso de globalización como una herramienta que facilita el intercambio de ideas e información entre personas de diferentes países y contextos culturales. Y este es un hecho que a veces pasa peligrosamente inadvertido tanto en el ámbito universitario como en el ámbito empresarial puesto que la formación en las competencias tecnológicas, informativas y comunicativas de nuestros universitarios y profesionales, en ocasiones olvida por completo la dimensión cultural de la comunicación.

De poco servirá que nos formemos en el manejo de las TIC si a la hora de utilizar plataformas como Google Drive o Google Hangouts para trabajar junto a personas de diferentes contextos culturales no estamos preparados para desarrollar esta colaboración de manera eficaz por falta de competencias en comunicación intercultural. Y no se trata únicamente del conocimiento de idiomas (algo totalmente imprescindible, por otra parte) sino del conocimiento de diferentes costumbres, actitudes, formalismos y convenciones comunicacionales diferentes a nuestra realidad y necesarias para evitar malentendidos culturales que pueden llevar al fracaso el proyecto que se pretendía llevar a cabo.

El marketing internacional está plagado de ejemplos en los que malentendidos culturales entre la dirección y los trabajadores o entre ejecutivos de diferentes compañías ha llevado al fracaso una prometedora expansión internacional. Por ello, en la Universidad Europea ponemos el foco especialmente, junto a la formación en competencias TIC, en la formación en competencias de comunicación intercultural como un complemento indispensable para tener éxito en el uso de las TIC en el contexto de los proyectos internacionales.

Por otra parte, las competencias tecnológicas y en comunicación intercultural deben ser complementadas, especialmente desde una perspectiva empresarial, con una competencia que el mercado nos muestra cada vez más necesaria: la competencia en emprendimiento.

Las TIC permiten a cualquier persona con unos conocimientos tecnológicos básicos lanzar su negocio online en pocos pasos pero ni el estudiante más brillante ni el más cualificado tecnológicamente, o el más capacitado desde el punto de vista de la comunicación intercultural, será capaz de sacar un completo provecho a las TIC si no se potencia en él un espíritu emprendedor capaz de impulsarlo a hacer realidad sus sueños e ideas.

Y al hablar de emprendimiento debemos contemplar una aproximación holística: no solo emprende quien pone en marcha su propio negocio sino también quien desarrolla un emprendimiento interno en el marco de la empresa en la que trabaja, expandiendo sus horizontes y ampliando sus posibilidades de negocio.

Por tanto, junto a la formación en competencias tecnológicas y en competencias de comunicación intercultural es necesario fomentar la competencia emprendedora de las personas. El trinomio competencias TIC, competencias en comunicación intercultural y competencias en emprendimiento se convierte así en las tres patas de un nuevo modelo formativo dirigido a asegurar el éxito tanto de los estudiantes, que serán los profesionales del futuro, como de los profesionales actuales a los que les ha tocado enfrentarse a un mercado laboral tremendamente exigente y competitivo.

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